Entro en crisis porque ha enloquecido completamente de una forma que a cualquiera le causaría mucho miedo. Por eso, grito por ayuda mientras intento impedir que él se haga daño, pero, Maximiliano me aparta y yo no tengo otra opción que golpearlo.
¿El problema? Lo hago con mi mano herida en su pecho, siendo justamente en una parte donde le he quitado todo el aire.Así que, los dos quedamos sin aire mientras el equipo médico nos auxilia completamente confundidos por todo el ruido que generamos y que al final no emitamos una sola palabra porque los dos estamos sin aire.— Realmente están empeñados en lastimarse hasta que ya no puedan más, ¿acaso a ustedes les resulta estimulante lastimarse tanto? — pregunta uno de los doctores y yo escasamente puedo respirar.— Necesita ayuda psiquiátrica. — digo con mi poca respiración.— Los dos lo necesitaMi hermana se queda conmigo hasta quedarse dormida, mi bebé es alimentada, cambiada y dormida por mí, pero, mi mente no descansa. Tengo tantas cosas en que pensar que no puedo descansar por mucho que lo intente.Así que, paso toda una noche pensando en cómo es mi vida y si realmente voy a soportar tanto cuando mi situación es muy difícil, pero, claramente todo puede empeorar y por eso, el dolor de cabeza aparece para complicar mí ya estresante existencia.Con eso, se cancela completamente cualquier posibilidad de ir al hospital para ver cómo se encuentra Maximiliano y eso es lo mejor, porque parece que todo me dice que no debería estar cerca de él.Su padre, no ha vuelto, pero, no sé si realmente está con Maximiliano o se ha marchado porque está muy molesto para lidiar con él.La mañana llega y yo miro hacia la ventana donde todo se ve tranquilo todo mientras
Me levanto porque no quiero discutir con él, suficiente tengo con el dolor de cabeza que tengo ahora, pero, Maximiliano no se levanta y me preocupa que quede en esa posición durante mucho tiempo, solo porque él es obstinado y terco.— Levántate.— No puedo hacerlo, te he fallado, les he fallado.— Si te quedas arrodillado por mucho tiempo y vienen a atacarnos, no solo tendrás tu mano dominante herida, si no que, tus piernas no podrán responder con la rapidez que se acostumbra, así que, tu hija y yo estaremos en peligro, ¿es eso lo que deseas?— No, no lo deseo. — dice él y los chicos lo ayudan a levantarse.— Quiero que comprendas que no te estoy amenazando con la bebé, lo que hago es que analices que quieres para tu hija, porque si realmente la amas como lo has demostrado hasta ahora, buscarás tener la mejor versión de ti con el fin de que
No quiero irme, puedo maquillar eso como lo desee, pero, el resultado es el mismo; no quiero irme, es simple y a la vez muy complejo. Es entonces que miro al hombre que tanto me ha hecho sentir y me ha ayudado a tener una familia completa y las palabras salen por si sola.— Tú no eres como mi padre, Maxi. Tú si quieres a tu hija y a tu esposa, así que, deja de dañarte comparándote con ese asqueroso ser que solo sabe abandonar a las personas que tenía a cargo y céntrate que no eres lo peor para nosotras, es solo que necesitamos más.>> Porque no podemos conformarnos con lo que nos estas dando ahora, porque si lo hacemos vamos a sufrir porque sé que puedes dar más y de una forma que no le hará daño a nuestra hija, una que es nuestra prioridad.— En el trabajo actúo bien, mi razonamiento es adecuado, pero, con ustedes me desarmo y mis acciones son de una forma que
