Mientras Sofía se duchaba Nana bajaba a prepararle su desayuno.¡Ring, ring!-¿Diga?-Nana, soy yo... Michael. Te llamaba para avisarte que iré temprano a comer con Sofía, ella no lo sabe, no le digas, además tendré una reunión en la noche con Ashley en casa, necesitamos planear todo muy bien para evitar sorpresas e inconvenientes.-Realmente ¿cree que sea conveniente?-No tengo muchas opciones Nana, es eso o en un hotel a su merced, no puedo arriesgarme, ahora menos que nunca.-Está bien, lo esperamos para comer entonces...-Claro, otra cosa...-Dígame señor.-¿Podrías cortar una docena de rosas?-Claro, ¿dónde quiere que las coloque señor?-Dáselas a Sofía. Bueno, tengo que volver al trabajo, nos vemos más tarde Nana.-Sí señor.Duuuuu...Colgó, se sentía avergonzado de que Nana supiera que quería darle flores a Sofía, nunca había hecho, se sintió como un tonto y cursi adolescente.(Vaya, por fin descubrió que para que una mujer lo ame primero tiene que amarla él.)Antes de que Sofí
-¿Celosa yo? Para nada... Sólo que yo misma he escuchado como se expresa esa mujer y no dejaré que le falte al respeto a mis empleados. Dijo después de terminar el beso. Los empleados escucharon la pequeña discusión incómodos y al mismo tiempo conmovidos por las palabras de su señora, ella realmente se preocupaba por ellos.-Ja, te tomas muy en serio el papel de señora de la casa, hasta te preocupas por los empleados.-¿Eso te molesta?-Para nada. ¡Me excita! Le susurró en su oído antes de continuar mientras ella se sonrojaba.-Me agrada que los tomes en cuenta.-Es lo mínimo que puedo hacer si trabajan atendiéndome, además son mi compañía y se preocuparon por mí la noche que me perdí.-Está bien. Cambiando de tema, no puedo hacer la reunión en otro lugar, inicialmente Ashley quería hacerla en un hotel pero eso implica muchas cosas que no puedo ver ni controlar y no quiero correr el riesgo de terminar drogado en su cama así este es el mejor lugar para eso, por eso lo decidí así
Llegadas las diez de la noche Ashley se presentó en la mansión, todos estaban listos para recibirla, en especial la nueva mucama.-Buenas noches señorita... El señor está en su habitación arreglándose, no tardará en bajar, acompáñeme a su oficina.Saludó respetuosamente Nana, mientras Ashley la ignoraba como de costumbre.Levantó el rostro y la siguió.-Jamás pensé que viviría aquí, no es mi estilo pero reconozco que tiene buen gusto. Aunque me parece exageradamente pequeño, ¿por qué tiene tanto jardín? Prefiero una mansión amplia por dentro y con poco jardín que al revés.(Esta mansión está diseñada para mi esposa, no para tí.)-No se preocupe señorita, usted no vivirá aquí así que no importa si el diseño de la mansión no es de su agrado, no fue pensada en usted.-¡Cómo te atreves a hablarme así est...-¿Acabas de llegar y ya vas a molestar a mis empleados? Interrumpió Michael. Evitando que los insultos hacia Nana se proyectaran.-Tu empleada me ofendió, ¿qué esperabas que hiciera?
