Mi corazón cae al suelo, no soy capaz de mirar a otra parte que no sea el quirófano donde mi mujer no reacciona, por eso, mi padre, toma a la bebé y yo corro hacia ella, pero, antes de poder ingresar al quirófano, varios hombres salen impidiendo que este con ella.
— Señor, usted no puede estar aquí.— Déjenme ir, yo necesito…— No, si entra va a contaminar a su esposa y no podemos permitirnos eso. La señora está siendo reanimada, necesita tener el menor riesgo posible. — dice el hombre que me mantiene en mi lugar.Puedo dispararle, tengo mi arma conmigo, pero, eso no va a regresar a mi esposa a la vida que parece escaparse. Por eso, lloro desesperado mientras me sacan del área restringida donde el sonido de su corazón sin latidos me persigue.Mi mundo ha caído, no hay otra cosa en la que no piense que no sea mi esposa y mi corazón sufre pEl día ya es una mierda, ni siquiera puedo digerir bien mi propio veneno porque hay muchas cosas que analizar y viene este maldito hombre a molestarme con su presencia cuando lo necesité hace varios minutos y mi mujer lo necesitó toda su vida.— ¡Maximiliano, detente! ¡No puedes lidiar todo con golpes!— Lo dice el hombre que acaba de golpearme para que reaccione. — digo con frialdad y a mi padre le importa poco ello.— Es la única forma que sé hacerte reaccionar, yo no voy a terapia para manejar mis emociones, pero tú sí.El hombre que he golpeado, se queja mientras una enfermera corre para auxiliarlo, como si lo conociera o fuese paciente de aquí, pero es imposible, su ropa no es la vestimenta que usan los pacientes de este lugar y aunque así lo sea, no me importa.— ¡Señor Robert! ¡¿Cómo se encuentra?!— Lo r
No quiero ser Robert, no me gusta en lo absoluto que yo esté actuando como Robert, un hombre que no le importó que la madre de su hija muriera o lo que pasaba con ella y sé que ese era el miedo de Axael, por eso en un momento me dijo que buscaría a quien darle la bebé.Pero, ahora comprendo a lo que ella se refería. Su vida no fue todo terrible, sus padres adoptivos la amaron inmensamente, pero, debió sentirse sola y abandonada porque las personas que nunca debieron fallarle, lo hicieron.Solo era una bebé que esperaba la protección de sus padres, su madre dio su vida por ella y su padre… solo fue un cobarde como yo lo hice con mi hija. Soy un Robert, un estúpido y maldito Robert.— Maximiliano…— ¿Dónde está Robert? Necesito encontrarlo. — digo con molestia.— Está en el segundo piso, jefe. Allá le están extra
El hombre me observa con odio pero me importa poco lo que él pueda pensar de mí cuando lo único que me interesa de él no habla ni puede decidir si es buen padre o no.‘Una lástima que no se le puedan pasar los tumores de mi esposa a él, sería el mejor castigo por ser un asco de padre.’ Digo mentalmente.Es así como mis escoltas se llevan al bastardo de su hijo y yo sigo al hombre que me observa con odio mientras yo lo empujo deseando que su donación salve a mi esposa donde no necesite más nunca algo de este perro que solo merece morir.— Por mucho que le des incluso mi corazón ella va a morir, es mi hija, así que, morirá de sus afectaciones médicas hereditarias y tu hija vivirá lo mismo.— Deja de ser tan pesimista. — digo dándole un golpe en la cabeza con la mano abierta, pero, como es calvo, suena gracioso.— &
Nunca le había dado demasiada importancia a un bebé porque consideraba que todos los bebés son iguales, no es más que eso. Uno cuando nace es arrugado rosado o de otro color, pero, si compartimos lo mismo y es lo feo e hinchados que somos.Sin embargo, analizando cada rasgo de la bebé, noto que la pequeña tiene mucho parecido con la bebé que está en la foto excepto por los ojos que son idénticos a los míos.‘Es una pequeña Axael, una adorable y pequeña Axael.’ Me digo mentalmente.La diferencia en edad entre nosotros no es grande, pero, me encantaría retroceder el tiempo y llegar a ese momento donde su madre como último acto de amor, la envió a un lugar donde la tratarían bien.Es entonces que veo la diferencia entre nosotros, ya que, yo sí quiero proteger a la bebé, yo sí amo a mi esposa y no como Robert, también
