Los besos y los abrazos no se hicieron esperar, en verdad que todos estaban muy contentos por la noticia, no cabía duda que esa bebé iba a ser la más esperada. Para la familia no pudo haber habido una mejor noticia que esa, aunque hubieran amado al bebé de Vincenzo y Kaia fuera lo que fuera, en el fondo, todos deseaban que fuera una niña.Entre los regalos que fueron apareciendo, ya no iba a ser necesario que Kaia y Vincenzo salieran a comprarle ropa y accesorios a la festejada. Ahora tenían de todos los colores y las tallas hasta un año. Era lógico que toda la familia iba a querer mimar y llenar de regalos a esa nueva integrante a la que todos esperaban con ansiedad y con ilusión.— Estábamos preparados, a mí también algo me decía que iba a ser una niña, felicidades. Ahora veo porque están tan felices ambos, sé que los hace muy felices porque van a ser los padres de una niña. — Los felicitó Aitana.Ella estaba feliz por ellos, al igual que todos porque sabía de sus deseos que más que
Al día siguiente, muy temprano en la mañana, Vincenzo se encontraba listo para ir a la clínica a realizar la prueba de paternidad, esperaba que esa mujer si llegara a tiempo. A él no le gustaba para nada que la gente fuera a ser impuntual, por lo que esperaba que por el bien de esa mujer ella estuviera ahí a tiempo. Quería salir de eso lo antes posible, quería irse cuanto antes de ese lugar y retomar sus planes del día de pasarlo con su esposa y dejar atrás todo ese mal momento.Llegarían primero al conglomerado y dejaría a Kaia instalada en la oficina y él se dirigirá a la clínica. Era mejor que ella se mantuviera ocupada haciendo alguna que otra cosa en la empresa para que de esa forma no estuviera preocupada pensando en todo lo que podría pasar con esa prueba.— Amor, no estés tan ansioso, todo saldrá bien y nos veremos en un rato, ni siquiera te darás cuenta cuando se tomen las muestras. Además, ya te he dicho que salga lo que salga en esos resultados, yo no pienso separarme de ti
Vincenzo llegó puntual a la cita que ya había pedido el día anterior, estaba esperando la llegada de Martina, miraba el reloj con impaciencia, pues a él le gustaba ser puntual. Esperaba en serio, que esa mujer no tardara en llegar, pues a él, si algo no le gustaba, era que lo hicieran perder el tiempo. Consideraba que su tiempo era muy valioso y no lo gustaba estarlo perdiendo con nadie.— Buenos días. Había olvidado lo puntual que eres. — Dijo Martina.Llegaba con una niña en brazos y Vincenzo no podía negar que era una niña muy bonita, pero no quiso reparar mucho en ella. Había algo familiar, pero no pasaba del color de los ojos y del cabello. Además, lo que empeoraba la situación para esa mujer, era que él no sentía conexión alguna con esa niña y en caso de que se tratara de su hija, algo habría dentro de él que le estuviera diciendo, a gritos, que era el padre de esa pequeña.Aunque no necesariamente un hijo, se tenía que parecer a sus padres. Vincenzo no encontraba ningún parecid
Vincenzo llegó al conglomerado de muy buen ánimo, lo que había sugerido Martina, ahora lo tenía más convencido de que la niña no era suya. No había manera de que esos resultados fueran alterados, su personal era de suma confianza. Había sido, por ese motivo, que él se ocupó de elegir el lugar en el que se realizaría la prueba, no iba a dejar que esa mujer se saliera con la suya, comprando los resultados a su conveniencia.Ella podía hacer el intento por sobornar a cualquiera, pero no lo iba a lograr. La clínica del conglomerado era un lugar seguro, nadie se iba a vender por ninguna cantidad de dinero o chantajes que quisiera hacer con ellos esa mujer.— ¿Cómo fue todo, mi amor? Aunque estaba tranquila esperándote, no puedo negar que me sentía un poco preocupada por ti.— Muy bien, aunque Martina llegó tarde y con unas indicaciones de su abogado, pretendía no hacer la prueba en la clínica. Seguramente ella quería salirse con la suya, de comprar los resultados de la prueba a su convenie
