Un poco nervioso por la actitud provocativa de Sofía entró en la habitación a pasos lentos. Se acercó a la mesa de billar y colocó sus manos en la cintura de la joven. Lentamente comenzó a besar su barbilla, uno, dos, tres besos hasta bajar por su cuello.

Sofía sentía que su piel se erizaba con cada beso, cerró los ojos para disfrutar el momento que tanto había deseado desde su último encuentro y con delicadeza acercó sus manos a los firmes glúteos del hombre y comenzó a apretarlos.

-¿Te encanta hacer eso no?

-Mmm.

Gimió Sofía.

En realidad le encantaba hacer eso y cualquier cosa que implicara tocar su cuerpo desnudo.

Michael abrió las piernas de Sofía y se metió entre ellas mientras ella las cruzaba atrapándolo, acercó su miembro a su entrada y comenzó a bajar los tirantes de su baby doll.

-Eres tan sexy.

Me encantas...

Continuó besando su cuello hasta llegar a sus jugosos y redondos pechos, los desnudó por completo y comenzó a chuparlos mientras le susurraba cosas.

-Mmm, me encantas,