Camila.

Estaba en el departamento celebrando una de mis tantas victorias escuchando musica y bailando por toda la sala. Estaba plenamente feliz de que mis objetivos se estaban cumpliendo.

Dentro de poco sería la dueña y señora de una gran casa, tendría a miles de sirvientes a mi disposición que harían lo que les dijese solo con tronar los dedos de la mano.

Quien pensaría que este bebé me sería de utilidad, al principio lo vi como un obstáculo en mis planes, pero supe sacarle provecho. Afortunadamente Mathew jamás dudaría de mí, aproveché esa ventaja para hacerle creer que este bebé es suyo.

Ese maldito brasileño solo me votó después de unas cuantas noches, ni siquiera me dio el dinero para poder abortarlo.

Este bebé tendrá que hacer todo lo que le pida en un futuro, ya que sin mi él no sería nada.

Pronto mi buen humor cambió cuando Mathew me preguntó si fui yo quien lo había salvado de un accidente ¿Qué debería decir?

Recuerdo que la estúpida de Catherine me contó sobre ese suceso ¿en