Una suave brisa sopló, y los pétalos rosados cayeron alrededor, creando una escena digna de un cuadro.Un ambiente tranquilo y sereno impregnaba el lugar, evocando un sentimiento de que todo estaba bien en el mundo.Ximena sacó su teléfono y les tomó una foto. En ese instante, la distancia que siempre parecía separarla de Lisandro pareció acortarse, aunque fuera un poco.Ximena se acercó y tomó la pequeña mano de Felicia.Algunas estudiantes pasaron junto a ellas, saludando con la mano a Lis
Lisandro frunció el ceño.Sofía había estado investigando para Elena últimamente, y no esperaba que encontrara Nubiazura tan rápido.Después de llevar a Ximena y Felicia a su piso y dejar a la niña, Lisandro se volvió para salir.—Lisandro, ¿adónde vas? —preguntó Ximena.—Tengo un asunto pendiente —respondió.—¿Qué asunto? —preguntó Ximena casi por reflejo.Inmediatamente después de hacer la pregunta, sintió remordimientos. Con la relación que mantenían, no debería entrometerse en los asun
—Tía, ¡eres la mejor!—¿Diego no ha vuelto todavía? —preguntó Ximena mientras le servía a Mariana una copa de vino blanco.—Ha estado increíblemente ocupado últimamente. Regresa a casa en las primeras horas de la madrugada, tiene muchos compromisos y cenas. Es inevitable —dijo Mariana. Al observar la etiqueta de la botella de vino blanco, expresó su sorpresa:—¿De dónde sacaste este vino?—¡Lo trajo mi esposo! —respondió Ximena.—Ena, ¿sabes qué tipo de vino es este? ¡Romanee-Conti Grand Cr
El ambiente en la sala privada se tornó completamente silencioso, tan quieto que se podría escuchar caer una aguja.—¿De qué hablabas con esa mujer? —quiso saber Lisandro, ¿cuál era la actitud de Ximena hacia Gael? ¿Realmente era tan indiferente como parecía?Ella ahora era su esposa y no deseaba que Ximena todavía tuviera sentimientos por otro hombre.—No hablamos de mucho. Sólo le pregunté... ay, grabé la conversación. Te la haré escuchar.Sofía encendió la grabadora.Lisandro escuchó a X
El rostro de Lisandro se oscureció, sus manos se cerraron en puños y las venas resaltaron en el dorso.Jorge sonrió nerviosamente: —¡Son solo rumores! No hay que tomárselos en serio. En cualquiera de estas versiones, la señora es la víctima. Y curiosamente, el cumpleaños de la señora es el 29 de abril, en solo siete días, ¡el mismo día que tiene programado divorciarse del señor!¿29 de abril?Lisandro frunció el ceño.El 29 de abril de hacía cinco años fue precisamente el día en que fue enga
—¡Y yo no soy un hombre cualquiera! Con esa figura tuya, la verdad, no me atraes en absoluto —bromeó Lisandro.—¿Quién dice que soy flaca? ¡Solo soy delgada! ¡Y tengo curvas donde deben estar! ¿No has oído el dicho? «Delgada con ropa, con curvas sin ella». ¡Eso me describe a la perfección! —dijo Ximena, moviéndose como si quisiera demostrarlo.Lisandro sintió, de alguna manera, que ella decía la verdad. Se calentó y la sujetó por los hombros: —¡No te muevas así! ¡Vas a provocarme de nuevo!Xi
Ximena pensó que todo había sido obra de Gael. Tanto ella como Marcela se habían negado rotundamente a firmar, incluso habían devuelto el contrato.—¡De todos modos, no! No quiero causarte problemas —dijo Ximena.—¡Ahora somos esposos, pero siempre actúas como si fuéramos extraños! —replicó Lisandro, algo irritado.—No es que te esté tratando como a un extraño —defendió Ximena—. Incluso si fuéramos realmente esposos, no querría que le pidieras favores a tus parientes. Estas cosas ponen a tus
Ximena dio un paso hacia atrás para dejar la entrada libre, y Rebeca, con una mano sosteniendo su voluminosa cintura, entró con paso decidido y exagerado.Contrario a su comportamiento habitual, ese día Rebeca saludó a Lisandro tan pronto como entró y le preguntó cómo estaba con genuino interés.Lisandro, por su parte, no tenía ganas de interactuar con Rebeca y simplemente murmuró un par de «mmm» como respuesta.Esto no pareció molestar a Rebeca, quien incluso llegó a comentar que Ximena habí