Ángela no sabe cómo hacer para que Vincent se vaya y él no quiere lastimar a Jesús. ¿Qué pasará? Todo comenzó a complicarse para los dos.
Ángela preparó el desayuno para los tres y miró mal a Vincent. Él no tenía que estar allí invadiendo su vida, su hogar y su pequeña familia de dos. -Papi, ¿Llegaste hace mucho? ¿Te irás de nuevo?- Jesús estaba más que emocionado por haber despertado con su padre en casa -Llegué hace muy poco, me iré más adelante. Aún falta mucho para eso- Explicó con calma disimulando el dolor que le había producido el golpe que Ángela le dió bajo la mesa -Hijo no deberías preguntar tantas cosas. Vincent es un hombre muy ocupado y se tiene que ir a un lugar más lejano esta vez, ¿Verdad?- Jesús lo miró con sus ojitos cargados de preocupación y tristeza. Tenía tantas cosas pendientes con su padre, lo había necesitado mucho -¿Es verdad papi?- Vincent se sentía dividido, pero la mirada triste del niño logró que intentara contentarlo-No, aún falta mucho para que pueda irme. Aún tengo un trabajo muy importante que terminar aquí- Evitó mirar a Ángela y apartó sus piernas sabiendo que recibiría otra pata
Al caer la noche la tensión no se había disipado en el ambiente, sino que podía cortarse con un cuchillo. Ángela había comenzado a preparar la cena y picaba los vegetales con más fuerza de la requerida, haciendo que Vincent se mantuviera alejado imaginando que ella quisiera atacarlo. -Papi, mami- Jesús llegó junto a ellos con la cámara de fotos- Quiero tomarles una fotografía-Amor no me peiné, lo mejor es que sea en otro momento- Ángela quiso buscar excusas para evitar eso -Mami siempre estás hermosa, ¿No lo crees papi?- Vincent miró al niño y luego a la joven madre que a cada momento parecía más nerviosa-Tu mami es muy hermosa, tienes razón- Estuvo de acuerdo Vincent se acercó a Ángela y quiso quitarle el cuchillo de las manos, pero ella solo planeaba continuar la cena para que el niño no le tomara fotografías. ¿Que pasaría cuando el tiempo transcurriera? Jesús tendría que entender que no tenía padre y estarían amargos recuerdos acompañándolo. Contrario a lo que Ángela pensaba,
El placer había alcanzado su punto máximo y ahogando un grito de satisfacción en un beso cargado de deseo Vincent y Ángela culminaron la segunda vez de pasión compartida. Luego de que él placer terminara y los dos permanecieran juntos en la cama, Vincent reprimió una sonrisa. Había sido realmente magnífico y había podido conocer el cuerpo de su acompañante a diferencia de la única vez que habían estado juntos. Quiso atraerla a sus brazos, pero al intentarlo se dió cuenta de que ella ya no estaba relajada, sino todo lo contrario. -Estás temblando- Vincent la observó con preocupaciónNinguna de las veces que compartió el lecho con una mujer había temblado después de mantener relaciones.-¿Qué fue lo que hice? Soy una estúpida, doblemente estúpida- Abrazó su cuerpo atrayendo aún más la sábana para cubrirse completa -No, no lo eres- Intentó tocarla -Tengo una licencia para cometer estupideces, podría dar clases para perfeccionar estúpidos- Abrió su boca indignado-Lo deseamos y lo hici
Mientras Ángela se sentía cada vez más perdida en sus propios pensamientos y en el sentimiento de culpa que se alojaba en su pecho, Vincent escribía a toda hora. Él había descargado su frustración y trabajado sin descanso en la historia que debía limpiar la imagen de Ángela. Creyó que acabando esa historia ella podría darle una oportunidad de enmendar el pasado de alguna manera. Él tenía en su teléfono varios borradores y los había perfeccionado para enviarlos a la editorial. Sabía que esa historia impactaría al público como ninguna otra, pero también haría que Ángela obtuviera un cierre a todo el sufrimiento del pasado. *Dos semanas después, Vincent pidió una reunión con la editorial, necesitaba darle todos los escritos al que fue su jefe para acabar de una buena vez aquella historia que arruinó más de una vida. Estaba satisfecho con la historia, aunque también sabía que probablemente Ángela se acercara a el para reclamarle por el final que le había dado. -Llamare a Ángela para q
