Me molesta mucho que me trate de esa manera, pero, lo indignante es que no estoy del todo molesta porque mi cuerpo está interesada más en disfrutar completamente del hombre que me lleva al límite que a molestarme porque me ha llamado como otro animal.
— Parece que te gusta mucho llamarme como si fuera un animal.— Pajarita es un apodo bonito.— Sabes que no es el único con el que me has llamado. — le digo molesta.— En mi defensa, con cada uno de ellos encajas a la perfección. Sobre todo con el de ahora, mi linda langosta.— ¿Acaso te gusta la zoofilia?— No y aunque me gustará no podría follarme a una pajarita o una langosta, pero si a mi esposa. Así que, no sientas celos por los animales que uso para nombrarte, porque te veo a ti y no a esos animales.‘Oh, ¿Por qué esa frase me excita?’ me pregunto mentalmente.MDespués de recibir mi diagnóstico médico, no creí que podría experimentar algo como esto en tan poco tiempo cuando no tenía un pretendiente que me interesara o me hubiese casado por amor.Pero aquí estoy sintiéndome muy deseada por el hombre que me interesó por la comodidad que me proporcionaría y después por la forma en que me hizo suya. Mi tiempo en este mundo es reducido, pero siento que se ha extendido al experimentar tanto placer en un solo acto sexual.Justo como ha sucedido en estas horas que el tiempo pasa rápido porque disfruto mucho y lento porque siento que aquí he vivido vidas llenas de tensión sexual, burlas y caricias que intensifican las sensaciones en mi cuerpo.‘Maximiliano me hace sentir mucho y apenas tenemos pocos días siendo esposo.’ Me digo mentalmente.— Te deseo, esposa. Así que, ¿Qué tengo que hac
Las sensaciones que estoy experimentando son indescriptibles. Maximiliano parece haber sido creado para mí… para complacerme y hacerme feliz aunque fueran en mis últimos meses de vida.Es sorprendente ver como todo se vuelve magnifico cuando las cosas encajan perfectamente y hablo de mis sentimientos, porque de su magnitud, aunque ha estado en mi interior, siento que cada vez que tenemos sexo me expande más.‘¿Acaso su miembro sigue en crecimiento?’ me pregunto mentalmente preocupada de no poder soportar algo así.— Justo así es como disfruto estar contigo.— Eso es evidente, tu miembro listo para la acción lo dice.— Tú también lo estabas, querida y antes que niegues ello, recuerda que mi dedo estaba en tu vagina hace poco.‘No puedo decirle mentiroso, que mal.’ me digo mentalmente.— Pero no te sientas mal por eso si es lo m
Sin saber porque me siento así cuando ya no soy virgen, deslizo mi mano por mi cuerpo hasta poder sentir cuanto me falta para realmente estar en el inicio de su miembro sorprendentemente grande.— Finalmente te decidiste a tocarlo. Tranquila, es grande pero no muerde y menos si eres tú, el pequeño sabe cómo comportarse con su dueña, lo he entrenado bien.— ¿Acaso es un perro para recibir entrenamiento?— No lo sé, ¿quieres descubrir si está entrenado? — pregunta Maximiliano y dudo que esté hablando de algo normal.— Estás loco. — digo al recordar cómo ha llamado pequeño a algo que es el antónimo de eso.‘Sin duda, no había entrado completamente en mí.’ Me digo mentalmente.Mi cuerpo esta tenso y Maximiliano sabe cómo relajarlo porque sus labios se pegan a mis pechos enviando un litro de es
Los dos nos hemos quedado en una especie de trance, porque ninguno de tenía la intención de tener un orgasmo a la vez, pero, tal parece que Maximiliano es quien peor la pasa porque ni siquiera es capaz de mirarme a los ojos.‘Tiene miedo que me embarace.’ Me digo mentalmente.Mi corazón duele por ello, pero no puedo molestarme que no desees que me embarace cuando mi situación no es buena. Pronto voy a morir y embarazarme sería un deseo demasiado ambicioso y egoísta que posiblemente no se haga realidad por mucho que me esfuerce debido a mi mal pronóstico.Por lo que, me alejo completamente de él y aturdidos, nos quedamos mirando seriamente mientras nuestros cuerpos después de estar tan cerca, ahora se encuentran en los extremos de la tina.El ruido que hacíamos durante el acto sexual, aun parece hacer eco en mi mente mientras el silencio abrumador me preocupa, porque sin duda, hay un
