Narra Maximiliano
Intento despertar a Axael, imploro que despierte mientras masajeo su cuerpo o acaricio su vientre, pero escasamente abre los ojos, aumentando así mi angustia.— Por favor, Axael, mi amor, despierta.— Debe estar cansada. — dice mi padre, pero, yo siento que algo malo le está pasando.— ¡Está teniendo una crisis! — dice uno de los doctores y varias personas me apartan de ella mientras intentan hacerla reaccionar.No entiendo que está pasando o quizás, sí sé pero me niego a que ello suceda, porque aunque sé que puede pasar en cualquier momento, no me siento listo para renunciar a Axael. Porque esta vez, no podré verla en videos ni engañar mi mente diciendo que todo está bien cuando no es así.— Déjenme estar con ella. No me separen o se molestará porque…— Maximiliano, reacciona, elCon dolor retrocedo dejando que los doctores se la lleven mientras las enfermeras se acercan a mí para darme los consentimientos para las cirugías, cuando eso no nos asegura que podrá salvarla.— ¿Por qué se ha adelantado todo? Dijeron hace poco que la iban a monitorear.— Su condición es delicada, señor Barack. Una de las razones por la que no aceptaron darle el alta es porque esto podía pasar en cualquier momento. Así que, comprenda que medicamente hemos hecho todo lo posible, incluso ahora nos estamos esforzando para tener a la bebé y la madre con vida. — dice la enfermera y yo reacciono.— Es verdad, no he orado lo suficiente. — digo firmando todos los documentos para correr a la capilla que hay en el hospital.‘¿Cómo pude olvidarlo? ¿Acaso creí que orar una vez al día era suficiente?’ me digo mentalmente deseando
Mi corazón se acelera frenéticamente, mientras mi mente comienza a proyectar la primera vez que cargaré a mi hija, cuando cambiaré su pañal, le dé su biberón, juegue con ella, permanezca despierto para cuidarla y muchas cosas más.Es entonces cuando comprendo que no quería vivir porque aún no estaba viviendo, no sentía y por eso, todo me parecía sin color… aburrido. Pero, ahora todo ha cambiado, me siento mucho mejor, porque incluso las cosas sin importancia a las que no les prestaba atención, vienen a mí con rapidez.‘Debo cambiar a mis escoltas, solo mujeres pueden entrar a la casa, quien miré por más de cinco segundos a mi hija, debe morir. Si alguien la hace llorar, va a pagarlo con su vida, si la ropa o juguete que quiere se lo arrebatan, va a morir esa persona.’ Me digo mentalmente.Uno a uno escribo que voy a tolerar y que no, pero,
Rápidamente, hago la publicación en cada uno de los grupos que hay, también llamo a los hospitales más cercanos y ordeno a todos mis hombres a buscar a sangre que tanto necesitamos.— ¡No me importa lo que deseen, estoy dispuesto a esforzarme por darles la recompensa que quieran! ¡Solo denme su maldita sangre! — grito en el audio.— Eres terrible pidiendo un favor. — dice mi padre.— ¿Quién te ha dicho que estoy pidiendo un favor? Estoy mencionando lo que quiero, si realmente hay ambición en este mundo, ellos correrán y vendrán pronto a mí con lo que quiero, implorando que les preste atención porque les he prometido una recompensa que nadie que tenga una ambición sería capaz de ignorar. — digo con seriedad.— Está pasando todo esto y ni con eso aprendes.— Los regaños para otro momento, por ejemp
