Tal parece que no soy la única que está pasando por un momento difícil y como su esposa, lo menos que puedo hacer es aliviar sus cargas en casa. Por lo que, tomo su mano y la acaricio levemente, para no entretenerlo cuando está conduciendo.
— No necesitas preocuparte por la limpieza de tu padre y todo lo que necesite. Solo asegúrate que el doctor coloque las instrucciones claras y yo me haré cargo del resto, tú solo ve a trabajar. Tu padre y yo estaremos bien. — Pajarita, no me casé contigo para que seas la enfermera personal de mi padre ni que estes encerrada en casa. — Lo sé, si lo voy a hacer es porque quiero y sé que no será por mucho tiempo. Eres alguien competente en tu trabajo, por eso, eres el jefe. Por lo que, sé que no vas a tardar mucho tiempo para erradicar a las ratas. Maximiliano me observa levemente y me sonríe, se siente feliz y un poco más tranquilo por mi respuesta y yo me siento mejor porque no estoy solo recibiendo, si no que, al tener la oporLas emociones cambian constantemente en mí solo porque ahora tengo a mi lado a un hombre que me da suficiente repertorio para parecer una loca por los cambios abruptos de emociones.Porque antes estaba sufriendo por lo que debo renunciar y ahora estoy riéndome porque Maximiliano no deja de decir ladrones a los agentes inmobiliarios que tuvieron la osadía según él de engañarlo con olores a galletas de chocolate solo para comprar la casa.— ¿Alguien les dijo que me gustaba las galletas de chocolate y por eso he caído en su trampa?— ¡No! Solo son tácticas que como compradores usan. — digo sonriente.— Me siento engañado.— Creo que los engañados son los compradores, porque nadie cree que haya alguien en este mundo que no conozca la táctica de las galletas de chocolate en el horno y que todo en el interior de la casa es decoración.
A Maximiliano no le interesa siquiera un poco que este rodeado de todos sus empleados en este lugar, porque presiona con más fuerza su entrepierna que presiona justamente mi entrada.Nosotros hemos tenido sexo hace poco y quedamos evidentemente saciados, pero la presión que ejerce con su dureza y saber que lo que marca su pantalón no es bulto hecho por telas, causa que me sienta tan húmeda que pareciera que tuviera muchos años en abstinencia.Sin poderlo evitar gimo y por ello tensiono mi cuerpo sintiendo que ahora soy yo la que no sabe que es lo que significa sentir vergüenza porque si fuera así no habría gemido.— Ten cuidado, querida. Los empleados están sufriendo por nuestra culpa. — dice Maximiliano como si yo fuera la causante de todo ello.— ¿Puedes bajarme de la lavadora? — pregunto aturdida y avergonzada. Por lo que, Maximiliano golpea mi trasero para alejarse de
Creo que mis neuronas están haciendo un gran esfuerzo por entender lo que ha mencionado Maximiliano recientemente. Porque la frase es simple y a la vez no es así.‘Tranquila, Axael. No saques conclusiones precipitadas que pueden ilusionarte y después decepcionarte.’ Me digo mentalmente.— ¿Qué pasa? ¿No te gusta lo que hice? ¿Acaso te molesta que lleve a tu casa a mi padre que quiso matarte? Sí, debí pensar en eso, lo siento.— Maximiliano, dame un segundo para procesar lo que acabas de decir.— No entiendo, ¿Qué tienes que procesar? Lo que dije es simple, no entiendo porque tardas en entender lo que te estoy diciendo. — dice Maximiliano observando mi confusión, mientras yo llevo mi mano a mi pecho que ahora sí parece estar en riesgo de sufrir un susto cardiaco.Siento que estamos hablando lo mismo, pero a la vez no, porque él
Maximiliano se ve muy atormentado, es como si él se culpara incluso por mi enfermedad, por eso, antes que él niegue, yo pego mi rostro a su brazo y como si fuera un gato me froto sobre él— ¿Qué locura estás haciendo?— Dándote cariño para que me dejes subirme en el asiento a tu lado. — digo intentando ronronear y eso hace que Maximiliano sonría levemente.— No puede ser, debes descansar y…— Quiero estar a tu lado. Es nuestra primera compra como esposos, quiero que termines bien.— Estamos bien. solo…— Por favor. — imploro.Maximiliano respira profundo, parece que hace un esfuerzo sobrehumano para poder mantenerse calmado… bueno, para aparentar estar calmado porque la realidad es que está tan molesto que sería capaz de hacer cualquier cosa.— ¿Qué debería hacer contigo, p
