Capítulo 0087
Desde el coche, Mariana gritó alegremente hacia ellos: —¡Dense un beso, un beso!

Diego trató de calmar a Mariana, intentando que no hiciera más escenas.

Pero ella se resistió, y siguió gritando para que Lisandro y Ximena se besaran: —¡No entiendes nada! ¡Estoy alentando el amor!

Ximena rió tímidamente, su rostro enrojeció, sosteniendo a Lisandro por el cuello, se puso de puntillas y le dio un beso fugaz en los labios.

Lisandro quedó momentáneamente paralizado.

Aunque el contacto con los lab
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