Algo parece impactar en mi esposo, pero no es lo suficientemente grande para retractarse, así que, con determinación se acerca más a mí mientras yo niego y coloco mi mano en señal de alto.
— Hasta ese punto puedes acercarte a nosotras.— Estás baja de peso, le han colocado suplementos a tus jugos para que subieras de peso y no ha sido posible, te han dado comida para que la bebé y tú mejoren, pero, algo en tu cuerpo parece negarse a ayudar.— Puedo…— No, Axael, no hay una sola cosa que se pueda realizar y yo no lo haya hecho.— Lo comprendo, te has dado por vencido, lo acepto. No es la primera cosa entre nosotros a la que renuncias, pero eso no quiere decir que yo también haré lo mismo. Yo lucharé por mi bebé sola, así que, vete.No quiero que se marche, porque ahora que me ha confesado que se ha esforzado en ayudarme sin queSin interés por perder más tiempo, me levanto de la cama y preparo todo para marcharme. Cuando salgo de la habitación, los chicos murmuran entre sí y se callan al verme, adquiriendo su postura profesional.— Estamos listos para llevarla a donde desee. — dicen todos al unísono.— Preparen mi salida, me voy ahora mismo. — digo caminando hacia la salida.— Si desea marcharse hasta donde se encuentra su hermana, el helicóptero está listo. — dice Mitchell.— Entonces, usemos el helicóptero. — digo subiendo al ascensor, donde no veo en ningún momento a Maximiliano.— Si busca al jefe…— No lo busco, ni siquiera quiero verlo. Así que, no necesita darme información que no deseo conocer. — digo con frialdad.Maximiliano, es un hombre que en estos momentos no es bueno para mí. Él quiere cosas dife
Mi hermana se encuentra perfectamente, ha sido bien cuidada y alimentada, por eso, ve este lugar como su castillo soñado. Es eso lo que hace que ella me muestre todos los dibujos y manualidades que ha hecho durante su estadía aquí.Su cuidadora, me dice todo lo que han realizado para que ella pueda mejorar con sus terapias y yo le doy la medicina que tanto he visto a ella consumir. Preparamos la comida juntas como lo hacíamos con nuestra madre y le cuento las historias que me sé de memoria.Es entonces que mi hermana se queda dormida en mis brazos, mientras yo tengo tantas cosas en mente para descansar. Mitchell, me entrega la merienda y yo me alejo un poco de mi hermana para comer en la tranquila terraza donde todo es oscuro.— Es una montaña hueca, por así decirlo. Por eso no hay luz solar. Pero, fue adecuada para que haya agua y luz. Es aquí donde estarán a salvo. — dice Mitchell.&mdas
Es un tonto, uno que intenta mostrarse duro y solucionar las cosas por su cuenta, dejándome en la ignorancia para sufrir cosas que no debería soportar solo. Porque se preocupa, el único problema es que la forma de mostrarlo no es la adecuada.— ¿Qué haces interceptando mi llamada?— Bueno, cuando mi esposa llama para comunicarse con abogados, me muestran que las cosas no están bien en mi matrimonio y por eso, debo cortar la comunicación.— ¿Una llamada telefónica te dice lo que es evidente? Nos hemos perdido, Maximiliano y no hay forma de encontrarnos.— Cuando esto termine…— Terminará con mi muerte, no con la muerte de mi hija, de nuestra hija. — digo con enojo.Maximiliano respira profundo, le cuesta pero dudo que le cueste todo más que a mí. Por lo que, no puedo ser empática y darle su tiempo cuando él me dio p
