¡Auch!
No sabía que me había dolido más, si el espectáculo que presenté anoche o que me haya dicho que me consideraba como una hermana menor.—Un gracias estaría bien, ¿No? —estaba quedando como toda una malagradecida.—Eh, sí... —balbuceé —muchas gracias Asthon. —Dije con las mejillas rojas —. Yo creo que ya debería irme...Me levanté de la cama bajo la atenta mirada del pelirrojo, este me recorrió de pies a cabezas. Recordé que solo vestía una camisa que cubría parte de mis muslos, no sé en qué momento mis pies perdieron el equilibrio y terminaron enredándose con el edredón de la cama, haciendo que cayera al suelo golpeándome el trasero.¡Mierda! ¡¿Es que acaso el universo estaba en mi contra?!Asthon llegó hasta donde estaba y me ofreció su mano para ayudarme a levantarme.—¿Estás bien? —asentí con las mejillas a punto de explotar por la vergüenza.Se me quedó mirando pCaminé por toda la pista intentando no tropezar con los cuerpos sudorosos que se movían al ritmo de la música. Logré salir de allí y llegué a lo que me imaginé que era la cocina, encima de la isla habían bastantes vasos rojos con un líquido oscuro que no tenía la menor idea de que era.Agarré el más lleno y lo bebí de un trago, hice una mueca al sentir como me quemaba la garganta, su sabor era una extraña mezcla de limón con alcohol. Jamás me había embriagado, y esperaba que con otro vaso de ese líquido refrescante no me sucediera nada. Mi cuerpo no era tolerante a tanto alcohol. Estuve por agarrar otro vaso rojo, pero unas voces provenientes del living me hicieron entrar en pánico, así que me encondí en la primera puerta que vi. No quería que me tacharan de ladrona por estar robándome las bebidas. Las voces se escucharon más cerca, abrí un poco la puerta al sentirme acalorada en el pequeño y reducido espacio en el que me encontraba. Me asomé por la
Fruncí los labios, evitando no tirarle a Claire el libro que tenía cerca. Estaba sentada en la cama, con las piernas en forma de indio, comía los chocolates que me había traído la pelinegra que estaba al frente.—Por favor Jen, te prometo que te daré lo que quieras —suplicó colocando los ojos como el gato con botas. —Además, no te caería mal tener una cita.Resoplé.Claire me había comprometido a salir en un cita doble con el primo de Min, que había llegado hace poco a la ciudad. Según ella, el chico era muy agradable y simpático.—No me importa, ni deseo tener una cita. —Aseguré masticando el último chocolate. —Aceptaré con una condición...—¿Cuál? —preguntó contenta.—Que hagas mi tarea de matemáticas, por un mes. —Claire tenía la calificación más alta en esa asignatura, por lo que no sería difícil para ella.—Tenemos un trato —dijo aceptando.—Bueno, cambiando
—No me incómoda ni molesta que ellos pasen tiempo con otras personas —dije encogiéndome de hombros.—Has cambiado mucho, ¿Sabes? —comentó —La Jen que conocía no era tan independiente como la de ahora. Su comentario me sorprendió, pero no sé lo dejé saber.—Todos cambiamos a medida que vamos creciendo —mencioné restándole importancia.Siguió comiendo de su almuerzo, hice lo mismo terminando lo que quedaba de mi lasaña. Levanté la vista al ver a Harper acercarse a Asthon.—Vine para confirmar si vendrás a lo de hoy en la noche —preguntó enredando un mechón rubio en su dedo.—Seguro, preciosa —rodé los ojos al escucharlo.Mi estómago se revolvió al ver a Harper susurrarle algo en el oído a Asthon, compartieron una mirada cómplice antes que la rubia se marchara moviendo atrevidamente sus caderas.El timbre sonó y me levanté dirigiéndome a la salida de la cafetería sin de
Quedaba poco para que la noche cayera, me levanté de la banca donde estaba sentada y me acerqué a Jesse para irnos a casa. Se despidió de sus nuevos amiguitos y nos marchamos de central Park.Tomamos el bus, a los pocos minutos de camino Jesse se quedó dormido recostado de mi brazo. Lo acomodé asegurándome de que no se cayera por los movimientos bruscos del bus, deseaba llegar rápido a mi hogar y así descansar, mañana debía ir más temprano a la preparatoria para terminar el informe. Veinte minutos después, llegamos. Las luces se hallaban encendidas, por lo que supuse que mamá ya se encontraba en casa. —¡Ya estando aquí! —informé dirigiéndome a las escaleras.Mamá salió de la cocina con el móvil en su oreja, estaba en una llamada. Su rostro lucía demacrado, tenía una apariencia de cansancio, como si no estuviera durmiendo lo suficiente, y las oscuras marcas debajo de sus ojos azules lo dejaban ver así. Sub