Mi familia está un poco loca y extraña, de eso no tengo dudas, porque parecemos pacientes de un hospital donde la psiquiatría y los problemas físicos se agarran de la mano como compañeros eternos. Pero, es mi familia… completamente mía y me gusta tenerla.Aunque mi tiempo en el orfanato no fue terrible ni mi vida con mis padres adoptivos me dejaron traumas, tener esta familia… esta que aún no me ha abandonado aunque he hecho cosas para merecerlo, es mi hermosa y un poco extraña familia.— Yo también existo, pequeña.— Solo Eloise tendrá mis besos. — dice mi hermana caminando al otro lado de la silla de mi hija para darle un segundo beso en la mejilla.— Vaya, he sido desplazada. — digo con fingido dolor.— Está bien, uno para ti. — dice mi hermana dándome un beso en la frente y yo sonrío.Maximiliano i
Su padre no dice algo, solo se queda mirando el suelo mientras yo quiero pegarle a mi cabeza para que procese la información como corresponde porque aún no encuentro posible que mi suegro, la única figura paterna, ahora tenga VIH.Pero, lo más impactante para mí es como puede Maximiliano procesar la información porque mierda, es suficiente con mi enfermedad… no es posible. Es demasiado para un ser humano.‘¿Qué karma está pagado Maximiliano para lidiar con eso?’ me pregunto mentalmente.Mi mente reacciona y yo espero que Maximiliano grite o haga sus ataques de agresividad que está acostumbrándose a realizar, pero, lo que hace es reírse… no como un loco, si no, como si le hubiesen contado un chiste demasiado gracioso.— Pensé que era verdad, pero seguramente es un chiste, vaya, padre, te has aliado con mi esposa para hacerme pasar un mal momen
Mi cuerpo entra en pánico porque no sé cómo se contagia uno de eso y él ha estado durante mucho tiempo con mi bebé, por eso, lo primero que surge en mi mente es que: ¿mi hija no ha sido contagiada?Pero, el llanto de mi suegro me impide alejarme de él o hacer algo diferente a consolarlo. Por eso, dejo para después la investigación de cómo se contagia, en especial porque llenarlo de preguntas cuando está mal no es correcto y mi hija… rayos, no puede tener tan mala suerte.— Por favor, cálmese un poco, debe pensar positivamente.— ¿Cómo puedo tomarlo así? Voy a morir.— ¿Eso fue lo que le dijo el doctor? — pregunto preocupada.‘Maximiliano no puede recibir un segundo golpe.’ Digo mentalmente preocupada.— No, pero, ¿has leído lo que les pasa a las personas que tienen SIDA?
Esto debe ser una maldita broma, porque sí, debe ser una maldita broma que mi suegro me está dando, porque, ¿Quién en su sano juicio me va a decir que yo tengo la fortaleza mental para dar una bomba de noticia?— ¿Sabe porque tengo mi mano fracturada? — pregunto y él asiente.— Yo no puedo hacerlo, los dos somos tan parecidos que no podríamos ser cordiales aunque nos esforcemos, pero, tú eres como un mediador para mí, uno que… rayos, es necesario usar ese mediador para decirle a Maximiliano antes que él se entere por otro lado y todo empeore.— Y por eso debo sacrificar mi otra mano o alguna otra extremidad, ¿no es así? — pregunto con molestia.— Es mi condición para recibir el tratamiento, ahora, ve con tu esposo antes que sospeche algo. Ya escuchó lo que no debía, es cuestión de tiempo para que arme el rompec
Ni siquiera sé por dónde empezar y con esa premisa que ya él tiene, todo es más complejo y difícil, por eso, respiro profundo e intento pensar en algo que pueda ayudarle a comprender lo que no soy capaz de mencionar.— Tu padre no va a morir. — dice el terapeuta.— Pero, está enfermo.— Tiene VIH. Lo de hace poco no fue una broma, ¿verdad? — pregunta Maximiliano y yo quedo invalidada.‘¿Qué debería decir o hacer después de lo que ha mencionado?’ me pregunto mentalmente.Me quedo en silencio, sé que debería decir algo al respecto, pero, las palabras no me salen y por eso, el terapeuta comienza a darle la explicación médica de la enfermedad, sin embargo, ni Maximiliano ni yo escuchamos lo que él dice, porque nos estamos mirando mutuamente quizás pensando en lo injusto que es todo esto.Por eso, to