Los minutos pasan, el malestar continua y los chicos parece que ya no pueden entretener a mi hermana, por eso, intento levantarme, pero, la cuidadora de mi hermana, me coloca su mano en mi pecho.— Intente respirar profundo, le colocaré una intravenosa para mantenerla hidratada y suministrarle el medicamento. Ya es momento. — dice la enfermera.— Pero…— No se preocupe, señora Barack, intentaremos controlar todo.Ni siquiera sé en qué momento la enfermera y el doctor han aparecido, cuando la última vez que los vi fue antes de que ellos se fueran a descansar después de un largo viaje.— ¿Qué sucede?— Le hemos colocado cremas en su cabeza, pecho y extremidades, mientras estaba inconsciente, mientras esperábamos que fuera el tiempo prudente para la siguiente medicación.— Solo quiero medicina que no le haga daño a mi beb
Maximiliano se ve sucio, pareciera que acabara de venir de una guerra, pero, ya ese no es mi problema. Por lo que, tomo la mano de mi hermana y me marcho con ella hasta la sala donde juego con ella y su cuidadora.— Axael, ¿puedes venir un momento conmigo? Necesito hablar contigo.— Lo siento, pero no creo tener energía para lidiar con tus mierdas.— ¡Linda! ¡Grosera!— Oh, lo lamento, hermosa. No lo volveré a decir. — susurro.Maximiliano no se marcha y a mí me preocupa que mi hermana note que las manchas rojas que tiene mi esposo sea sangre, ya que, eso la alteraría.— Vaya a bañarse, no quiero que mi hermana sufra por ti.— ¿Qué dices?— La sangre la altera.— ¡¿Sangre?! — grita mi hermana y de inmediato abraza a su cuidadora.— Tranquila, solo hemos mencionado la palabra prohibida para
Maximiliano lanza todo lo que tiene cerca y yo protejo mi vientre con mis manos temiendo que sea capaz de causarme daño, mi corazón se acelera mostrando mi miedo y él parece ser consciente del desastre que ha causado.— Tranquilízate un poco, por favor.— ¡No! ¡No, por favor! — grita mi hermana y yo me levanto y corro hasta donde ella se encuentra notando que ella se golpea la cabeza.Aunque mis pies duelen, ignoro el malestar porque mi hermana ahora es mi prioridad, sin embargo, la cuidadora sabe lo que hace, porque rápidamente la abraza y le susurra cosas en el oído hasta que ella deja de golpearse.— ¿Qué sucedió? — pregunto preocupada.— Escucho cosas romperse. Los ruidos fuertes la alteran. — dice la cuidadora y yo miro a Maximiliano quien observa mis pies.— Axael, te has lastimado.— Sí, fueron con las cosas
El doctor aparece y comienza a revisarme porque el aparato al parecer le ha señalado que me encuentro mal. Por lo que, nos quedamos en silencio, como si algo nos dijera es suficiente al menos mientras me revisan.— Deben terminar con conversaciones tan tensionantes, la salud de la señora Barack no es buena, esas emociones fuertes no solo la afectan a ella, si no, a la bebé.— Está bien, Axael, no te daré solo dos días. Te dejaré para que aceptes que mi decisión es la mejor. Porque aunque amamos a la bebé, no condenaras a la niña a sobrevivir en una incubadora que será demasiado para ella. Vivir enferma toda su vida por el egoísmo de su madre, no es bueno y lo sabes.— ¿De qué hablas? — pregunto confundida.— Lo he averiguado, he buscado otras opiniones antes que te enteraras, de acuerdo con el peso y tamaño de la bebé, no s
Confiar, una palabra con siete letras que no deberían tener tanto grado dificultad para ponerlo en práctica, pero la realidad es diferente y por eso, ahora me está costando mucho entregarle algo que he perdido en mi esposo.— Quiero hacerlo, pero, me has ocultado tantas cosas que no es posible para mí lidiar con tanto y fingir que confío en ti. Lo siento, pero, no puedo. — digo con dolor.— Lo entiendo, he hecho muchas cosas terribles, mis intenciones no fueron malas, pero, hice muchas cosas que te han dolido, cuando lo único que quería era lidiar con todo solo para no te doliera a ti.— Estamos casados, Maximiliano. Un matrimonio no se trata de ocultar información por miedo a que el otro sufra, consiste en ser sinceros y apoyarnos mutuamente.— Debía ser fuerte por ambos. Por eso, preferí cargar con este peso que verte derrumbarte porque debías despedirte d