Escuchamos unos gritos que provenían del campus, la cafetería quedó sola debido a los curiosos alumnos que se dirigieron de prisa a ver que pasaba. Hicimos lo mismo y fuimos a ver la pelea que habían formado dos chicos del equipo de fútbol americano.—¿Quiénes son? —preguntó Claire.—No sé, no logro reconocerlos —contesté abriéndome paso entre los estudiantes.Al estar lo suficientemente cerca vi que se trataba de Asthon y Alex, este yacía debajo del pelirrojo mientras se golpeaban, y entre un puñetazo y el otro la sangre empezó a ser la protagonista de aquella riña fatídica.El entrenador mandó a que los separaran, su rostro estaba rojo por la ira, todos sabían que él no permitía este tipo de comportamiento entre sus jugadores. Noté a Will y otro chico con el uniforme del equipo, apartarlos con dificultad. Asthon tenía el labio roto y en su ceja bajaba un hilo de sangre hasta su mentón, pero Alex no salió con la misma suerte, estaba con
Realicé acciones con mi cuerpo, me doblé, estiré las piernas, salté y giré, combinando con la misma dinámica que llevaba haciendo años atrás. Tenía tiempo sin hacerlo, y sabía que el cuerpo alcanzaba un mayor nivel en los movimientos de este arte, si lo llevara practicando durante largos períodos de entrenamiento especializado. Además que en el ballet, el bailarín debía ejercitarse para rotar o girar hacia afuera las piernas a la altura de las caderas, haciendo posible el movimiento conocido como arabesque.Terminé el baile y esperé la opinión de la profesora, me sentía un poco frustrada porque no llegué a hacer algo que la sorprendiera, lo más probable era que no me aceptara.—No estuvo tan mal, tienes potencial —mordí mi labio con fuerza. —Has perdido un poco la práctica por lo que vi en tus movimientos. —Asentí con la cabeza gacha.—Aprendo rápido las coreografías —comenté tratando de convencerla.—Eso veré para la próxima —
Asthon aparcó el auto y bajamos de el, se había ofrecido a llevarme a casa, pero primero pasaríamos por Burger Kinge para comprar comida, le hice saber que no traía dinero.—Yo la pagaré —le sonreí e ingresamos al local.El lugar estaba abarrotado de personas, me sería imposible llegar hasta la barra, pensé. Sentí las manos de Asthon en mis hombros, lo miré de reojo, sus ojos avellanas se posaron en los mío.—Eres tan baja que temo que no te vean y te pisen —mi boca cayó en picadillo. Golpeé su estómago por su comentario burlesco.Soltó una carcajada haciendo vibrar su pecho que estaba pegado a mi espalda. Me gustó esa sensación de tranquilidad que sentí al escuchar su risa.¿Qué? No, no, no...Deja de decir idioteces Jenna, aparté esos pensamientos y me dediqué a esperar a que Asthon ordenara las hamburguesas. La chica que nos atendió no dejaba de ver a Asthon como si de un dulce se tratase, es más, se lo comió co
—Hoy cuidaré de Jess —hice una mueca.—Rayos, ¿No tienes con quien dejarlo? —negué.—Mamá no me dará permiso para llevar a mi hermano porque todos somos menores de edad y no habrá un adulto responsable. —expliqué bajando al living.—Por eso no hay problema —dijo Matt. —Mi madre estará todo el día en casa, puedes dejarlo con ella, sabes que no se negará a cuidar del mocoso. —Añadió.—¿Tú crees? —asintió convencido. —Entonces iré a despertar a Jesse. El pequeño dormía hasta tarde, mamá dejaba que lo hiciera puesto que era un niño muy enérgico, en las noches luchábamos para que durmiera, debíamos mantenerlo ocupado durante todo el día, haciendo deporte o cualquier otra cosa y así estar lo suficientemente cansado a la hora de dormir.Entré a su acogedora habitación, las paredes pintadas de color azul claro y el suelo azulejo, daban al lugar un espacio confortable, amplio y luminoso. Había varios muebles, como el pequeño ar