Claudia le había prometido a Jesús que se despediría de Vincent en su nombre y así lo hizo. Ella sabía dónde vivía y encontrar el apartamento suyo no fue muy difícil. -Hola, ¿Puedo pasar?- Claudia miró el lugar y él se apartó-Si, pasa. ¿Gustas algo de beber o tienes miedo de ser envenenada por mi?- Ella lo observó sin entender -¿Disculpa?-Ángela jamás quiso un vaso de agua porque desconfiaba de mi- Ella comprendió y sonrió, era algo que su amiga haría -Acepto un café- Sonrió en agradecimiento y se sentó- Gracias -Es raro verte aquí, ¿Ángela y Jesús están bien?- Claudia no sabía cómo responder eso, pero optó por ser sincera -No en realidad. Ángela y Jesús se mudaron. Los llevé al aeropuerto- El no pudo ocultar su sorpresa ni el dolor que sintió porque sabía que era el único responsable por esa decisión -¿Dónde están? Quiero su dirección- Claudia negó-No se la nueva dirección. Se fueron pero allí se establecerían y luego me avisarían para ir a visitarlos. Jesús sabe que no eres
Ángela había comprado aquella novela y luego de leer los primeros capítulos había acabado llorando, reviviendo los momentos que había tenido que afrontar años atrás. Odiaba sentirse de ese modo y la sensibilidad que producía en ella. Jesús comenzaría las clases en un colegio nuevo y extrañaba a sus antiguos compañeros. Sentía miedo de no ser aceptado allí y también una gran expectativa por lo que su madre le había dicho que sería una nueva aventura. -¿Tienes todas tus cosas?- Le preguntó Ángela y lo peinó prolijamente -No todas mami. Todos los niños van con su mamá y su papá a su primer día de clases. Desearía tener papá- Aquel comentario tan sincero le rompió el corazón a su madre-Algún día tendrás alguien a quien llamar papá, ¿De acuerdo?- Quiso sonar segura, aunque su voz delató toda su inseguridadÁngela había recordado cómo fue convivir pocos días con Vincent, compartir cada aspecto de su vida y también cuando estuvieron juntos. Sabía que probablemente si no hubiese existido
Ángela veía como Jesús esperaba ansioso el desayuno y ella solo sentía que no había modo de que pudiese comer correctamente. Solo deseaba dormir o estar en la soledad de su cuarto pensando en todo y en nada a la vez. Cuando el timbre sonó, ella apagó enseguida la cocina para que el desayuno no se quemara, pero Jesús salió corriendo a atender. -¡Amor no corras, no abras la puerta!- Le gritó desde la cocina y se apresuró para cuidar a su hijo. No sabía que clase de loco pudiera llegar y se sentía temerosa de que alguien le hiciera daño a Jesús. Luego de aquella historia comenzaba a sentir cierto nivel de paranoia por creer que alguien de su pasado podría aparecer frente a su puerta Jesús no la obedeció y abrió la puerta. Ángela pudo ver cómo su hijo se aferraba a Vincent. Él estaba empapado, pero aún así a Jesús no le había importado. -Te extrañé mucho- Lo abrazó aún más fuerte y Ángela sintió dolor al ver que su hijo aún seguía deslumbrado y encariñado con Vincent-Hola Ángela- Se
Vincent se quedó en el cuarto de Ángela. Negarse a dormir con él de nada le había servido. Él había llegado con ideas muy claras y precisas que incluían invadir cada aspecto de su vida. Jesús con el paso de los días se mostraba muy feliz y Ángela se sentía desplazada en varias cosas que antes solo eran de los dos. -Me gustaría tener un hijo como tú- Vincent despeinó a Jesús en un gesto cariñoso-¿Quieres ser mi papá?- Lo miró con sus ojitos cargados de emoción -Solo si tú mamá me lo permite, ¿Entiendes? Deberías ayudarme a convencerla- Jesús asintió emocionado y Ángela en la distancia había escuchado aquella conversación que le demostraba que Vincent era un tramposo manipulador que cada vez le ocasionaba más problemasSe avecinaba una discusión nueva y Vincent lo sabía. Angela no le había permitido más que dormir en su cama y eso lo había hecho a regañadientes murmurando mil maldiciones en el momento. -¿Cómo te atreves? ¿Quieres matarme de un disgusto? ¡Tu no paras y debes parar!-