KENDRALeona Beller, la rubia de ojos verdes que parece modelo de pasarela, ríe con él, y Liam hace lo mismo, me les quedo viendo a los dos, lo cierto es que encajan mejor juntos que él y yo, en especial porque ella no está rota, ella… es tan hermosa, incluso, más que yo. Esa es la realidad de las cosas. Verlo hablando con ella de ese modo, hace que crezca en mi interior la desazón de que había estado escapando tanto tiempo. —¿Lo ves? Al parecer ella sigue siendo importante para él —me dice Kratos a mis espaldas. Tenso el cuerpo, odio que Kratos tenga razón al respecto, conozco las miradas que tiene Liam hacia las personas, y esta que muestra, es del tipo; me caes bien y me siento a gusto a tu lado, mi vena celosa y posesiva se activa, doy un paso adelante, pero al instante, es Kratos quien me detiene, de reojo veo que los Voyevikis comienzan a acercarse, pero levanto una mano en señal de que todo está bien, lo que menos quiero en estos momentos, es tener un escándalo. Los tipos s
KENDRAEstoy agarrada de la mano de Kratos, un mafioso, lo que siempre he odiado, caminando por los corredores de madera rápida, logramos salir solo porque sus hombres se encargaron de los Voyevikis cuando estábamos adentro, por esa razón es más fácil, corremos por un corredor que nos lleva a la parte trasera de la enorme propiedad, el frío me cala hasta los huesos, pero no me importa, ahora mismo es lo que menos me interesa. —Vamos. Miro mi celular y recuerdo que con eso me puede localizar. —Espera —me suelto de su mano. Corro hacia la fuente que adorna el centro del enorme jardín y lo lanzo al agua, así como él lanzó a la mierda lo poco que sentía por él y que si no lo hubiera echado a perder, estaríamos juntos como siempre quisimos en el fondo. —¡Andando! Escucho la voz de Arsene a lo lejos y tiemblo, es Kratos quien tiene que tirar de mi brazo para que me mueva porque me he congelado. Salimos hasta una camioneta negra, entramos y enseguida arranca, poco a poco nos vamos alej
KENDRASurrealismo. Esa es la primera palabra que lanza mi mente cuando los labios de Kratos aplastan los míos. Pero ayuda al hecho de que todo haya pasado. Es decir, mi mente solo se concentra en el beso que me da Kratos, en todo, así que cuando menos me lo espero, siento que el aire me falta, abro la boca y su lengua me penetra hasta el fondo, saboreando una verdad brutal que escondí la primera vez que me besó, y eso es el hecho de que en el fondo, me gustó. Dejo que me aprisione contra su cuerpo, su lengua se encuentra con la mía y ambas comienzan a conocerse, hasta que Liam aparece en mi mente, el dolor, todo lo que ha pasado, es por ello que decido darle un empuje y lo alejo de mí. —No —tomo una larga bocanada de aire. —No pienso disculparme por algo que deseaba, solo lamento que no haya sido el momento indicado —arguye con seguridad. Mis labios se sienten hinchados, el hormigueo no desaparece del todo, y los latidos de mi corazón caen en lo frenético. Kratos me observa con
KENDRAEl dolor se dispara por mi columna, es brutal, sádico, mi mente permanece en blanco, es como si dejara de existir, si hubiera olvidado mi propia existencia en el mundo basto. Liam desaparece, mi venganza, todo el mundo queda reducido en nada cuando Kratos está tan clavado en mis profundidades. Siento que mis piernas son invadidas por un pequeño temblor que me asusta, no puedo moverme, duele una mierda, en serio lo hace, los brazos de Kratos me aprisionan contra su pecho desnudo y marcado, mientras trato de respirar con profundidad. —Mierda —me quejo. Le estoy abrazando por el cuello solo porque en serio duele, Kratos me ha partido en dos, duele mucho mejor y peor al mismo tiempo, que cuando estaba con Liam. Las chispas de dolor son intensas en mi vientre bajo. —Respira —dice en mi oído con voz gruesa—. Respira, Kendra, te dije que no estabas preparada para mí, y aún así, preferiste seguir tus instintos. Hago lo que me dice, poco a poco tomo una ligera bocanada de aire, de
