Le pagué al chico que vino a entregar la gran caja de pizza. Será suficiente para Clarke y por supuesto yo.— ¿Estás sola? —me dedicó una mirada coqueta—.— No —mentí—.— Que mentirosa.El chico era guapo pero prácticamente era un niño. Negué rápidamente.— Ya vete o no pasaré por alto que demoraste treinta y dos minutos en llegar y que esta pizza debería ser gratis.Me dedicó una mirada extraña y luego se fue sin decir más.Rodé los ojos y entré nuevamente, de pronto con la caja en mano me sentí muy pequeña y sola. ¿Cómo podría Clarke vivir aquí sin nadie? Sin alguien que te espere cuando llegues, y haga de esta casa Un hogar.Por un momento pensé que ese alguien podría ser yo y negué, este no era mi estilo. Era demasiado para mí.Ya eran las 8 de la noche y Clarke aún no llegaba, me empezaba a sentir aburrida, odiaba estar sola. Decidí encender la televisión y poner una película, eligiendo una película de suspenso.Me encogí mientras tenía un pedazo de pizza en la boca viendo la esc
Puse al cachorro al cual tendría que ponerle un nombre en el suelo luego de poner su comida en un plato, lo vi comer con ganas. Mi corazón se encogió al verlo.— Quién pudo haberlo dejado en la calle, es demasiado hermoso— Tal vez también le rompió algún plano a su antiguo dueño —dijo Clarke mientras pasaba a mí lado con un pedazo de pizza en mano—.— Ja, ja —rodé los ojos—. Ya superalo.— Pues no puedo —dijo mientras masticaba su pizza—.— Que asco —dije al ver la comida masticada en su boca—. Traga y luego habla.— Mmm no —me guiñó el ojo—.Me recosté en el mesón y puse mi mejilla sobre mi mano.— ¿Sabes qué más no superaré?Fruncí las cejas y miré hacia un lado esperando a ver a Clarke hablando con la boca llena, sin embargo me encontré con su rostro muy cerca y después sus labios sobre los míos. Apoyé mis manos en su pecho intentando alejarme de él pero era demasiado fuerte.Cerré mis ojos dejándome llevar."Si la vida te da limones pues has limonada" recordé las palabras de Jane
— Oh Ya decía yo que era lo que estaba sosteniendo —su mano apretó el lugar—. Están grandes.— ¿Quée?Me mordí la lengua para evitar soltar un gemido. Esta era la primera experiencia de este tipo que tenía en mi vida y no pude evitar sentirme nerviosa. Al parecer él se dió cuenta y bajó lentamente su mano hasta mi cintura.— Relájate —susurró—.Por segunda vez en la noche sus labios volvieron a tomar los míos, siendo suave porque aún mi labio estaba algo hinchado.Un trueno hizo que me sobresalte y separe nuestros labios.— Creo que deberíamos ir a dormir —dije sonrojada aunque él no podía verme—— ¿Juntos?Casi pude ver un guiño en la poca luz que entraba por la ventana.— Nop.Al intentar levantarme me tomó por el brazo y me obligó a sentarme. A él le encantaba zarandearme de esa manera.— Mejor hablemos.— ¿De qué quieres hablar?— No sé, tal vez un juego, ese que les encanta a ustedes, el de las diez preguntas.— Demasiado cliché para mí.— Tenía que suponer que no eras normal, de
Sonreí forzadamente sin saber que decir. Tenía que tener en claro que eso era algo extremadamente sospechoso cuando él y yo nos conocíamos supuestamente hace tres años sin contar que supuestamente estamos casados.— Así es —aquí estaba James salvando el día nuevamente—. Como usted sabrá Grace sólo tiene diecinueve años, y acaba de empezar la universidad así que tenía que dejar aún muchas cosas en orden antes de poder venir a vivir conmigo, ayer pudimos arreglar todo y bueno, por fin podemos estar juntos —tomó mi mano y entrelazó sus dedos con los míos—. Y solos —besó el dorso de mi mano haciendo que me sonroje—.Las preguntas continuaron, siendo cosas bastante superficiales, como cuántos años tenemos y cosas que gracias a internet podía saber, claro que no estaba todo pero pude defenderme bien.— Ya veo, pues al parecer ustedes tienen todo En orden. Aún su visa se está tramitando, claro que mientras seguiremos con la investigación , es sólo protocolo —sí, claro—. Así que si todo sale