Tal parece que no soy la única que está pasando por un momento difícil y como su esposa, lo menos que puedo hacer es aliviar sus cargas en casa. Por lo que, tomo su mano y la acaricio levemente, para no entretenerlo cuando está conduciendo. — No necesitas preocuparte por la limpieza de tu padre y todo lo que necesite. Solo asegúrate que el doctor coloque las instrucciones claras y yo me haré cargo del resto, tú solo ve a trabajar. Tu padre y yo estaremos bien. — Pajarita, no me casé contigo para que seas la enfermera personal de mi padre ni que estes encerrada en casa. — Lo sé, si lo voy a hacer es porque quiero y sé que no será por mucho tiempo. Eres alguien competente en tu trabajo, por eso, eres el jefe. Por lo que, sé que no vas a tardar mucho tiempo para erradicar a las ratas. Maximiliano me observa levemente y me sonríe, se siente feliz y un poco más tranquilo por mi respuesta y yo me siento mejor porque no estoy solo recibiendo, si no que, al tener la opor
Las emociones cambian constantemente en mí solo porque ahora tengo a mi lado a un hombre que me da suficiente repertorio para parecer una loca por los cambios abruptos de emociones.Porque antes estaba sufriendo por lo que debo renunciar y ahora estoy riéndome porque Maximiliano no deja de decir ladrones a los agentes inmobiliarios que tuvieron la osadía según él de engañarlo con olores a galletas de chocolate solo para comprar la casa.— ¿Alguien les dijo que me gustaba las galletas de chocolate y por eso he caído en su trampa?— ¡No! Solo son tácticas que como compradores usan. — digo sonriente.— Me siento engañado.— Creo que los engañados son los compradores, porque nadie cree que haya alguien en este mundo que no conozca la táctica de las galletas de chocolate en el horno y que todo en el interior de la casa es decoración.
A Maximiliano no le interesa siquiera un poco que este rodeado de todos sus empleados en este lugar, porque presiona con más fuerza su entrepierna que presiona justamente mi entrada.Nosotros hemos tenido sexo hace poco y quedamos evidentemente saciados, pero la presión que ejerce con su dureza y saber que lo que marca su pantalón no es bulto hecho por telas, causa que me sienta tan húmeda que pareciera que tuviera muchos años en abstinencia.Sin poderlo evitar gimo y por ello tensiono mi cuerpo sintiendo que ahora soy yo la que no sabe que es lo que significa sentir vergüenza porque si fuera así no habría gemido.— Ten cuidado, querida. Los empleados están sufriendo por nuestra culpa. — dice Maximiliano como si yo fuera la causante de todo ello.— ¿Puedes bajarme de la lavadora? — pregunto aturdida y avergonzada. Por lo que, Maximiliano golpea mi trasero para alejarse de
Creo que mis neuronas están haciendo un gran esfuerzo por entender lo que ha mencionado Maximiliano recientemente. Porque la frase es simple y a la vez no es así.‘Tranquila, Axael. No saques conclusiones precipitadas que pueden ilusionarte y después decepcionarte.’ Me digo mentalmente.— ¿Qué pasa? ¿No te gusta lo que hice? ¿Acaso te molesta que lleve a tu casa a mi padre que quiso matarte? Sí, debí pensar en eso, lo siento.— Maximiliano, dame un segundo para procesar lo que acabas de decir.— No entiendo, ¿Qué tienes que procesar? Lo que dije es simple, no entiendo porque tardas en entender lo que te estoy diciendo. — dice Maximiliano observando mi confusión, mientras yo llevo mi mano a mi pecho que ahora sí parece estar en riesgo de sufrir un susto cardiaco.Siento que estamos hablando lo mismo, pero a la vez no, porque él