LIAM—¡¡Maldita sea! Bramo en cuanto me entero de que Kratos se ha ido, cuando salgo de la estúpida mansión en medio de la isla en donde estuvo con ella, siento que quiero incendiar el mundo, los Voyevikis que mandó Ronan para mi ayuda, siguen revisando la zona, la misma que en la que no hay nada, ni un solo rastro de gente. Pero eso no es lo que me tiene cabreado, con la sangre hirviendo en mi sistema, es el hecho de que dejó una grabación en donde se ve a él follando a Kendra, y en donde ella se lo pide como una lasciva. Algo en mi pecho colisiona. Mi móvil suena y respondo al ver que se trata de Ronan. —Eres un idiota —dice al instante. —No está aquí. —Ese no es el punto, ella se fue porque te vió follando a Leona. Tenso el cuerpo. —No es necesario que me digas lo que ya sé —me agarro el puente de la nariz—. Cometí un error. —¿Un error? Me parece que no solo es un error, ya la has perdido. —No, no lo he hecho, estamos a mano, ella se acostó con Kratos, así que estando a l
KENDRALo maté por su culpa. Me congelo cuando escucho aquellas palabras que vienen de Ronan. Regina se quedó atrás un par de segundos mientras les ordenaba a algunas de sus empleadas, que prepararan dos habitaciones con todo lo necesario para que nosotros tengamos la mejor comodidad posible aquí. —Alan Tomkin —sigue hablando Ronan—. Un compañero de Kendra que trabajaba con ella en un restaurante. Cierro los ojos por un par de segundos y las imágenes de aquella noche vienen a mí como agua corriendo sobre mi cabeza, el frío que sentí ese día, es el mismo que me invade ahora mismo. PASADO, HACE DOS AÑOS. Miro la hora que marca mi reloj de mano, son las once de la noche, hoy es navidad y por ser un día festivo, la gente a la que se le ocurrió venir esta noche, es más de la normal. Muevo mi cuello con estrés, respirando profundo y sintiendo que el mundo no puede ser un peor lugar. —Nos vemos mañana. Espabilo. Levanto la mirada y me encuentro con la de Alan, mi compañero, rubio y de
KENDRAEn cuanto esas palabras brotan de los labios de Ronan, siento que me quitan un enorme peso de encima de los hombros, pero al mismo tiempo creo que me estoy volviendo loca y que lo que acabo de escuchar es solo un sucio juego de mi mente perturbada. Todo me da vueltas, ordeno mis ideas, no estoy embarazada de Liam, y no estamos casados, me había sentido mal por sentirme como una perra infiel cuando me acosté con Kratos, luego de ver que Liam me era infiel con esa chica llamada Leona, ahora, pienso diferente y creo que todo pasa por algo. —No estoy casada con Liam —lo repito en voz alta para que me lo confirmen. —Así es —Ronan se cruza de brazos—. Pero él cree que sí, lo importante ahora es que descanses, deja que nosotros nos encarguemos de esto, sabemos que por el momento, Liam no sabrá que estás aquí. Y eso me deja tranquila, en serio, saber que por ahora no estamos juntos y no tiene la manera ni los medios de encontrarme, hacen que me sienta mucho mejor, pero eso no quita
KENDRA—¿Por qué? La pregunta me saca de contexto, pero me empuja a ver lo que he hecho, y eso es tocarlo, en cuanto me doy cuenta de eso, lo suelto, retrocedo y me ajusto la bata de baño que aún tengo puesta. —Solo quiero saber qué es lo que hablaste con Ronan. Ahora se está comportando distante. No sé por qué. —Nada interesante, cosas de mafiosos —ironiza la última palabra—. En cuanto a las mujeres, si es lo que quieres saber realmente, sí, follé con una mujer de la Bratva, había escuchado que esas mujeres eran calientes y todas unas hembras en la cama, mi sorpresa fue grata al ver que es cierto. Me quedo sin aliento. —No lloriquearon —me mira por encima del hombro—. Descansa, Kendra. Cierra la puerta y con ello me vuelvo a quedar a solas, me duele el pecho, lo dijo por mí, porque yo no pude aguantar su polla, ¿qué clase de ser humano podría hacerlo siquiera? Me da igual, él y yo no somos nada, solo fue una follada, y al parecer, nada memorable para él. Me recuerdo que al fin