Mariana, apoyando una mano en la mesa del comedor, miró a Diego con una sonrisa y dijo:—Así que por eso siempre te insisto en cocinar, para que prepares la comida para mí.Diego, al observar a Mariana, vaciló un momento con la mirada antes de bajar rápidamente los ojos, sonriendo para ocultar la am
—Qué ridículo, por dinero, incluso fui capaz de ignorar el honor de mi madre. Dejé que dijeran que ella era una enferma mental, que había causado su propia muerte y la de mi padre. Siempre he evitado hablar de este tema, temiendo que tú y Ximena piensen que soy un ser desalmado, capaz de sacrificar
Mariana no dijo una palabra, se quedó parada, dejando que Diego continuara con excusas que ni él mismo creía. Cuando Diego se quedó sin saliva, Mariana seguía sin decir nada. Lentamente, se sentó en una silla. El pequeño apartamento era tan compacto que el comedor era el salón y viceversa.Mariana m
—¿Me desprecias?—No es eso.Ximena simplemente odiaba el olor del cigarrillo. Sin entender por qué Lisandro estaba molesto, apartó su mano y lo besó apasionadamente.—Mmm…Ximena quería apartarse de él, pero recordando las palabras de Mariana, dudó y terminó abrazándolo por el cuello. Sin embargo,
Ximena se tensó y cerró las cortinas de un tirón.—¿Te asustaste? —preguntó Lisandro con un tono burlón.—¿Qué quieres decir? —Ximena se volvió para mirar al hombre que sonreía detrás de ella.—¿Qué «qué quiero decir»? Solo te estaba indicando que Luis vive por allá. ¡Somos vecinos! ¿No lo sabías?X
Lisandro no entendió por qué Ximena estaba tan furiosa. Le preguntó qué sucedía, pero ella no respondió. Le envió una ráfaga de mensajes explosivos, haciendo vibrar su pantalla. Lisandro, abrumado, sintió la intensidad de su enojo.Jorge, a un lado, notó a Lisandro sonriendo y trató de echar un vist
La idea era que, después de recorrer todos los restaurantes, el sabor distintivo de los platos de los restaurantes de Marcus se quedaría grabado en los corazones de los clientes, convirtiéndose en un hábito. Así como Ximena se había acostumbrado a la barbacoa que Luis le llevaba, hasta el punto de q
En el teléfono de Mariana había dos contactos de emergencia: uno era Diego y el otro, Ximena. Ahora que Diego estaba en la sala de emergencias, el hospital contactó a Ximena.Ximena llegó al hospital, donde fuera de la sala de emergencias había varios policías discutiendo en voz baja. Su mente se pa