Hanna BeckerNew YorkMe encaminé con Levina a su oficina, iba un poco llena de miedo y de nervios. Me inspiraba algo dentro de mí, un miedo inexplicable a que ella me fuera a despedir del estudio, de algo que me costó mucho conseguir. Me sentía demasiado preocupada en ese momento por mi futuro, pues esta mañana, al terminar con Devin, nunca me pasó por la mente que esto iba a pasar, que podía existir la posibilidad de perder mi trabajo, el que tanto me había costado conseguir. De cualquier modo, lo hecho ya estaba hecho y no se podía hacer nada para remediarlo.–Pasa, cierra la puerta y toma asiento, por favor, Hanna – Me pidió Levina – Tenemos muchas cosas de que hablar.–Claro Levina, tú dirás – Respondí con sobrada tranquilidad – Adelante, te escucho.Levina me miraba fijamente, era de esas personas de mirada muy pesada, pero pese a eso, yo se la pude sostener sin problema. Yo no había hecho nada malo, por el contrario, me sentía tranquila de haberle puesto punto final a tantas me
Devin BeckerNew YorkEso había sido el final, vi como caminaban las dos hacia la oficina de mi madre. Parecía como si yo ya no tuviera nada que hacer aquí, no me podían negar que ese había sido el plantón más grande de parte de ellas dos, pero ya nada podía hacer, era bien sabido que yo para arquitecto no había nacido y mucho menos para una relación amorosa, había fallado en ambas cosas.–Hasta aquí llegué, no soy nada para nadie, amigo, soy la peor de las basuras.Cuando se fueron Hanna y Levina, me dio mucho coraje, yo siempre era el que salía perdiendo en todo esto, de seguro ahora a ella la iba a poner en alto, yo siempre la decepcionaba, era el peor hijo que le había tocado, cuando era yo el que siempre hacía lo que ella pedía, no era justo que la estuviera pasando tan mal, nada me salía como quería, era un fracaso para todo.–No puedo creer que dijeras eso Devin, no puede actuar así, Hanna, ha sido muy buena contigo, ella se ha preocupado por tu bienestar y tú le pagas de esa m
Devin BeckerNew YorkDaniel sonrió, estaba seguro de que no lo estaba tomando como una broma, porque Hanna, pintaba para la sucesora de Levina Becker, y estaba bien, que ella le diera todos los gustos que yo no le había dado, que se sintiera orgullosa de su ex nuera, que yo seguiría en lo mío, ya estaba bueno ser el segundón del estudio, mucho más que todos los demás.–Puede que sea cierto, pero acuérdate que eso sería una muy buena noticia para ti, al no estar Levina, tú tendrás toda la libertad para comenzar tu nueva carrera, eso te va a servir para hacer lo que en verdad te gusta, vas a tener más tiempo para dedicarte a la cocina.No quería deberle favores a nadie, pero en eso también tenía razón Daniel, si no fuera por Hanna, seguiría más amargado de lo que ya estaba, le agradecía la iniciativa de su parte, pero ahora iba a ser más difícil para mí, tenía que cumplir aquí mi parte y luego apañármelas para ir a la escuela de gastronomía, cambiaría el horario de entrada, no importa
Hanna BeckerNew YorkEse día en el estudio, después de todo lo que había pasado entre Devin y yo, comencé a sentir un dolor muy fuerte en la boca del estómago. El dolor se estaba apoderando de mí y mi cuerpo, lo estaba canalizando de esa forma. Quise distraer mi mente, de la maravillosa última noche que compartí con Devin, pero nada me estaba dando resultado. Me sentía muy triste y sin darme cuenta, las lágrimas empezaron a caer sobre mi mesa de trabajo y Katie, se preocupó de inmediato por mí.–Hanna, ¿Qué tienes cuñada? Estás llorando – Katie me miraba asustada – Si te sientes mal, puedes irte. No me gusta verte así.Yo no iba a dejar de hacer mi trabajo, esto no tenía nada que ver con eso, pero si era un dolor de no poder estar con mi amado Devin.–Katie, sé que no es el lugar, ni tampoco el momento de decir lo que me pasa, pero ya no puedo más – Me llevé ambas manos a la cara y lloré desconsolada – Amo a Devin, pero no puedo estar con él Katie. Me duele mucho haberle hecho daño.
