—Ya tenemos la información ¿Qué vamos a hacer con ella? ¿Qué quieres hacer con ese hombre y su esposa? —inquirió Felipe, en espera de su respuesta. —Quiero que le caiga todo el peso de la ley, si se dejan libres van a seguir tratándole de hacer daño a otro y eso no es justo —afirmó Renaldo, decidid
Renaldo se sintió sorprendido ante la reacción de su padre, de hecho, terminó avergonzándose. —¿Qué fue lo que hiciste? —inquirió con seriedad. —Lo siento, papá… fue en un momento de desesperación, pensé que no iba a sobrevivir a todo esto… y entonces tenía miedo de dejar sola a Lacie, quería evit
—No me lo dijo, quizás a realizar alguna compra, realmente no le sabría decir. —Está bien Fiora, si llega antes de yo hacerlo, dígale que se comunique conmigo urgente —Renaldo le agradeció la información y colgó. Cuando cortó la llamada, su padre le hizo una pregunta, aunque fue más una afirmación
—¿Y que si no quiero que se vaya? ¿Por qué lo haría? Si yo estoy tan cómodo a su lado —dijo Renaldo, sin dejar de sonreír. Deteniendo el par de pies del otro con sus piernas, mientras lo abrazaba por la cintura, pegándolo contra la pared afectuosamente. El hombrecito palideció, se quedó viéndolo
—¿De mí? ¿Qué están diciendo? —interrogó con curiosidad Renaldo. —Tú y tu esposa son el tema de conversación, a Lacie le dicen que después de haber tenido un hombre que la amaba como Tommy, venirse a encontrar con uno que la está usando para tapar su homosexualidad, que mientras ella está en casa,
Cuando Renaldo iba a darse por vencido, escuchó una voz femenina al otro lado de la línea. —Lo siento, creo que me equivoqué. —Disculpe, no se ha equivocado —su instinto le dijo que se trataba de Valentina— ¿Eres Valentina? —preguntó, mientras todos posaban su mirada en él con curiosidad, pero lam
Al final partieron en un vuelo privado, duraron dos horas y medias para llegar a Madrid, descansaron y siguieron con su destino hasta Rihonor de Castilla. El detective, que había contratado Renaldo, le dio la dirección donde supuestamente vivía Valentina, pero cuando llegaron solo encontraron una c
—Miren esto —el médico hizo la maniobra para mostrarles a los mellizos—. Listo, este es un varón —dijo el médico. Y enseguida Renaldo tranquilizó a su esposa. —Amor, si son dos varones más, no quiero que te pongas triste, después podemos seguirlo intentando para que venga una niña —pronunció dándo