Con esa información en las manos, no había necesidad de esperar a que salieran los resultados de la prueba de paternidad, si Vincenzo se movía con rapidez, podría tirarle el teatro a esa mujer. Martina no se había medido, al llegar tan lejos con toda esta situación, de inventar eso de que su hija, era supuestamente hija de Vincenzo.Tenía que hacer las cosas a su debido tiempo, para que todo lo que esa mujer había planeado cayera por su propio peso. Era una cuestión de tiempo y de que la mujer, se diera cuenta, que todo cuanto había hecho, había sido en vano, pues con la inteligencia y con los recursos que tenía Vincenzo, no tenía manera de ganar.— Por tu cara de felicidad me puedo dar cuenta que esa información era la que estabas esperando. Apenas si puedo creer, que tus sospechas hayan sido ciertas, en lo que pensabas, que todo fue manipulado por esa mujer.— Desde luego que sí amor, y déjame decirte que estabas en lo cierto, pero hay otra cosa más. Es increíble, como bien lo menci
El día pasó más rápido de que se hubieran imaginado, ya habían arreglado todo para quedarse de nuevo en el ático, ambos así lo deseaban y lo habían acordado. Lo bueno era que no se iban a tener que volver a encontrar a Martina. Ese capítulo con ella ya debía quedar cerrado a la brevedad. Solo la vería el día de la entrega de resultados y eso sería todo, con la prueba ella quedaría convencida que su hija no era hija de Vincenzo.— Las cosas se han sentido tan tensas estos dos días que me había estresado demasiado. No quería que nuestro regreso se tornara tan turbio. No quería causarte ninguna molestia. Créeme mi amor que lo que menos deseo en esta vida, es causarte molestia o algún tipo de daño.— Pero afortunadamente todo está encontrando su rumbo, ha sido muy ruin de parte de esa mujer usar de esa manera a su pequeña hija. Creo que debería actuar antes. Lo siento mucho por esa pobre pequeña, que tiene ese tipo de persona como madre, sinceramente, no merece que la estén usando para co
Martina se encontraba muy preocupada por la salud de la niña, en verdad no hubiera querido que se enfermara, estaba segura de que en esa clínica había agarrado ese virus y ahora su niña estaba muy inquieta y lloraba por todo. Por ese motivo, ella hubiera deseado llevarla a hacer la prueba a otro lugar, pero no pudo hacer nada, ante la negativa de Vincenzo, por eso ahora, él debía ayudarle a solucionar la situación.No lo pensó más y se acercó a la recepción del conglomerado. Ya era bastante tarde y de seguro ya estaban saliendo los trabajadores. Ella esperaba, que al ser Vincenzo, el más alto mando de la empresa, aún se encontrara ahí, realmente estaba desesperada y necesitaba mucho de su ayuda.— ¿En qué puedo ayudarla señorita? Dígame ¿Qué puedo hacer por usted?Una empleada de la empresa, le preguntó amablemente.— ¿Estoy buscando al señor Vincenzo Leonardi? Es urgente, por favor, necesito verlo ahora mismo. El asunto por el cual lo necesito, es de índole personal, le pido de favor
Ahora el que se encontraba en un apuro, ciertamente era Alonzo, esa mujer había llegado con una intensión, aunque el señor no se encontraba, él como su asistente tenía que atender a Martina, esperaba que los que habían escuchado sus palabras no comenzaran las habladurías.Era algo muy común en esos casos, la gente siempre malentendía las cosas y luego comenzaban las especulaciones y Alonzo no quería que su jefe pasara más penalidades por culpa de esta mujer.— Pase conmigo a la siguiente sala, señorita, por favor, tengo que llamar al pediatra, para que nos pueda atender. Trataré que lo haga en el menor tiempo posible, para que su hija se sienta mejor.Alonzo se iba a esforzar a que la hija de Martina pronto recibiera la atención que necesitaba. Entre más rápido se pudiera arreglar esa situación, mejor sería para todos.— Prefería que llamaras al padre de la niña, es el que tiene que estar al tanto de lo que le está sucediendo. Yo agradezco que quieras ayudarnos, pero el que debe ocupa