Ximena no dijo nada, se dio la vuelta y caminó hacia un lugar sombreado para sentarse. Finalmente, podía salir a respirar aire fresco y mirar al cielo. Lamentablemente, el cielo dentro de los altos muros era solo un pequeño fragmento. Era como un pájaro encerrado en una jaula, asfixiante. Al ver que
Mariana y Teresa habían pasado dos días en el hospital y aún no encontraban testigos que hubieran visto a aquella mujer. Era muy tarde cuando ocurrió y la mujer había salido por la puerta trasera, por donde usualmente no pasaba mucha gente. Parecía que esta pista iba a resultar en un callejón sin sa
Bianca estaba decidida, ese día estaba resuelta a acabar con la vida de Ximena. Afortunadamente, Ximena llevaba consigo algunos hisopos de algodón afilados en su bolsillo. Agarró los hisopos y apuñaló con fuerza la mano de su atacante, haciendo que el cuchillo cayera al suelo.La mujer, soportando e
—¡Todos ustedes, fuera de aquí!Con un rugido bajo, los policías no se atrevieron a detenerlo. Entró rápidamente en la habitación y al ver a Ximena, pálida y con los ojos cerrados, yaciendo en la cama como una delicada muñeca de porcelana, sintió un fuerte apretón en el pecho. Tomó firmemente la man
Diego asentía una y otra vez. Solo le importaba el desarrollo de su carrera y no tenía interés en la vida privada de los demás. Además, comprendía que la Familia Mendoza era un clan grande y que las relaciones de intereses eran complicadas y enredadas. La repentina aparición de una hija ilegítima po
—¿Tienes el WhatsApp del señor Mendoza y no me lo dijiste antes? ¡He ido tantas veces a la Corporación Mendoza y siempre me han dejado esperando! —Regina expresó con fingido enojo. Diego se tocó la nariz y dijo.—El señor Mendoza es una persona importante y siempre está ocupado, ni yo mismo pensé qu
En los días que Ximena estuvo hospitalizada, Mariana la acompañaba todos los días. Lisandro había modificado el expediente médico de su esposa, describiendo su condición como muy grave, lo que permitía que ella se quedara más tiempo en el hospital y no tuviera que regresar a la cárcel. Durante este
Él no quería hablar más y entró en la habitación del hospital para visitar a su abuelo. En cuanto Gonzalo vio que Lisandro había llegado, se apresuró a gritar «hermano» se levantó de al lado de Ramón, y se paró a un lado con una actitud extremadamente respetuosa.Ignacio, siendo joven, apenas cumpli