Hanna BeckerNew YorkKatie se quedó mirándome con una mezcla de admiración y sorpresa. Ella no podía creer que, yo acabara de revelarle esa parte de mi vida y el motivo real de mi decisión de dejar a Devin. Ella, tardó un poco en asimilar esto y yo, sentía que ese tiempo pasaba demasiado lentamente, pues me daba miedo que jamás llegara a asimilarlo de buena forma y que se fuera a enojar horriblemente conmigo.–Hanna, no tengo motivos para juzgarte. Tú debes tener tus razones – Me dijo Katie – Pero, creo que tienes que hablar con Devin. Él está creyendo que no lo amas y no lo veo nada bien.–No lo sé, cuñada. No quiero hablar esto con él, por eso lo he dejado – Admití – Porque, me resulta siempre más fácil, irme y dejar las cosas, así como están, pues conociendo a Devin, no me perdonará por todas las mentiras que le dije de mí y de mi familia.Y bien que me lo merecía, no debí siquiera abrir la boca, con que me hubiera hecho la loca hubiera sido suficiente, ahora estaba metida en más
Devin BeckerNew YorkEste día me estaba pesando demasiado y lo que era peor, tenía que sacar todos los pendientes que tenía en el estudio, yo no veía el día y la hora para largarme de este lugar, donde cada día que pasaba me pesaba más estar viniendo. Ahora a todo lo demás, que no me gusta estar en el estudio, se le suma el problema de Hanna, que no tengo ni idea, de lo que quiera hablar conmigo y para que me quiera.Lo que sea, a mí ya me da igual, no es relevante para mí. Mi amigo Daniel notó mi desánimo y quiso como siempre, animarme, no sé qué era lo que él veía en Hanna, si la que había tomado la iniciativa de terminar con lo nuestro, había sido ella, no había por qué estar rogando, no me iba a poner de su tapete, para que me estuviera pisoteando las veces que quisiera, pues se le había acabado su imbécil.–Devin, tienes que calmarte amigo, por favor. Hanna, quiere hablar contigo y eso es una buena señal – Me dijo mi amigo – A lo mejor, lo ha reconsiderado y quiere estar contigo
Devin BeckerNew YorkNos dirigimos para allá, en silencio y sin hablar y cuando nos internamos en el parque, llegamos a una zona bastante tranquila y ella dejó sus cosas en una banca, al igual que yo y quedó de pie frente a mí, sus ojos los notaba raros y esperé a que me dijera de una vez, lo que había venido a decirme, que lo dijera de una vez para poder ir a seguir con mi vida.–Devin, primero que nada, muchas gracias por aceptar que nos viéramos el día de hoy, pensaba que me ibas a rechazar, pero aquí estamos y te lo agradezco de verdad – Agradeció – Yo, tengo tantas cosas que quiero decirte y no tengo idea de por dónde empezar ahora que te tengo frente a mí.Al escucharla, se fue al traste lo que había pensado unos momentos antes, de dejarla que hablara solo ella, me molestaba que ahora no sabía ni como comenzar una conversación, si ella era de las que no dejaba hablar al otro o por lo menos siempre decía la última palabra, para marcar siempre su territorio, para dejar bien en cl
Hanna BeckerNew YorkMe encontraba desesperada porque, Devin, como era de suponerse estaba muy molesto y yo, sinceramente no sabía como hacer que él se pudiera calmar. Miré sus gestos desesperados, como se jaló el cabello y me miró pidiendo una explicación más detallada de lo que le acababa de decir y yo, no tenía más remedio que dársela.–Devin, nunca quise hacerte daño y es en serio lo que te digo – Le dije con sinceridad – Te amo y es la única verdad que debería importarte. Sí tu quieres, podemos empezar de cero, podemos hacer las cosas bien y ser felices.Por lo menos que pudiéramos intentarlo, ya yo le estaba confesando mi amor por él, ya teníamos un punto a nuestro favor, los dos nos amábamos.–No Hanna, ya no podemos nada – Me miró con furia – Tú y yo, no tenemos nada que ver. Lo siento mucho y que seas muy feliz, pero no será conmigo a tu lado. Tú lo dejaste claro y con esto que me dices, jamás volveré a confiar en ti.Pero eran errores que quería enmendar, y estaba segura qu