Maximiliano lanza todo lo que tiene cerca y yo protejo mi vientre con mis manos temiendo que sea capaz de causarme daño, mi corazón se acelera mostrando mi miedo y él parece ser consciente del desastre que ha causado.
— Tranquilízate un poco, por favor.— ¡No! ¡No, por favor! — grita mi hermana y yo me levanto y corro hasta donde ella se encuentra notando que ella se golpea la cabeza.Aunque mis pies duelen, ignoro el malestar porque mi hermana ahora es mi prioridad, sin embargo, la cuidadora sabe lo que hace, porque rápidamente la abraza y le susurra cosas en el oído hasta que ella deja de golpearse.— ¿Qué sucedió? — pregunto preocupada.— Escucho cosas romperse. Los ruidos fuertes la alteran. — dice la cuidadora y yo miro a Maximiliano quien observa mis pies.— Axael, te has lastimado.— Sí, fueron con las cosasEl doctor aparece y comienza a revisarme porque el aparato al parecer le ha señalado que me encuentro mal. Por lo que, nos quedamos en silencio, como si algo nos dijera es suficiente al menos mientras me revisan.— Deben terminar con conversaciones tan tensionantes, la salud de la señora Barack no es buena, esas emociones fuertes no solo la afectan a ella, si no, a la bebé.— Está bien, Axael, no te daré solo dos días. Te dejaré para que aceptes que mi decisión es la mejor. Porque aunque amamos a la bebé, no condenaras a la niña a sobrevivir en una incubadora que será demasiado para ella. Vivir enferma toda su vida por el egoísmo de su madre, no es bueno y lo sabes.— ¿De qué hablas? — pregunto confundida.— Lo he averiguado, he buscado otras opiniones antes que te enteraras, de acuerdo con el peso y tamaño de la bebé, no s
Confiar, una palabra con siete letras que no deberían tener tanto grado dificultad para ponerlo en práctica, pero la realidad es diferente y por eso, ahora me está costando mucho entregarle algo que he perdido en mi esposo.— Quiero hacerlo, pero, me has ocultado tantas cosas que no es posible para mí lidiar con tanto y fingir que confío en ti. Lo siento, pero, no puedo. — digo con dolor.— Lo entiendo, he hecho muchas cosas terribles, mis intenciones no fueron malas, pero, hice muchas cosas que te han dolido, cuando lo único que quería era lidiar con todo solo para no te doliera a ti.— Estamos casados, Maximiliano. Un matrimonio no se trata de ocultar información por miedo a que el otro sufra, consiste en ser sinceros y apoyarnos mutuamente.— Debía ser fuerte por ambos. Por eso, preferí cargar con este peso que verte derrumbarte porque debías despedirte d
Sayer observándome con tristeza, coloca su mano sobre mi hombro intentando consolarme, pero, ¿Cómo podría uno consolar a una bomba que no sé sabe cuándo va a estañar, pero sabe que de esa magnitud de daño nadie puede recuperarse?Por fortuna, él no me da soluciones dolorosas ni tiene una conversación incomoda, solo se queda en silencio esperando que yo me sienta mejor y así ayudarme a ir a mi habitación para después marcharse.En el silencio de mi habitación analizo todo en mi vida, puedo irme, podría intentarlo, pero, con mis pies heridos, mi terrible salud y mi nulo conocimiento del lugar, no avanzaría siquiera un kilómetro antes de terminar perdida.— Es una pérdida de tiempo siquiera intentarlo. — susurro decepcionada.— Buenos días, linda. — dice mi hermana y yo le sonrío.Alguien toca a la p