Mi corazón cae al suelo, no soy capaz de mirar a otra parte que no sea el quirófano donde mi mujer no reacciona, por eso, mi padre, toma a la bebé y yo corro hacia ella, pero, antes de poder ingresar al quirófano, varios hombres salen impidiendo que este con ella.— Señor, usted no puede estar aquí.— Déjenme ir, yo necesito…— No, si entra va a contaminar a su esposa y no podemos permitirnos eso. La señora está siendo reanimada, necesita tener el menor riesgo posible. — dice el hombre que me mantiene en mi lugar.Puedo dispararle, tengo mi arma conmigo, pero, eso no va a regresar a mi esposa a la vida que parece escaparse. Por eso, lloro desesperado mientras me sacan del área restringida donde el sonido de su corazón sin latidos me persigue.Mi mundo ha caído, no hay otra cosa en la que no piense que no sea mi esposa y mi corazón sufre p
El día ya es una mierda, ni siquiera puedo digerir bien mi propio veneno porque hay muchas cosas que analizar y viene este maldito hombre a molestarme con su presencia cuando lo necesité hace varios minutos y mi mujer lo necesitó toda su vida.— ¡Maximiliano, detente! ¡No puedes lidiar todo con golpes!— Lo dice el hombre que acaba de golpearme para que reaccione. — digo con frialdad y a mi padre le importa poco ello.— Es la única forma que sé hacerte reaccionar, yo no voy a terapia para manejar mis emociones, pero tú sí.El hombre que he golpeado, se queja mientras una enfermera corre para auxiliarlo, como si lo conociera o fuese paciente de aquí, pero es imposible, su ropa no es la vestimenta que usan los pacientes de este lugar y aunque así lo sea, no me importa.— ¡Señor Robert! ¡¿Cómo se encuentra?!— Lo r
No quiero ser Robert, no me gusta en lo absoluto que yo esté actuando como Robert, un hombre que no le importó que la madre de su hija muriera o lo que pasaba con ella y sé que ese era el miedo de Axael, por eso en un momento me dijo que buscaría a quien darle la bebé.Pero, ahora comprendo a lo que ella se refería. Su vida no fue todo terrible, sus padres adoptivos la amaron inmensamente, pero, debió sentirse sola y abandonada porque las personas que nunca debieron fallarle, lo hicieron.Solo era una bebé que esperaba la protección de sus padres, su madre dio su vida por ella y su padre… solo fue un cobarde como yo lo hice con mi hija. Soy un Robert, un estúpido y maldito Robert.— Maximiliano…— ¿Dónde está Robert? Necesito encontrarlo. — digo con molestia.— Está en el segundo piso, jefe. Allá le están extra
El hombre me observa con odio pero me importa poco lo que él pueda pensar de mí cuando lo único que me interesa de él no habla ni puede decidir si es buen padre o no.‘Una lástima que no se le puedan pasar los tumores de mi esposa a él, sería el mejor castigo por ser un asco de padre.’ Digo mentalmente.Es así como mis escoltas se llevan al bastardo de su hijo y yo sigo al hombre que me observa con odio mientras yo lo empujo deseando que su donación salve a mi esposa donde no necesite más nunca algo de este perro que solo merece morir.— Por mucho que le des incluso mi corazón ella va a morir, es mi hija, así que, morirá de sus afectaciones médicas hereditarias y tu hija vivirá lo mismo.— Deja de ser tan pesimista. — digo dándole un golpe en la cabeza con la mano abierta, pero, como es calvo, suena gracioso.— &
Nunca le había dado demasiada importancia a un bebé porque consideraba que todos los bebés son iguales, no es más que eso. Uno cuando nace es arrugado rosado o de otro color, pero, si compartimos lo mismo y es lo feo e hinchados que somos.Sin embargo, analizando cada rasgo de la bebé, noto que la pequeña tiene mucho parecido con la bebé que está en la foto excepto por los ojos que son idénticos a los míos.‘Es una pequeña Axael, una adorable y pequeña Axael.’ Me digo mentalmente.La diferencia en edad entre nosotros no es grande, pero, me encantaría retroceder el tiempo y llegar a ese momento donde su madre como último acto de amor, la envió a un lugar donde la tratarían bien.Es entonces que veo la diferencia entre nosotros, ya que, yo sí quiero proteger a la bebé, yo sí amo a mi esposa y no como Robert, también