Es la limosina de Luca, este me ayuda a levantarme y me sube al auto. El silencio entre los dos es muy incómodo, giro la cabeza a la ventana simulando que aprecio la calle oscura. Llegamos al hotel y el señor Mengoni ayuda a que pueda salir del auto, subimos al ascensor sin mirarnos. Las puertas se abren, salgo apoyada en el hombro de Luca, sin decir nada va en dirección a su habitación. Confundida lo sigo.Ingresamos al interior de la habitación y me siento en el sofá cerca de la ventana. Veo que Luca entra al baño y regresa con un botiquín de primeros auxilios, de seguro lo ha tomado del Vanitory. Toma mi pie y le unta ungüento, creo que sirve sirve para desinflamar, pienso.Luego lo venda con sutileza, que se tome el tiempo y el cuidado en el acto me hace admirarlo. Es un gesto que ha levantado una ola de sensaciones en el estómago. Siento un hormigueo en las palmas. Tenerlo tan cerca me seca la boca, es difícil controlar mi respiración, pero el espiral que atraviesa mis entrañas
Seis horas tardamos en llegar a Roma, el camino se nos hizo agradable. Charlamos de cosas triviales y de vez en cuando nos mirábamos cómplices, cosa que me hacía sonrojar, causándole gracia a Luca.Ya hemos llegado a mi apartamento, estoy por bajar del auto con pequeña valija en mano, no obstante, Luca agarra mi brazo deteniéndome. —Sarah...—dice en voz baja, haciendo que voltee mirándolo—Quiero que nos conozcamos mejor, eso implicará que tengamos citas, claro, si estás de acuerdo.—Agrega y asiento con la cabeza—Pero debemos ser cuidadosos en la empresa, los demás no deben enterarse, no quiero que hablen mal de ti.Además debo arreglar ciertos asuntos y es mejor mantenerlo en secreto, por favor.Me quedo en silencio analizando sus palabras y miles de pensamientos inundan mi mente, los descarto de inmediato. Tampoco deseo que los demás se enteren, dirían que me revuelco con el jefe, cosa que no es cierto.—Tranquilo, entiendo—contesto con una sonrisa, nos miramos sin saber que hacer
Despierto por el sonido de la alarma, palpo la cama en busca de Ginger quién muerde mi dedo con sus pequeños colmillos. Rio al ver lo tierno que luce haciendo eso, ya no está tan delgado, ha ganado un poco más de peso, de hecho las costillas que se le marcaban ya no sobresalen como antes. Ronronea y le acaricio sus orejitas, su pelaje es tan suave que dan ganas de abrazarlo.Lo bajo al suelo y le doy de comer, luego me dirijo al baño, lavo mi rostro con agua fría y me cepillo los dientes. Entro a la ducha, el agua caliente es tan relajante, apoyo la cabeza del mosaico. Mi mente no dejaba de pensar en Luca, ¿Acaso no podía dejar de pensar en él por un segundo? Claro que no podía. ¿Cómo es posible que mis sentimientos por él estén creciendo de un día para otro?No tenía la respuesta para esa pregunta.Salgo de la ducha luego de una conversación bastante relajada con mi mente. Me apresuro a vestirme, no sé que ponerme, normalmente no soy de darle tanta importancia a mí vestimenta, aunque
Siento como empapo la camisa de Luca, a él no parece importarle, me envuelve en sus brazos arropando mi cuerpo. Mis piernas se sienten débiles, escucho pequeños murmullos con su voz, pero no logro entender ni una palabra de lo que está diciendo.Estoy respirando con dificultad, me siento un poco ahogada. Me separo de Luca, sin mirarlo. Los sonidos de los autos pasar, las voces de las personas llega a aturdirme. Cierro mis ojos tratando de calmarme, estoy a punto de caer en una clase de crisis de pánico, y no quiero eso, Luca está ahí conmigo, no estoy sola.Repito una y otra vez en mi mente.—¿Qué te sucedió?—pregunta Luca llevándome al auto.—M-me han robado y trató de...—mis palabras no salen, son interrumpidas por mi llanto. Le relato todo lo que pasó y veo como su mandíbula se tensa, sus puños golpean el volante con rabia. Sin embargo su mirada se suaviza cuando se da cuenta que estoy teniendo un ataque de ansiedad. Mis manos tiemblan, el pecho lo siento agitado, siento que est
