Devin BeckerNew YorkAl ver a Hanna en ese mini pijama, despertó en mí, cierta curiosidad de saber qué fue lo que habíamos hecho en Las Vegas, porque algo me tuvo que haber sucedido qué la había convencido de que nos casáramos.Me acosté y no podías reconciliar el sueño algo me lo impedía. Trataba de hacer memoria de la noche que nos habíamos casado porque quería recordar qué era lo que me había traído de ella pero al detallarla por completo me dieron ganas de darle un beso de robarle un beso.Escuchaba sus movimientos en la habitación que estaba ocupando dándome cuenta que ella tampoco podía conciliar el sueño y me vino una idea loca a la cabeza pero mejor la deseche si inicia vamos algo ahora el divorcio no podría llevarse a cabo.– ¿Se puede saber qué es lo que estás haciendo, Hanna? desde acá puede escuchar todo el ruido qué estás haciendo, si no puedes dormir ponte unos audífonos y escucha esa música espantosa que te gusta.Era inaceptable que estuviera moviendo tantas cosas en
Devin BeckerNew YorkEra casi imposible de creerlo, llevaba una logística, casi perfecta, eso no se lograba de un día para otro, creo que llevaba años arreglado su guardarropa, era como si estuviera en una tienda de ropa, en una de las exclusivas boutiques de la quinta avenida. Katie estaría fascinada de ver algo así.–Me sorprendes, Hanna, estaba seguro que esto estaría patas arriba, entonces organicemos lo que tienes en la cama y te voy a tomar la palabra por lo menos esta noche acepto dormir en mi cama y ya mañana veo la forma de arreglar la otra habitación.Simplemente era cambiar el colchón, porque era al que estaba acostumbrado mi cuerpo, y estando sin nada que me lo impidiera, podía dormir donde quisiera, la otra habitación, la podía adecuar a mí mismo, con eso no tendría problemas.–Mira, ya viste cómo es la organización simplemente vamos integrando los demás accesorios al clóset.Me había puesto de buenas su entusiasmo porque al parecer esto era muy fácil y no era unas cuant
Hanna BeckerNew YorkLamenté un poco, correr a Devin de la recámara, pero él se lo había ganado, por estar espiándome mientras dormía. Me gusta mucho y al evitar que pasara algo más también, me quedé con ganas yo, pero ni hablar. Alguien tenía que darle una lección a Devin, no siempre las cosas le iban a salir cómo él quiere y para eso estaba yo aquí, para impedir que así fuera.Ya con él fuera de la recámara, y sin nadie que me molestara, me acomodé en la hermosa cama a mis anchas, para poder dormir cómo un bebé, no tuve que esperar por mucho tiempo a que me llegara el sueño, bien apenas había caído mi cabeza en la mullida almohada y me quedé dormida.A la mañana siguiente, me levanté temprano y salí a correr para ejercitarme un poco y sacar ese estrés de anoche, iba escuchando música con mi celular mientras lo hacía y una llamada de Susan, se metió en ese momento, lo cuál me alegraba, necesitaba hablar de lo ocurrido con Devin, con alguien, con mi mejor amiga.–Hola, Susan, ¿Cómo e
Hanna BeckerNew York–Me da gusto saber que ustedes si se han enamorado, algo que no pasa con Devin y conmigo y es mejor, no me gusta la gente negativa que no puede aportar nada bueno a mi vida.Era como si me fuera a pegar una fuerte infección si me juntaba mucho con Devin, lo malo era que estaría casi las 24 horas del día a su lado pero yo no le haría caso, después de todo.–Sé que mi amigo es difícil, pero es muy buena onda cuando lo llegas a conocer bien, ya verás que una vez que se entiendan, serán inseparables.–Gracias, por los ánimos – Me reí.Daniel y yo, entramos platicando y muy relajados al estudio y subimos hasta el estudio de Devin, Daniel ocupaba la oficina de a un lado y todos estábamos así en el mismo piso y espacio. Lo vimos muy concentrado trabajando en algo, Daniel llegó a abrazarlo y de inmediato se quejó, lo que era su costumbre.–Amigo mío, mínimo levántate y dame un abrazo – Le dijo Daniel – No he trabajado aquí desde que me fui de vacaciones, ya que he vuelto
