—¡Todos ustedes, fuera de aquí!Con un rugido bajo, los policías no se atrevieron a detenerlo. Entró rápidamente en la habitación y al ver a Ximena, pálida y con los ojos cerrados, yaciendo en la cama como una delicada muñeca de porcelana, sintió un fuerte apretón en el pecho. Tomó firmemente la man
Diego asentía una y otra vez. Solo le importaba el desarrollo de su carrera y no tenía interés en la vida privada de los demás. Además, comprendía que la Familia Mendoza era un clan grande y que las relaciones de intereses eran complicadas y enredadas. La repentina aparición de una hija ilegítima po
—¿Tienes el WhatsApp del señor Mendoza y no me lo dijiste antes? ¡He ido tantas veces a la Corporación Mendoza y siempre me han dejado esperando! —Regina expresó con fingido enojo. Diego se tocó la nariz y dijo.—El señor Mendoza es una persona importante y siempre está ocupado, ni yo mismo pensé qu
En los días que Ximena estuvo hospitalizada, Mariana la acompañaba todos los días. Lisandro había modificado el expediente médico de su esposa, describiendo su condición como muy grave, lo que permitía que ella se quedara más tiempo en el hospital y no tuviera que regresar a la cárcel. Durante este
Él no quería hablar más y entró en la habitación del hospital para visitar a su abuelo. En cuanto Gonzalo vio que Lisandro había llegado, se apresuró a gritar «hermano» se levantó de al lado de Ramón, y se paró a un lado con una actitud extremadamente respetuosa.Ignacio, siendo joven, apenas cumpli
Armando había salido del hospital cuando, justo en ese momento, Lisandro regresaba con Mateo después de hacer unas compras. Últimamente, el niño no tenía mucha hambre, y su carita regordeta ya no estaba tan redonda. Susana se esforzaba cada día en prepararle platillos deliciosos y variados, pero él
—Eres tan parecida a tu madre en carácter. ¡No creo que la hija de ella fuera capaz de cometer un asesinato! —dijo. Ximena soltó una risa baja, así que creía en su madre.—Mi recuerdo de mi madre es muy vago, ya ni siquiera recuerdo cómo se veía. Es posible que no haya crecido como ella esperaba —r
Estos días, Sofía pasaba todo el día junto a Carlos. Su mundo había sido completamente ocupado por él, lo veía por todas partes. Ni siquiera había ido a visitar a su abuelo Ramón en el hospital. Había querido hacerlo, pero cuando Carlos le dijo.—Puedes ir, ¡estaré bien solo en el hospital! Si neces