—Aquí, las personas que estamos retenidas temporalmente, podemos evitar ser molestadas, pero hay una regla.—¿Qué regla? —preguntó.—Llevar un mensaje a nuestras familias cuando salgas, en nuestro nombre. Que veas cómo están. —respondió.Ante la oportunidad de resolver asuntos pendientes con una son
—¡Fue por culpa de Elena! A mi hermano no le agradaba, pero siendo ella la hermana de Carlos, no le gustó ver cómo la trataban. ¡Es obvio que se enojó con mi hermano! —alegó Sofía. Teresa agitó su mano.—No es así.—Entonces, ¿qué pasó? —Se acercó a Sofía y suspiró antes de hablar. —Hace años, él
Rebeca, sabiendo que esa mujer no era fácil de tratar, titubeó un poco y luego relató lo ocurrido aquel día. Griselda, al enterarse de su relación con su esposo y que Amado era hijo de José, había llegado con sus secuaces y armó un gran escándalo. No solo golpeó a Rebeca, sino que sus padres, María
Ximena no dijo nada, se dio la vuelta y caminó hacia un lugar sombreado para sentarse. Finalmente, podía salir a respirar aire fresco y mirar al cielo. Lamentablemente, el cielo dentro de los altos muros era solo un pequeño fragmento. Era como un pájaro encerrado en una jaula, asfixiante. Al ver que
Mariana y Teresa habían pasado dos días en el hospital y aún no encontraban testigos que hubieran visto a aquella mujer. Era muy tarde cuando ocurrió y la mujer había salido por la puerta trasera, por donde usualmente no pasaba mucha gente. Parecía que esta pista iba a resultar en un callejón sin sa
Bianca estaba decidida, ese día estaba resuelta a acabar con la vida de Ximena. Afortunadamente, Ximena llevaba consigo algunos hisopos de algodón afilados en su bolsillo. Agarró los hisopos y apuñaló con fuerza la mano de su atacante, haciendo que el cuchillo cayera al suelo.La mujer, soportando e
—¡Todos ustedes, fuera de aquí!Con un rugido bajo, los policías no se atrevieron a detenerlo. Entró rápidamente en la habitación y al ver a Ximena, pálida y con los ojos cerrados, yaciendo en la cama como una delicada muñeca de porcelana, sintió un fuerte apretón en el pecho. Tomó firmemente la man
Diego asentía una y otra vez. Solo le importaba el desarrollo de su carrera y no tenía interés en la vida privada de los demás. Además, comprendía que la Familia Mendoza era un clan grande y que las relaciones de intereses eran complicadas y enredadas. La repentina aparición de una hija ilegítima po