*En la cocina*-¿Cómo le fue señora?-Supongo que bien, cuando se percató de que yo le respondí la llamada le pidió que me despidiera y casi me abofetea, pero el señor se lo impidió.Es muy hermosa, aunque su carácter y su forma de tratar a las personas es horrible.Sofía por fin pudo expresar su opinión sobre la mujer que acababa de ver, le había parecido que Ashley era tan bonita que se sintió insegura de sí misma, nunca le había importado su apariencia física, pero ya que ella era la ex-prometida de su esposo y por lo poco que había escuchado sabía que él la había amado mucho, sentía que era poca cosa comparada con aquella mujer rubia, se sentía fea.-La señorita Ashley siempre fue así aunque no tan descarada, ahora insulta a las personas delante del señor sin importarle lo que piense, después de todo el ya conoce su peor cara.-Aún así, es realmente hermosa, sus ojos azules, su piel blanca, es alta, delgada, su cabello rubio perfectamente alisado, su ropa impecable, parece una mod
Ashley intentó acercarse a Michael creyendo que necesitaba consuelo porque aún le dolía lo que había sucedido entre ambos hacía seis años.-Michael, lo lamento, no te pongas así... Sé que aún te duele, pero he cambiado, yo te amo y quiero estar contigo, quiero casarme contigo y ser tu mujer, quiero ser tu compañera para toda la vida.-Ja, no me hagas reír.Quiso acariciar su rostro pero él apartó su mano de un manotazo.-No te atrevas a tocarme con esas manos asquerosas.-Michael no me hables así, no tienes derecho a insultarme.-Entonces ¡lárgate de mi casa!Si te pedí que nos reuniéramos aquí fue para evitar que trataras de drogarme y fingieras que me había acostado contigo, pero veo que resultó igual. Si ya firmaste lárgate y si no vete y llévate el contrato para que tu padre lo revise, no me interesa si mi padre me despide de la empresa por esto, nadie la puede administrar mejor que yo así que dile lo que quieras, el sabrá si te cree.Al ver que Michael estaba fuera de control y q
-Nana, por favor haz que limpien la oficina del señor Adams, está hecha un desastre, los papeles que los coloquen todos juntos, no es necesario que los separen por asunto, sólo hay que recogerlos y limpiar el café en el piso y el escritorio, tengan cuidado de no cortarse hay trozos de las tazas en el piso.-¿El señor está bien?-Me temo que no Nana, lo acompañaré a que tome un baño caliente, por favor, prepara una tetera con té de jazmín y cuando esté lista súbela a su recámara, no bajaremos a cenar así que en cuánto terminen sus tareas pueden cenar y subir a descansa y una disculpa a todos; sé que es tarde y están cansados, no esperaba que todo saliera tan mal.-Cuando se trata de la señorita Ashley todo siempre sale mal. No se preocupe, por lo menos esta vez tiene a alguien que pueda ayudarlo a calmarse.-Subiré a verlo, buenas noches Nana y gracias por todo.-Buenas noches señora.Nana dió las órdenes a todos los empleados mientras Sofía subía a ver a su esposo.(Vaya, no parece ha
Al escuchar las palabras de Sofía el alivio se apoderó del cuerpo de Michael, su esposa, la mujer de la que se estaba enamorado acababa de decirle que lo quería, tal vez estaba más cerca de amarlo de lo que ambos creían.(Por qué dije eso... No importa ya lo dije y de todas maneras tarde o temprano se daría cuenta.)Después de unos segundos Sofía tomó el rostro de su esposo entre sus manos y comenzó a darle pequeños besitos de piquito por todo el hermoso y compungido rostro del hombre.-Vamos, ya estás limpio, hay que salir o te vas a resfriar. Nana preparó té de jazmín, ya debió haberlo subido; se enfriará y no sabrá bien, tampoco te relajará.-Está bien.-Espera...Salió rápido de la bañera y fue por un par de toallas y batas.Lo hizo salir y luego comenzó a secarlo suavemente, primero sus piernas, luego su abdomen, su tórax, su espalda, su rostro, su cabello y por último sus glúteos y su miembro.Esto último la hizo ruborizarse. Escondió su rostro para que el hombre no lo viera y d
Aquella frase cortó todo sonido en la habitación, incluso el generado por la secadora de cabello. Mientras el continuaba secando el cabello de su esposa con delicadeza y ella estaba sentada muda sin saber qué decir.-Listo, ya he terminado. Ahora cámbiate, no quiero que te enfermes.-...(¿Qué ha sido todo esto?)-Me daré la vuelta y cerraré los ojos para que no vayas hasta el baño, no camines, tus pies están hinchados.(¿Eh?)Sofía miró sus pies y era verdad, eran como dos tamalitos rellenitos de masa, ni siquiera ella había notado la hinchazón en sus pies, pero Michael a pesar de que parecía perdido en sus pensamientos lo había notado; en realidad no tenía ningún fetiche ni nada parecido, pero los pies de Sofía le gustaban desde la primera vez que los vio, eran pequeños, blancos, suaves y un tanto gorditos, así que los miraba cuando tenía oportunidad y sentía ternura, por lo que no le fue difícil notar que esta vez estaban mucho más rellenitos de lo normal porque estaban hinchados.