—¡La está golpeando, está golpeando!Él no era el tipo de caballero que no golpeaba a las mujeres. Si alguien le caía mal, ¡no importaba si era hombre o mujer! Aunque ella estuviera con Lisandro, el atreverse a conspirar contra Ximena significaba enfrentarse a él. Elena cayó al suelo tras el golpe,
—¡Él es el verdadero padre de Valentín! Ya le has fallado mucho a Valentín, —dijo Carlos.—¡No me hables de ese bastardo!Estalló Elena de repente, volcando la caja de medicinas que tenía al lado. El yodo, algodón y alcohol se esparcieron por el suelo. Su hermano se apresuró a agacharse para recoger
Le entregó un grueso fajo de documentos y mencionó muchos términos oficiales que ella no logró comprender del todo. El punto esencial era que el 70% de las acciones del centro comercial serían suyas. Con solo firmar el acuerdo, se convertiría en la dueña del centro comercial más grande de Nubiazura,
Ximena también llegó a esa misma conclusión. Con toda su sinceridad, lo que recibió a cambio fue una falsa traición, solo un juego para aquellos ricos.—Si es así, prefiero usar mi juventud para ganar dinero en lugar de desperdiciarla. ¡No quiero nada gratis!—Además, ¡Felicia es su hija! Estuvo aus
—Nos vamos a divorciar, no hay discusión. Es el fin. Nos vemos en el registro civil en tres días, cuando termine el período de reflexión.Dicho esto, se dio la vuelta y regresó a la casa. Lisandro también estaba furioso, sin entender por qué estaba tan enojada. Tan solo el día anterior, todo estaba
—No me refería a eso. Lo que quiero decir es... —Diego apresuradamente suavizó su tono y, tomándola de la mano, explicó—. Hay tantas mujeres en el mundo, todas quedan embarazadas y tienen hijos, ¿alguna de ellas come lo que quiere cuando quiere?—¡Solo quiero una lima verde! No te he pedido que comp
» ¡Quién lo hubiera pensado! ¡El señor Mendoza, a quien siempre hemos querido conocer, está justo a nuestro lado! ¡Mari! El señor Mendoza trata tan bien a Ximena, seguramente le gusta mucho y no quiere divorciarse. Si encontramos una forma de reconciliarlos, él seguramente apreciará nuestro esfuerzo
Diego había pasado tres días y tres noches vigilando fuera de la Corporación Mendoza.Pero no logró ver a Lisandro. Regresó a Nubiazura exhausto y derrotado. Mariana tampoco tenía el número de teléfono, lo cual llevó a Diego a quejarse largo rato, culpándola de su mala suerte y de haber perdido esa