Tras una semana estresante por la nueva colección primavera-verano, por fin hemos terminado. Me dormía muy tarde puesto que debía terminar hasta tarde, pero como no me gusta traer el trabajo a casa, me quedaba más tiempo en la empresa. Luca me llevaba a casa, decía que no era buena idea irme en Uber, por lo sucedido aquella noche. Así que aprovechábamos de salir juntos, aveces íbamos a restaurantes, cine y al lugar que había ido con Luciano. Hablando de él, Luca me comentó que está por graduarse de la universidad, por lo que se la pasa muy ocupado en ello. Le he escrito varias veces para saber cómo le va, recibiendo un "estoy estresado" de su parte.Quedamos en ir a comer algo juntos, para que se relaje ante todo el estrés.Bostezo. Es la mañana del sábado y necesito ir de compras, aunque mis ganas de seguir durmiendo no ayudan a levartarme. Me obligo a hacerlo y me dirijo al baño a ducharme.Después de salir de la ducha voy al clóset, no sé qué ponerme. ¡Por Dios, solo iba al mercado
Mi estómago está a punto de estallar, luego de comer, Luca hizo que probara una variedad de postres.Nos dirigimos al auto, Luca camina adelante, al contrario de mí que estoy detrás caminando poco a poco para no vomitar. Luca voltea a verme.—No seas exagerada, solo probaste pequeños bocados—me dice rodando los ojos. Lo miro mal. Idiota, susurro por lo bajo. Su carcajada me dice que escuchó mi insulto. Paso por su lado fingiendo que estoy enojada por reírse de mí, sin embargo sus brazos me atrapan por la espalda.—¿Estás enojada porqué me reí de ti, o por obligarte a comer de más? —pregunta susurrando en mi oído. Creo que no fue buena idea fingir estar enojada. Pienso internamente. Giro mi cuerpo de modo que quedamos de frente. Su mirada baja a mis labios, vuelven a subir a mis ojos, como si pidiera permiso para besarme. Basta con una pequeña sonrisa que le doy, estampa sus labios es un beso profundo, sus manos se posan en mi cintura, le rodeo los hombros con mis brazos. Me besa co
—¿No piensa saludarme?—la voz de Luca me saca de mis pensamientos.Volteo a verlo, sus ojos me miran expresivos. —Hola—susurro y beso sus labios en un corto beso.Me separo de él para sonreírle, me guiña el ojo de forma coqueta.Nos marchamos del edificio, adentrándonos en las calles abarrotada de autos. Ya llevamos tres horas de recorrido, Luciano se ha quedado dormido con la cabeza apoyada de la ventanilla del auto.Y Sussan escucha música con sus auriculares puestos.Volteo a ver a Luca, sus manos sostienen el volante con fuerza, su mandíbula definida con barba incipiente lo hace lucir sexy. Se percata de que lo observo, las comisuras de sus labios se elevan en una sonrisa. —¿En qué piensas?—pregunta viéndome de reojo.—En lo guapo que eres—respondo sin tapujos.—¿Nunca ha pasado por tu mente qué podrías ser modelo? —No, ¿Qué cosas dices, Sarah?—interroga riéndose.—Es en serio, tus rasgos son tan simétricos que pareces perfecto—digo inclinándome hacia él.—Emm ¿Gracias?—contest
La mañana siguiente despierto por los rayos del sol, me siento sobre la cama, quitando las sábana que cubre mi cuerpo, y entonces me doy cuenta que solo tengo una camisa masculina puesta, me queda muy grande.Los recuerdos de anoche me golpean, abro los ojos de par en par y cubro mi boca. ¿Sarah que hicistes anoche? Pregunto internamente.¿Tú que crees? Habla la voz de mi subconsciente.Miro hacia un lado, sobre al silla está puesta la pijama que traigo puesta anoche.¡Luca! ¿A dónde fue? Mis pensamientos son interrumpidos por un Luca muy sonriente que me mira de manera cómplice. Me dan ganas de esconder mi cabeza en la almohada de la vergüenza que ahora siento por lo sucedido. Luca se acerca y se sienta a la orilla de la cama. Trae el desayuno en una bandeja.—Buenos días, ¿cómo amaneció mi bella durmiente? —saluda con voz ronca.—Radiante —digo con sarcasmo Mi cabello está hecho un desastre, no me imagino mi cara.Sin embargo Luca me mira como si fuera lo más hermoso que ha visto