Al ver que Ximena no quería llamar, Diego pidió a Sofía que lo hiciera y esta sonriente, sacó su celular para llamarlo. Cuando la llamada se conectó, le quitó el teléfono antes de que pudiera hablar y, mientras hablaba, se dirigió hacia fuera. Mariana notó el desagrado en el rostro de Sofía y se enf
Ximena había bloqueado a Sofía en sus redes sociales también. Si no fuera por Mariana, que la había contactado, habría decidido cortar lazos con ella también. Lo que más odiaba era la traición y el engaño. Si uno busca amistades genuinas, no deberían existir secretos. Probablemente, ella, al igual q
Ella con la mente en tumulto, asintió con la cabeza. Desde que subieron al auto, Carlos había tomado su mano de manera natural, como si fueran una pareja muy cercana. Ella quería retirar su mano, pero pensó que parecería pretencioso, después de todo, solo estaban tomados de la mano. Al llegar al ho
Ximena no hizo caso del tumulto emocional en la mirada de Lisandro, habló fríamente.—¡Llévalo al hospital ahora mismo!Gael, conteniendo el dolor, tiró suavemente de ella con su mano ensangrentada, temiendo que irritara a alguien tan cruel y despiadado como Lisandro.—¡Si tiene agallas, que me mate
—De ahora en adelante, esta será tu casa.—¡Esta nunca ha sido mi casa!—¿Podrías dejar de ser tan terca? ¡Ningún hombre puede soportar eso! —Lisandro se irritó.Ella se giró, mirando al hombre que la superaba en altura por más de una cabeza, con una voz fría.—Nunca he insistido en que ningún hombr
Lisandro observó cómo se alejaba Ximena. La luz de la luna parecía cubrir su frágil figura con una capa de escarcha. En un arrebato de ira pateó una silla cercana. Daniel entró cautelosamente y comentó:—Jefe, si se fue, se fue. Has hecho mucho por ella últimamente. ¿Cuánto esfuerzo y dinero has gas
Ximena no dijo nada, vio que ya era tarde, saludó a Daniel con la mano y se fue. Esa noche, no durmió tranquila, su sueño fue intermitente, lleno de sueños constantes. El comportamiento de Gael había revivido sus malos recuerdos. Se levantó varias veces a beber agua, se acostaba de nuevo, y se revol
—¿Un secreto? ¿Qué tipo de secreto? Lisandro frunció el ceño, y un atisbo de irritación cruzó sus ojos. Siempre le había desagradado gente como Diego, que se comportaban como moscas oportunistas. Ahora, al descubrir su verdadera identidad, este tenía la audacia de centrar sus esquemas en él.» ¡Un