Aunque se supone que a mi lado hay un hombre, lo que realmente está a mi lado es un demonio de fuego que lanza lava mientras balbucea tonterías de acabar con cada farmacia porque no tiene medicina. — Seguramente no buscó bien o compraron mucho y por eso está agotado. Solo dime, ¿Qué medicamento faltó? — Pedí uno solo, solo estaba pidiendo medicina para sanar tu corazón, tu pecho y tu cabeza. Pero, los tontos ignoraron mis peticiones y colocaron bolsas de medicamento, ¿acaso pensaban hacer la venta del año y que yo sería tan tonto para condenar a mi esposa a comer tantas pastillas como si fuera maíz para la gallina? Niego ante su respuesta, porque realmente está completamente loco para enojarse por algo que pudo solucionarse de una forma que no le causará tanto enojo. — Maximiliano a ninguna farmacéutica le serviría curar enfermedades como las mías. Porque entonces perderían clientes que consumirían sus productos para toda su vida. — No tienes mucha vida de t
Tener a alguien que ha comenzado a desarrollar sentimientos por uno es lo más maravilloso que uno puede experimentar cuando esa persona ha comenzado a gustarte, pero en nuestra situación, no es del todo bueno. Porque aunque todos vamos a morir porque nadie en el mundo es eterno, yo ya tengo una fecha de terminación y esa no es tan lejana como me gustaría. — Esto es tan molesto. — No viviré mucho tiempo. Así que, por favor, no gastemos el tiempo quejándonos por algo que no podemos cambiar. — Ahora estoy molesto. Has empezado a agradarme y siento que ya debes marcharte. — Aún queda un poco más de un año. No es pronto y la verdad, prefiero que no pensemos en eso, sobre todo, cuando podemos hacer muchas cosas. — Estoy agotado. — dice Maximiliano y yo me limito a asentir. Sin molestarlo cuando evidentemente tiene muchas cosas en su mente, camino hacia la habitación donde cómo puedo intento levantar el colchón que pesa más que yo. — ¡Maximiliano, ve
Ahora que hemos pasado por tantas cosas bien sea por culpa de otros o por los sentimientos que han comenzado a crecer entre nosotros, es que he podido comprender porque he comenzado a sentir tanto por él en tan poco tiempo.— ¿Sabes? Yo tampoco sé lo que se siente quedarse dormido en los brazos de alguien que quieres y que te quiere.— ¿En serio? — pregunto confundida.— Mi madre no fue cariñosa conmigo, mi padre es… ya lo has visto y mi madrastra o mis medios hermanos, estaban en su mundo incluso cuando era pequeño. Es por eso, que nunca supe que era eso.>> Viví tan alejado de cualquier sentimiento cálido, que me acostumbre a saludar por educación y no porque realmente quisiera formar un lazo amigable o romántico en alguien. Yo solo me adaptaba a los cambios y continuaba con mi vida.Pensé en el orfanato que estar con los padres hace que uno no
Maximiliano sonríe satisfecho por lo que le he dicho y de inmediato agarra mi mano para colocarla en su entrepierna y apretarla un poco como si solo tocarla no fuera suficiente para saber lo duro que está.— Oh, si es verdad, querida esposa. El cuidado de mi polla y todo lo que le pase debe ser tu prioridad. — dice Maximiliano dándome un beso que calienta tanto mi cuerpo que no puedo evitar sentir como la ropa sopa y sus toques son tan necesarios.— Oh, Maxi…— No sabes cuanto me agrada que me llames así. — dice Maximiliano sonriéndome mientras me besa.No hablamos, solo nos dejamos llevar, pero esta vez él no me exige que lo monte para hacerlo y yo no tengo miedo de que entre en mí, si no, mucho deseo que me invada completamente.El sexo no es salvaje o con movimientos acelerados que amenazan con enloquecernos, si no que, es lento y besa cada parte de mi cuerpo como si tuv