Sentía miedo de odiar a mi hija, porque eso era lo que pensaba si mi bebé nacía y eso le costaba la vida a Axael, pero, ¿Cómo podría odiar a una pequeña que es tan perfecta? Pensé que la odiaría porque sería como yo; cruel, asesina y despiadada.Pero, es una inocente bebé que es muy parecida a su madre cuando era una bebé a la que no me atrevería a abandonar o ignorar, porque hacerlo sería rechazar una parte de mi esposa, de mi hermosa e increíble esposa.— Por favor, dale comida, te pagaré lo que desees…— Créame cuando le digo que no me importa su dinero, solo quiero que los niños reciban la atención que requieren para sus tratamientos, eso es todo. Si me cumple, estará todo perfecto.Ella le da la leche a la pequeña e incluso, me dice como debo palmear su espalda para que libere los gases. Cada ci
No me importa si me dicen que mi esposa me domina, solo quiero complacerla a ella tanto como sea posible, porque ha sido la mujer que ha demostrado la fuerza y valentía que nadie ha demostrado antes.Porque muchos luchan en mi negocio por ambiciones, pero, su esfuerzo era ganarle a algo que ella tiene en su cuerpo por el bien de nuestra hija. Así que, si debo ser su esclavo, lo seré, es eso lo menos que puedo hacer después de portarme tan mal.Lo que si me sorprende es que mi padre este de acuerdo con algo así, después de todo, él tiene un pensamiento diferente al mío. Su machismo y frialdad que lo caracteriza, ha desaparecido por completo con Axael.— Sigue haciendo posible los milagros. — susurro.— ¿De qué hablas?— No eres cruel con mi esposa.— Aunque lo desee, no podría, nos ha silenciado en cada cosa con la que tuve dudas.— Era e
Las horas pasan, reviso que mi hija se encuentre bien al menos ocho veces, con el fin del que tiempo pase más rápido, pero, no hay respuesta de los doctores. Estoy desesperado, a punto de enloquecer y sigo sin saber cómo se encuentra mi esposa.‘Esto es un maldito infierno.’ Me digo mentalmente.Mi cabeza duele, mi cuerpo se siente extraño, como si ya estuviera agotada la energía de reserva, pero, me mantengo despierto porque es la angustia de saber de mi esposa lo que me mantiene despierto.‘Lo bueno es que si aún no salen es porque se encuentra con vida.’ Me digo mentalmente por millonésima vez.— Esto es una completa agonía. — digo tan cerca de la puerta que delimita la restricción que no puedo volver a pasar.— Jefe, la jefa debe estar bien, ella ha demostrado lo fuerte que es. — dice Magnus.— Sí, ha lidiado con una batalla qu
Este momento, esta precisa parte de mi vida, se llama felicidad… éxtasis… prueba del poder y clemencia de Dios… puede describirse de tantas formas que no puedo evitar arrodillarme y agradecerle a Dios por la bendición tan grande que en estos momentos estoy experimentando.Mis peticiones que tanto imploré con el corazón y mi alma completa, están siendo escuchadas. Por eso, estoy inmensamente feliz.— Dios los bendiga a todos. Es un magnífico día para ver tantos milagros juntos. Sin duda, Dios se apiadó de mi hermosa esposa y por eso, tenemos más tiempo juntos.— Me alegra que este feliz pero…— Debo cuidarla, eso lo sé. Yo protegeré a mi esposa, la llevaré a todas las terapias o tratamientos médicos que consideré, estoy listo para hacer todo lo que hará que mi esposa se encuentre bien. — digo sintiendo que soy