Mientras comenzó a conducir se detuvo por el bullicio, era ella tomada de la mano con Tommy, posando sonriente, y aunque minutos antes se propuso a no rendirse, y a hacer cualquier cosa para volver a acercarse a ella y ser parte de su vida, aunque tuviera que tomar por asalto su corazón, al ver esa
A Lacie la tomó por sorpresa todo lo que hizo Tommy, sin embargo, como buena actriz siguió actuando, tomados de la mano subieron a la limusina y ella le pidió al chofer subir el cristal que los separaba para poder hablar; cuando lo hizo se giró hacia Tommy. —¿Qué carajos fue eso? ¿Por qué no me dij
«Las cosas no son como parecen…» empezó a escribir, pero luego borró y en su lugar colocó “Espero te haya quedado claro que la relación de nosotros ha quedado en el pasado… solo queda el divorcio entre nosotros”.Envió el mensaje y se acostó, tratando de conciliar el sueño, pero no podía dejar de pe
*****Al día siguiente, Renaldo no podía soportar el gran despecho moral que lo perturbaba… no solo vio el momento justo cuando su esposa se comprometió con otro, sino que a primera hora de la mañana vio las fotografías de ella haciendo el amor con Tommy. Se quedó viendo las fotos sin poder creer qu
Lacie se quedó viendo los papeles, no sabía cómo reaccionar, solo sintió que el aire le faltaba y una fuerte opresión en el pecho. —¿Por qué haces esto? —preguntó ella sin poder ocultar su mirada de tristeza.—Porque estoy cansado de luchar… porque quizás debo dejarte ir y no aferrarme a ti… porque
Renaldo caminó de regreso a la sala y tomó asiento al final, sin darse cuenta de que, tras su salida, alguien se acercó al cesto de basur4 y recogió los papeles que había lanzado Lacie. *****Lacie estaba nerviosa, veía como sus colegas actores y modelos, eran subastados para una cena. Ella se pre
Lo reconoció al instante a pesar de la poca luz que había, como no iba a hacerlo si tenía la mitad de su vida amándolo; se miraron en silencio, mientras ella intentaba ordenar sus ideas. Se había preparado para una situación distinta a aquella, pero en parte se sentía feliz porque el hombre que habí
—Soy un idiota celoso… y me alejé, pero me hundía en mi miseria… y luego pasó lo de nuestro bebé… —No, por favor —sollozó ella—, no quiero pensar en ese momento… ni siquiera puedo hablar de él… sin volverme un mar de llanto… te prometo que hablaremos, pero no hoy… hoy quiero saber cómo es sentirse