Drake caminó por el pasillo del hospital, golpeando ligeramente la carpeta amarilla que traía entre sus manos, aquella que contenía el contrato que le había solicitado personalmente Ethan.
Al inicio había pensado que lo que él estaba haciendo era un poco exagerado pero finalmente lo entendía porque había demasiadas cosas en riesgo, por ejemplo si esa mujer decidía hacer las cosas mal tendrían que aceptar que esa mujer probablemente iba a manchar el nombre de Ethan, dañar a la empresa, conseguir más dinero del acordado y llevarse al bebé consigo.
Para nada confiaba en ella, aquella mujer tenía una apa
La lujosa mansión millonaria se encontraba en alguna de las afueras de la ciudad, estaba rodeado de perfectos árboles decorados, perfectamente cortados de la misma forma. Todo el lugar estaba lleno de un hermoso y perfecto jardín verde. Winter inmediatamente sintió que se enamoró de aquel hermoso lugar, admirando los perfectos paisajes verdes que rodeaban el lugar. A unos cuantos metros de distancia se podía haber un gran y espectacular lago. Donde seguramente vivían miles de hermosos peces exóticos.No podía creer que realmente existiera un lugar tan impresionante, siempre había visto lugares tan hermosos como ese en televisión o en series donde típicamente el millonario había construido tal lugar a base de empeño pero siempre había pensado que era imposible vivir en una casa de ensue&ntild
Ethan realmente no podía entender porque cada una de las cosas que estaba planeando estaban saliendo mal. Durante meses había estado trabajando para uno de los proyectos más importantes de su empresa y repentinamente el proyecto había desaparecido por completo. Sin dejar ni un solo maldito rastro que lo ayudará a identificar cuál había sido el problema.Eran las tres de la mañana y seguía frente a la computadora de escritorio. Con el sueño completamente fruncido mientras movía rápidamente sus piernas, tal como lo hacía siempre que tenía estrés. De esa manera sentía que liberaba una pequeña cantidad de estrés que estaba sintiendo. Estaba tan estresado que sentía que en cualquier momento se podía poner a llorar. Ethan ni siquiera estaba completamente seguro si era confiable dejar a Winter en la oficina completamente sola, los malditos recuerdos del pasado lo atormentaban en cada momento y lo hacían sentir que en cualquier momento ella se acercaría a su computadora para sacar toda la información que pudiese en estos momentos. Realmente estaba luchando profundamente para confiar en ella pero le atormentaba la idea de que si volvía a confiar en una mujer podría vivir el pasado una vez más.Estaba apunto de volverse loco por culpa de los fotógrafos y reporteros que no lo dejaban dar ni un paso hacia su empresa. Drake se encontraba a su lado, tratando de encontrar una manera de sacarlo de ahí lo más rápido que pudiese pero incluso él parecía estar abrumado por la cantidad de reporteros que había en el lugar.&nbs11
La oficina se encontraba en completo silencio, no había nada de trabajo que hacer y ese día en especial Ethan se sentía más abrumado de lo normal. Las palabras que Winter le había dicho hace una semana le retumba en la cabeza una y otra vez como una clase de grabadora que lo torturaba constantemente. Estaba completamente seguro que aquellas palabras eran alguna clase de conciencia o alguna clase de penitencia que tenia que pagar por haberle mentido cuando ella se encontraba totalmente vulnerable.Haberla encontrado llorando aquel día le parecía una sorpresa, había pensado que ella nunca se mostraría completamente vulnerable frente a él pero estaba seguro que el embarazo la estaba traicionando y no sabía si eso era algo que debía de estar a su favor o en contra.—Ahhh
Ambos permanecieron en completo silencio, observando el oscuro color del lago. El jardín apenas era iluminado con la luz de la luna y las lámparas que había por todo el lugar. Pero incluso si todo el lugar estaba oscuro y hacía frío, Winter había decidido quedarse un poco más.—¿No me lo permitirás?—preguntó ella, volteando a verlo.Ethan ni siquiera contestó, simplemente se quedó en silencio, observando el lago mientras pensaba en lo que ella acababa de pedirle. Permitirle ir a trabajar podría ser completamente arriesgado pero a la vez estaba conciente que ella no podía vivir encerrada por nueve meses. Sentía que la mejor opción era hacerla trabajar cerca de él, colocando un puesto de trabajo donde pudiera tenerla vigil
Beaty se pasó las manos por el cabello mientras soltaba una gran sonrisa, una sonrisa completamente cargada de frustración y maldad. Frente a ella se encontraba un hombre de cabello oscuro, bebiendo una gran copa de vino tinto con seguridad. Cada hombre del lugar la observaba por un momento, reconociéndola como la ex esposa de Ethan Miller, luciendo hermosa como siempre con sus caros atuendos y su joyería de diseñador.—¿Entonces pudiste conseguir la información que te he solicitado?—preguntó ella, haciendo que el hombre dejara la copa de vino sobre la mesa de inmediato, cautivando toda su atención. El reportero se movió con incomodidad en el asiento, soltando una pequeña mueca mientras le sonreía a la mujer.—No tienes la información— soltó
La habitación se quedó en completo silencio cuando Winter se sentó sobre la cama, poniéndose las manos sobre las rodillas antes de suspirar con fuerza. Maldiciendo por un momento mientras observaban a la mujer que la observaba desde enfrente.—¿Señorita usted se encuentra bien?—preguntó al verla sudando.— Estoy bien, simplemente creo que a lo mejor el sushi me cayó un poco mal, creo que realmente comí demasiado sushi y el pescado terminó haciendo me sentir un poco mal pero en un momento me sentiré mejor. Realmente no te preocupes, en verdad me siento bien, tranquila.— contestó al ver el rostro de la mujer lleno de preocupación.—Señorita Winter, que se intoxique con el pe
El reloj marcó las cuatro de la tarde cuando Drake entró por la puerta de la oficina de Ethan, acompañado de Winter quien acababa de salir del hospital. Ella pasó su mirada por la oficina y suspiró antes de fruncir un poco el ceño. Sintiéndose repentinamente avergonzada al usar el uniforme de la gran empresa. Ethan se pasó las manos por la barbilla al verla entrar a la oficina con una falda tubo de color negro que resaltaban por completo sus curvas.—El color rojo no es mi color—susurró ella, tratando de crear un tema de conversación que terminara con aquel silencio incómodo que se sentía en la oficina.—Exacto, no lo es—respondió él, tratando de evitar que ella se diera cuenta de lo fascinado que estaba tras verla con aquel hermoso color ro