Devin BeckerNew YorkLa reunión de Daniel y mía, con nuestro cliente, resultó ser todo un éxito. Al menos me daba cuenta que lo que Hanna había hecho estaba perfecto y aunque estaba furioso con ella por lo de anoche, al menos podía decir a su favor que nuestros problemas de convivencia en este absurdo matrimonio, no estaban afectando en absoluto nada en cuestión laboral.–Muy bien Devin, Daniel, nos complace decirles que, el proyecto que ustedes me han mostrado – Nos dijo el cliente – Me ha encantado lo que me han presentado y les deseo todo el éxito para llevarlo a cabo. Depósito en ambos, toda mi confianza.Esos eran los buenos negocios, que a la primera el cliente quedara totalmente convencido de querer trabajar con nosotros.–No te vas a arrepentir, Frank – Respondí – Estás con el mejor estudio de arquitectos de New York, tu proyecto está en las mejores manos. Y no hay necesidad de que te lo doga, nuestro trabajo habla por sí solo.–Sí Frank, tanto Devin como yo, hemos aprendido
Devin BeckerNew YorkLo que yo no quería era hacer evidente mi estancia en el bar y mi amigo Daniel parecía querer todo lo contrario, se estaba desfundando de la risa y eso, no sabía bien como tomarlo, por lo que, no tuve más remedio que, esperar a que mi amiguito quisiera dejar de reírse para que pudiéramos seguir platicando.–Ya me imagino lo que pasó – Dijo Daniel emocionado – Qué ella te sorprendió mirándola y se armó una discusión marca demonio.–No para nada, lo que pasó fue que contrario a eso, ella brincó la barrera de almohadas, nos besamos y una cosa llevó a otra – Recordé alterándome – Ella me hizo un trabajo delicioso, ya imaginas como, me llevó al cielo y después me dejó que me estrellara contra el suelo.–Dios mío – Daniel se burló de nuevo – No lo puedo creer, eso es horrible, no se lo deseo ni a mi peor enemigo y ¿Qué pasó después?Mi amigo no era curioso, era lo que le seguía de curioso, así que me decidí a contarle lo que sucedió después.–Eso fue lo peor, se hizo l
Hanna BeckerNew YorkLuego que Devin, saliera con Daniel, del estudio, yo me puse a hacer mis pendientes, hasta que llegó la hora de la comida, la cual estaba esperando muy ansiosa para irme a comer con Susan. Tenía muchas ganas de platicarle a mi amiga, sobre mi maldad cometida contra mi esposito Devin Becker, ella me envió un mensaje y me sorprendió verla esperándome afuera del estudio, no pensé que tuviera el tiempo de venir por mí, si ya habíamos quedado de vernos en Central Park.–Hola Susan, que bueno que has venido hasta acá por mí – Abracé a mi amiga – Te ves muy contenta.–Hola Hanna, mi felicidad tiene nombre y apellido y se llama Daniel Hamilton – Dijo emocionada – Pero vamos, que no puedo con la duda de lo que le pudiste hacer al pobre de Devin.–Ese, de pobre no tiene nada, si es un infeliz y no lo digo en mal plan, lo es de verdad. Creo que las caras felices, no tienen cabida, ni espacio en su vida.–No digas eso Hanna, pobre de tu señor esposo – Se burlaba mi amiga – V
Hanna BeckerNew York–Hanna, menos mal que ya llegaste pensé que no me ibas a acompañar y ya estaba de nervios – Katie estaba asustada – Pero ya estamos las dos, listas para ir.–Sí, vamos Katie. No te dejaría plantada por nada del mundo – Respondí – Me interesa mucho este proyecto, yo desde que me lo mostraste supe que es de esos proyectos, que te llena mucho profesionalmente.–Mi madre piensa lo mismo – Dijo Katie mientras subíamos a su auto – Está feliz que trabajemos juntas, de hecho, quiere que el fin de semana vayamos a tomar unos Cosmopolitan solo las tres.–Yo encantada, me halaga saber que, a tú madre le gusta que participemos juntas de este proyecto.–Mi madre tiene muy buen ojo, si no viera algo especial en ti, no estarías aquí en el estudio ¿Sabes entre cuantos arquitectos, te eligió? Entre cientos Hanna.–Ahora me siento más que feliz, Katie – Dije sintiéndome poderosa – Admiro a tu madre, desde que tengo uso de razón y nunca pensé, cuando metí mi solicitud que alguien c