Armando había encontrado a Sofía en el hotel. Carlos había sido dado de alta ese día y necesitaba descansar por unos días. Por eso ella había reservado una habitación para él en el hotel, justo al lado de la suya. Cuando Armando llegó, justo la vio salir de la habitación de Carlos.Naturalmente, su
—¡Espero que estés en lo correcto!Luego, dirigió una mirada profunda hacia Carlos y, sin decir nada más, se marchó con un gesto brusco. Después de que Armando se fue, ella tardó un rato en recuperarse y preguntó con incertidumbre.—¿De verdad... has decidido no tener hijos nunca? —Carlos acarició s
Lisandro le pidió a Jorge que investigara a ese tipo. Ximena se decía a sí misma, con un toque de envidia, que tener poder e influencia era una ventaja; y era que, en menos de diez minutos, toda la información de Arturo Calderón estaba ya desplegada en la computadora a disposición nuestra.Arturo Ca
—¡Eso es! Para que todo tenga sentido, tendría que haber una tercera persona implicada, y Arturo estaría tomando la culpa por alguien más, para después culpar a Fabiola. —Ximena se quedó pasmada.—¿Pero por quién estaría Arturo tomando la culpa?—Habrá que preguntarle a Fabiola por qué está tan segu
Lisandro, llevando consigo a Ximena, volvió a encontrarse con Fabiola. En privado, Daniel le dijo a ella.—¡El jefe nunca ha querido meterse en los asuntos ajenos! La gente con alto poder, por lo general, es distante y carece de calidez humana. ¡No esperes que muestren un sentido de justicia frente
» Como estaba lloviendo fuerte y su amigo estaba borracho, mi esposo decidió llevarlo. Después de más de dos horas sin noticias de Arturo, la preocupación se apoderó de mí. Un presentimiento me hizo marcar su número y, entre estática y silencio, su voz me citó en la obra cerca de mi casa. La oscuri
Lisandro acariciaba la cabeza de Ximena con una mirada y un gesto llenos de ternura, casi derritiendo el corazón de ella. Se dirigieron hacia el auto. Daniel, quien conducía, no se atrevía a mirar atrás, manteniendo su cuello rígido como si temiera ser castigado con un «mal de ojo» por ver algo que
—Elena misma admitió que fue su hermano quien lo hizo.Lisandro estalló, su voz cargada de ira. Después de aquel incidente, había confrontado a Elena, quien insistió en que había sido Carlos, y al final, este también lo admitió con su silencio.—Hermano, desde niños ustedes fueron muy cercanos, sabe