Devin BeckerNew YorkNos separamos del beso Hanna y yo y de verdad que esto no me lo había esperado, teníamos mucha química, no lo quería reconocer y por eso éramos que estábamos todo el tiempo, discutiendo y llevándonos la contraria, por la tensión sexual que existía entre ella y yo.–Yo creo que mejor los dejo solos, estoy de más aquí – Nos dijo Janet.Yo estaba que le decía que sí, que no había problemas en que se fuera, pero sí lo había, Hanna, no me iba a dejar que le hiciera el amor, ayer me lo dejó muy claro, pero ahora sus ojos me decían otra cosa, estaba seguro que estaba excitada al igual que yo, sus pupilas estaban dilatadas.–No Janet, no te vayas, si apenas llegamos, es que Hanna y yo, no nos hemos visto en todo el día, apenas hoy en la mañana, pero no te preocupes.Dije para salir de la embarrada en la que me había metido, solo a mí se me ocurría querer molestar a Hanna, ella parecía haber disfrutado del dichoso beso, la veía y ella me miraba con lascivia sin disimular,
Hanna BeckerNew YorkJanet se quedó un rato más conviviendo conmigo y con Devin, era una chica muy agradable y me cayó bastante bien y parecía ser que, a ella, le pasó lo mismo conmigo, porque en ningún momento le vi ganas d quererse ir. Devin lucía bastante incómodo, no parecía sentirse nada bien, con la plática que se había dado entre su amiga y yo.Lo sentía mucho por mi esposo y por sus intentos infructuosos, por hacerme sentir mal. Nada parecía funcionar para él y todo estaba resultando bien para mí, para que aprendiera a no meterse conmigo.–Devin, mi amor – Volví a molestarlo – Ya que Janet está aquí, deberíamos invitarla a cenar. Claro sí ella acepta, por supuesto.–Gracias Hanna, yo encantada de quedarme – Respondió Janet – Sirve que, espero a que llegue Danielito, siempre anda por aquí y quiero por fin, decirle que, lo quiero y que siempre me ha interesado más que cómo un amigo.Yo me quedé callada, no sabía que Janet quería algo con Daniel, pero ahora que me estaba dando c
Hanna BeckerNew York–Por primera vez, me alegro de los malos y nefastos modos de tu marido – Susan reía – Porque le dejó claro a esa mujer, que Dany está conmigo.–No te creas Susan – Respondí un poco apenada – Su amiga es muy buena persona, me sentí hasta mal por ella. Imagínate que, la había invitado a cenar y cuando Devin le dijo eso de ustedes, ella decidió irse, la pobre se sintió pésimo. Devin, fue muy vil.–Sí amiga, en eso tienes razón. Tu marido es vil y ya me imagino la cara que debió poner, esa pobre chica – Dijo Susan – Pero bueno, te llamaré mañana porque iré a cenar con mi amado Dany. Estaremos en un restaurante que él y Devin aman, es más deberían alcanzarnos.–Claro, le diré a Devin ahora que regrese. Yo pensaba de todos modos, decirle que, fuéramos a cenar y si es con ustedes, dudo mucho que, él se niegue.Ya no tenía que rogarle que saliéramos a cenar, con su amigo ya en el restaurante, de seguro aceptaría de inmediato, estos vivían unidos la mayor parte del tiempo
Devin BeckerNew YorkSi no llego a tiempo, ella hubiera sido capaz de quemar la casa con ella adentro, era de cuidado esta mujer, un solo descuido y ya estaríamos en la calle. Veía lo que habia echo con el sobre donde guardaba las fotos con Vivianne, en una de las ollas, que había traído de París.– ¿Se puede saber con qué permiso tomas mis cosas?, esto está mal Hanna, no tienes por qué tocar las cosas que no te pertenecen, esta olla está arruinada por completo.No respetaba el espacio ni las cosas ajenas, ella se metía en las cosas que no debía, eso le va a costar muy caro y ni siquiera estoy hablando de dinero, porque no me interesa su dinero, no me hace falta. Era el valor sentimental que nunca sería comprado.–Mira, lo siento de verdad Devin, me entretuve un minuto y fue que ocurrió el accidente, no te preocupes la olla la puedo conseguir.Ahí estaba ella pensando que por unos billetes, iba a poder saldar esta deuda que se acababa de ganar conmigo, ella ni se había enterado ni se