Dos meses despuésNo he visto a Maximiliano en dos meses, desde que me negué a su solución en Francia, no he vuelto a saber de él, pero tampoco de sus intenciones para que yo interrumpa mi embarazo. Así que, es bueno que no aparezca.Durante este tiempo, he estado con mi hermana disfrutando del tiempo que debido a mi trabajo, no pude tener. Hemos hecho muchas cosas e incluso, le hemos tejido ropa a la bebé aunque mi hermana lo hace mejor que yo.— El vientre ahora si se ve y mucho.— Pareciera que hubiese crecido de un día para otro. — murmuro al ver mi vientre abultado.— La bebé ha crecido bastante en estos dos meses, sigue siendo pequeña para sus meses de gestación, pero, al menos podemos tener el parto con una probabilidad de supervivencia mayor. — dice el doctor y yo suspiro aliviada.‘Eso es bueno, los dolores de cabeza se han intensificado, p
No quiero llorar, sé que eso no me ayudará con mi dolor, pero, no puedo decirle a mi hermana que todo está bien cuando sus palabras me causan tanto dolor, al saber que esto es como un simulacro de lo que sucederá.Entonces, me imagino a mi hermana extrañándome y esa vez, no será posible para mí visitarla por mucho que ella lo anhele. Soy su única familia, sé lo que se siente eso y por ello, lágrimas caen por mis mejillas sufriendo inmensamente porque no quiero dejar a mi hermana.‘Quiero vivir. Deseo vivir.’ Me digo mentalmente.— Hermana, necesito que reces para que preciosa y yo estemos bien, recuerda que mi bebé necesita de su tía hermosa, ¿de acuerdo?— Debes volver, hermosa va a esperarte, debes volver. — dice mi hermana y yo no puedo mentirle. Siento que se han agotado mis mentiras.— Vamos, hermosa, tu hermana debe ir a
Dolor duele, las voces se escuchan a lo lejos y mi vista falla, no sé si me he desmayado dos o tres veces, pero, si sé que el doctor y la enfermera que me han acompañado estos meses, se están esforzando por mantenerme despierta.— Falta poco, señora Barack. Resista, usted es una mujer fuerte. — dice el doctor con una voz que se llena de eco.— Duele mucho.— Lo sé, pero, medicamente he hecho todo, usted no quiere medicina que dañe a la bebé y es esa la única que nos puede ayudar a lidiar con esto.Mi vista empeora e incluso, puedo ver que el líquido que sale de mi nariz es sangre, así que, confirmo lo que las voces llenas de eco me dicen. Sin duda, los síntomas de mi enfermedad han empeorado y no sé si eso daña todo el trabajo que hice para que mi hija pesara más.— No me importa si yo bajo de peso, si deben sacrificar un &oa
Soportar no es algo sencillo cuando el dolor no me abandona, solo es algo medianamente disminuye el dolor y al poco tiempo vuelve con fuerza. Pero, ni siquiera eso me permite renunciar.‘Debo ser fuerte por mi bebé.’ Me digo mentalmente.— Quiero comida, necesito continuar con la rutina de la isla, ¿Dónde está Mitchell y Sayer?— Estás sufriendo del dolor, Axael, lo más probable es que no toleres la comida.— Lo he intentado incluso con migraña, solo demoro más comiendo, pero lo logro. Así que, tráeme comida, mi bebé debe pesar más.— Pide lo que quieras entonces, pequeña. Yo te lo traeré.Dudo si debería o no aceptar la comida del señor Barack, porque no sé si está de acuerdo con mi esposo en que termine con el embarazo. Pero, cedo al saber que para este punto, un aborto no es posible, si no,
Despierto desorientada. No sé qué ha sucedido conmigo, pero afortunadamente, mi bebé se mueve en mi vientre alegremente como si todo el malestar en mi cuerpo hubiese pasado… como si fuera parte del olvido.— Has despertado pronto. Mucho más rápido de lo que creí. — dice Maximiliano.— ¿Qué ha sucedido?— Algo pasó en tu cerebro, tuvieron que colocarte oxígeno.— Entiendo, al menos mi bebé se encuentra bien.Maximiliano asiente, mientras se mueve hacia la pequeña mesa que hay al lado de la camilla, apenas me muestra lo que tiene en la mano, niego de inmediato.— Somos unos padres incompetentes, lo entiendo perfectamente porque no las he cuidado como lo prometí, pero, es momento de detenernos.— ¿Qué locura estás diciendo?— Hemos empezado con las quimioterapias?— &iexc