Suspiré estirandome, por fin era viernes y faltaban sólo diez minutos para salir del trabajo, poder ir a casa y dormir. Rodé los ojos con el pensamiento, corrección, la casa de Clarke. Las cosas avanzaban con mucha normalidad, de hecho casi no había visto a James en toda la semana, llegaba muy tarde a su casa y a penas y nos decíamos un "buenos días".— GraceMe sobresalté al escuchar mi nombre y mi corazón empezó a latir rápido cuando lo vi, con su camisa blanca y sus mangas recogidas hasta el codo.— Sí, señor Clarke -respondí, su mirada fue de confusión hasta que cayó en cuenta que estábamos en la empresa-— Ven, por favorLo seguí hasta el ascensor, cuando entró marcó el piso de su despacho. Un silencio incómodo llenó el espacio durante todo el viaje.La secretaria me miró mal y continuó con lo que estaba haciendo.Entramos al despacho, él delante de mí.— Por favor cierra la puerta -dijo-Lo hice sin emitir sonido, cuando me volteé pude verlo usando el control para oscurecer los
Un rayo de luz se coló por mi ventana obligándome a abrir los ojos. Me senté rápidamente consiguiendo marearme, estaba en mi habitación.Había intentado esperar a Clarke pero el sueño me había vencido, seguro él me había cargado mientras estaba dormida.Cuando bajé las escaleras medio dormida pude divisar al ingeniero imbécil en la cocina, con sólo unos pantalones de pijama.Mmm, que ganas de morder esa espalda.- Pues te dejo hacerlo si me dejas morderte el trasero.Golpeé mi frente, otra vez pensando en voz alta.- Estoy haciendo unos huevos revueltos con pan y café, siéntate y deleitate con mi hermoso ser.Reí, e hice caso, cinco minutos después ya tenía el desayuno frente a mi.- Huele bien.- Lo sé -guiñó el ojo-. Mmm, ¿Grace?Le pedí que continuara con un asentimiento mientras probaba el huevo revuelto, estaba delicioso.- Hoy tenemos una cena, así que creo que deberíamos comprar algo adecuado para ti, será algo elegante y realmente te necesito conmigo, estará mi hermano y el ab
— Voy a abrir una sucursal en Francia y me gustaría que Clarke Corporation se haga cargoProbablemente si seguía apretando los dientes de esta manera estos se romperían, Grace estaba hablando animadamente con Ellis, al parecer le había agradado encontrarlo aquí. Apreté los puños sintiendo la furia invadirme.— ¿Señor Clarke?Miré al señor Henry, estaba tan absorto en mis pensamientos que apenas había podido entender sus palabras.— Le pido una disculpa señor Ellis, ¿podría repetir lo que dijo? —me miró sonriendo y asintió—.— En resumen, he conseguido poder poner mi sucursal en Francia y me gustaría que te hagas cargo de la construcción y diseño del edificio.Esbocé una sonrisa y asentí.— Claro, podemos hacer una cita, y usted me indicará todos los detalles.— Listo, excelente.— Buenas noches caballeros.Ambos tomamos la mano del señor Frederick. Maldición, nunca me soltaría de estos hombres y yo tenía que encontrar a Grace que se había ido con Logan a quién sabe dónde.Alrededor de
Algo duro estaba incrustado en mi trasero y me empezaba a fastidiar, gruñí sintiendo el dolor de cabeza y con mi mano palmée eso para quitarlo y seguir durmiendo.- Auch, cariño.Me sobresalté y me senté rápidamente en la cama. Maldición, mi cabeza.- ¿Qué mierda haces en mi cama? -grité-.- Me pediste que durmiera contigo -alzó la ceja-.- Sí claro.Lo fulminé con la mirada, él aprovecharía cualquier momento para tenerme en su cama, o en este caso meterse en la mía. Cubrí mi pecho con mis manos, al ver como él los veía como si fueran torta de chocolate.- ¿Por qué estoy desnuda? -alcé las sábanas para ver debajo de ellas, gracias a Dios aún tenía mis bragas y James su ropa interior-.Oh Así que eso era lo duro que sentí.- Pues si, si me frotas tu trasero, obviamente mi amigo reaccionará -lo miré confundida-. Sí, volviste a pensar en voz alta.Me dí una cachetada mentalmente.- Debería dejar de hacerlo -crucé los brazos sobre mi pecho-. ¿Qué haces en mi cama?- Pues, ayer me pediste