—Además, tú mismo dijiste que mis manos están hechas para teclear, no para tocar utensilios de cocina, —dijo Mariana.—Mariana, en este mundo no hay nada que sea inmutable, ¿y cómo no van a cambiar las personas? —respondió Diego, molesto.» Cuando no tenía trabajo, la economía de la casa dependía co
Regina continuó presionando y persuadiendo a Diego.Diego salió del despacho exhausto y se encontró con algunos empleados. La mayoría en la sucursal eran nuevos y no conocían la situación, así que le dijeron que la relación entre el gerente Diego y su esposa era envidiable.Diego, con una sonrisa te
—Así no tendrás que depender de nadie, —añadió.—¿En serio? —Los ojos de Diego se iluminaron.—¡Por supuesto! Siempre piensas en mí, yo también debo pensar en ti. Espera mi buena noticia.Iván había estado en el hospital durante siete días y finalmente recibió el alta. Ximena lo llevó de vuelta a la
Ximena, aunque deseaba cumplir este deseo de Valentín, sabía que Elena, en su estado actual, preferiría no volver a ver a Valentín en su vida. Si no, no habría acusado a Ximena de afirmar que Valentín era su hijo.Ximena pensó en Mateo y se preguntó cómo le estaría yendo últimamente. ¿Habría sido tr
—¡Los mantendré sin necesidad del dinero de la Familia Mendoza!—Eso es tener dignidad. —dijo Mariana.Marcela entró en la casa con su teléfono en mano, visiblemente molesta, aunque nadie sabía por qué.—Mamá, ¿qué pasa? —preguntó con preocupación.—¡Ese Lorenzo, está loco o qué! Insiste en que me q
Carlos, al enterarse de que Mateo había desaparecido, se puso inmediatamente en marcha para buscarlo. Este niño era ahora la única baza de Elena, y también la única de la Familia Ramírez.Últimamente, Lisandro no había insistido en revelar el misterio del linaje de Mateo. Pero tanto Carlos como Agus
—¿Qué hacemos? —Felicia tomó la mano de Mateo—. ¡Huyamos!Felicia no quería que su hermano fuera capturado de nuevo. Había salido para llevar a su hermano a ver a su madre. Aunque su madre no decía nada, sabía que extrañaba mucho a Mateo. Se quedó en Aurensia con la esperanza de una reunión madre-hi
Felicia se quedó atónita.—¿Cómo es posible confundirse así?—Pero mi tío se confundió, —respondió Mateo, con una mirada cada vez más vacía y sin brillo—. Él siempre decía que me amaba mucho, que me adoraba. Incluso mi tía no pudo reconocerme. Tomaron al niño equivocado.Felicia sentía una gran pena