Devin BeckerNew YorkMe sentía cansado física y anímicamente, ante lo que acababa de pasar, hace unos momentos con mi olla, con mi preciada olla, que con tanto sacrificio había obtenido.Sé que fui un poco o un mucho tal vez, duro y cruel con Hanna, pero ella se buscó todo lo que le dije y hasta siento haberme quedado corto. Lo que más me había dolido de todo ese asunto es que, ella no tenía la menor idea de todo lo que yo sufrí, para hacerme de esa olla. Estando así tumbado en mi cama y con la mirada fija en el techo recordé con melancolía y con añoranza aquellos momentos.“Flashback Tres años atrás Concurso de cocina internacional París”Había viajado a París, acompañado de mi mejor amigo Daniel, quién era mi cómplice en toda esta aventura que, suponía para mí la cocina, que si por mí fuera sería mi actividad a la que me dedicaría por el resto de mi vida, era la que en verdad me hubiera gustado estudiar.–Gracias amigo, por venir acompañarme hasta estas tierras lejanas – Le agradec
Hanna BeckerNew YorkEstuve tocando en repetidas ocasiones, la puerta de la recámara que Devin ocupaba ahora que, las había dividido para él y para mí. Estaba encerrado ahí dentro, sin mostrar ningún signo de vida.–Devin, por favor ábreme –Lo llamaba desde afuera de la recámara–Vamos a cenar y así hablamos. Por favor, en serio quiero, arreglar las cosas contigo.Necesitaba hablar con él y pedirle disculpas, necesitaba que al menos me escuchara, que al menos entendiera un poco, algunas de mis razones y que realmente, yo estaba ocultando los celos que, me hacía sentir que todavía el pudiera albergar algún sentimiento por esa arpía de Vivianne, eso era algo que simplemente yo no podía soportar.–Devin, por favor, no seas así – Lo volví a intentar – No quiero que las cosas se queden así, en serio necesitamos hablar de esto. Tampoco es para que hagas de esto, un problema de mayores dimensiones Devin.Quise minimizar las cosas, pero veía que él no iba a ceder, estaba en las peores de las
Hanna BeckerNew York–Yo no entiendo nada, Hanna – Daniel dejó de comer su flauta para mirarme– Debes contarnos por favor con detalle todo lo que pasó para así poder entenderte un poco.Supe en ese momento al ver a Susan y a Daniel esperando, lo que yo les fuera a contar, que había llegado mi momento de hablar y de explicarles el motivo por el cual, Devin no me había acompañado a cenar con ellos, pero esta vez la culpable había sido yo, él estaba más que dispuesto a venir.Tomé un poco de aire y empecé a contarles, la versión resumida, de todo cuánto había pasado en casa, desde que Devin, se fue a llevar a Janet para después volver a encontrarse, con el desastre que yo había causado con la olla y todo solo por mí necedad de, querer quemar a como diera lugar, todos los recuerdos de esa infeliz de Vivianne.– ¿Sabes qué pienso, Hanna? Que Devin está loco – Dijo Susan, cuando terminé de contarles – En mi opinión no tenía porque, hacer tanto escándalo con una miserable olla.Yo no le hab
Devin BeckerNew YorkMe dio tanto coraje, esa noche tener que, encontrarme de nuevo con Hanna en la casa y la muy descarada, me dijo incluso “buenas noches”, no tenía ganas de tener ningún tipo de conversación con ella. En menos de una semana, esta mujer, se las había ingeniado para trastornar y arruinar por completo mi vida, haciendo que, me lamentara una y mil veces, por haber ido a Las Vegas.Esa noche, no pude ni conciliar el sueño, pensando en que esta mujer, se había metido con dos cosas invaluables para mí, con mis recuerdos y con esa olla que gané con el fruto de mi esfuerzo. Al día siguiente muy temprano, ella pidió algo de desayunar y ya tenía todo servido en la mesa para que desayunáramos, cuando me vio salir de la recámara, era el colmo con ella.Lucía feliz y contenta, como si todo estuviera perfecto entre nosotros, ella se la pasaba en su mundo como si con eso, a su alrededor no existieran los problemas, como si ellos se fueran a resolver por arte de magia, y eso no era