—¡Mierda, John!—bramó Gina exasperada—¿Esa bruja te volvió a seducir? ¿Qué acaso no puedes pensar con la cabeza en vez de lo que tienes entre las piernas?—¡Basta, Gina!—alzó la voz John cansado de sus insultos—¿Quieres callarte de una vez para que pueda explicarte? ¡Por Dios!—¿Y que me vas a decir que no hayas dicho ya?—protesto ella ya sin esperanzas de que John entendiera de razones.John se quedo en silencio mientras encontraba la fuerza para hablar, porque el hecho de que Mila fuera una desgraciada, no significaba qué él no tuviera corazón para guardar un poco de luto.—Mila, ella murió, Gina—declaro con cierta tristeza, quizás por el recuerdo de aquella Mila con la que se había casado.Gina soltó una carcajada porque intuyo qué estaba hablando en sentido figurado, es decir, que tal vez estaba hablando sobre su comportamiento o su personalidad.—No digas estupideces, John. Sabes que esa bruja nunca va a cambiar, por mucho que te lo haga creer—declaró Gina cruzándose de brazos mie
Momentos atrás, Emily había recibido una llamada del detective qué llevaba su caso:—¿Diga?—murmuro Emily mirando su entorno para ver si no había ojos o quizás oídos atentos a lo que ella hacía.—Buenos días, señorita Johnson. Espero no interrumpir su desayuno—expreso el hombre algo apenado por la hora y aunque tal vez no era excesivamente temprano, no era usual llamar a sus clientes por la mañana; sin embargo, tenía algo importante que comunicarle.—No, por supuesto que no, por favor, dígame. ¿Sucedió algo?—cuestiono Emily algo extrañada por su llamada.—Sí, de hecho, llamo para comunicarle el avance de mi investigación y según los exámenes que se realizaron a las muestras que me envió, son compatibles un 99% por lo que no hay duda que la mujer que encontró era su hermana gemela, además también hice otro examen a las muestras que pude obtener de la tumba a la que me dio acceso y desgraciadamente descubrí que se trata del cuerpo de un pequeño que fue secuestrado al nacer...De pronto y
—N-no, claro que no, querida. Es solo que me sorprendiste, hace meses que no te veo—expreso su padre con cierto nerviosismo, temiendo que finalmente su hija menor le quitara la máscara del rostro frente a John y finalmente le revelara la verdad, pero cuando Gina le sonrió con cierto descaro, supo que tal vez se lo reservaría para otro momento, cuando quizás ambos estuvieran a solas y así pudiera convencerlo, porque Mila también estaba ahí y seguro que ella no permitiría que Gina hablara sobre su relación. Lo que él no sabía es que Mila estaba muerta y Emily en realidad estaba pensando en lo que él le había revelado y como poder comunicárselo a John.—Estuve ocupada, pero quise tomarme un tiempo para venir a saludar a mi hermano y también a mí... sobrino—expresó Gina con cierto resentimiento, puesto que sospechaba que el hijo de Mila no era precisamente de su hermano, pero claro como siempre no tenía ninguna prueba, todo lo que tenía eran conjeturas e indicios, porque las pruebas que ha
—Por favor, discúlpenme—manifestó Emily luego de terminar su comida y al ver que ambos hermanos estaban demasiado ocupados en su conversación como para necesitar de su presencia—pero debo ir a ver al pequeño Jacob, seguro que la niñera debe tener problemas con él.—Por favor, espera—dijo Gina en cierto momento levantándose de su lugar—déjame acompañarte, no he visto a mi sobrino y me gustaría que me lo presentaras.Emily miró a John un tanto desconcertada porque no supo qué hacer o que decir, así que solo sonrió con cierta incomodidad y asintió.—En ese caso déjenme acompañarlas—manifestó John dejando a un lado la servilleta de sus piernas para levantarse e irse con Gina y Emily, quien parecía no sentirse bien en compañía de su hermana y después de la tremenda bofetada que Gina le había dado no era para menos, solo esperaba que ella no le tuviera rencor por lo que en realidad Mila se merecía.—Espera John—dijo su padre en cierto momento y entonces todos se volvieron hacia la silla que
—Y-yo...—Emily se quedó en silencio, recriminándose a sí misma interiormente que se había confiado demasiado cuando se suponía que la gente conocía a Mila por ser, técnicamente, una desgraciada bruja, pero no estaba en su naturaleza ser así, a pesar de que hasta el momento, nadie le había cuestionado específicamente el cambio de actitud, era cuestión de tiempo para que alguien se diera cuenta de que Mila había cambiado tanto como para ser otra persona, literalmente.—¿Y bien?—insistió Gina mientras veía el rostro del pequeño en sus brazos, reía, pero su risa le recordaba mucho a la de su padre y por un momento sintió rencor hacia el niño, porque su madre había asesinado a la suya y deseaba pagarle con la misma moneda, pero ¿De qué servía si Mila estaba muerta?—Ella era mi hermana gemela—admitió Emily con cierto aire de vergüenza porque sabía todas esas cosas malas que Mila había hecho en contra de muchas personas, por esa razón no le tenía ningún rencor a Gina por la bofetada. —¿Y co
—¿Eh? No-no, por supuesto que no...—declaro Emily con cierto nerviosismo, aunque sabía que era una vil mentira, cuando los últimos días se había estado sintiendo confundida por John y su trato hacia ella. La realidad era que, no entendía como es que su hermana había elegido al viejo rabo verde de su padre por encima de él, que era todo lo contrario, un caballero y sobre todo un buen hombre que había trabajado duro para tener sus propios bienes y no como su padre que deseaba colgarse de él y su fortuna.Gina soltó una pequeña carcajada porque la chica frente a ella, podía parecerse a esa bruja de Mila, pero era todo lo contrario a ella.—Está bien, te creo, es solo que mi hermano sufrió mucho en su matrimonio con Mila y ahora que la vida lo libro de ella, no quisiera que volviera a tropezar con la misma piedra. ¿Si me entiendes no es verdad?Emily se quedó en silencio porque las palabras de Gina calaron muy fuerte en ella porque era un claro aviso de que ella no la quería cerca de John
—¿Para qué me necesitas?—cuestiono John tomando asiento en una de las sillas vacías mientras su padre lo le dirigía una obvia mirada de desdén.—¿Te molesta que me tome un par de minutos de tu apretada agenda, John?—cuestiono su padre con aire de autoridad, recordando que su hijo siendo más joven había sido muy obediente y por supuesto, sumiso cuando lo hacía enfadar, así que se quiso ver de esa forma, un padre molesto con su hijo, pero lo que él no sabía es que John había cambiado y no solo con la edad, sino por la obvia traición que le había hecho a meterse con su esposa, quien ahora estaba muerta.—No, claro que no, de hecho hay un par de cosas que me gustaría discutir contigo en privado y ahora que estamos solos. ¿Por qué no aprovechar?—expreso John con una sonrisa perversa porque ahora era él quien estaría en su lugar.—Entonces dime—lo animo y John cruzo las piernas, se acomodó sobre el respaldo de la silla y sonrió.—En primer lugar, me gustaría que dejaras a Mila en paz. ¿Quier
—¡Cálmate, por el amor de dios!—dijo su padre tomando las manos de sus hijo con fuerza y así arrancándolas del cuello de su camisa. Solo entonces John entro en razón y se vio a sí misma a punto de cometer una estupidez innecesaria— no digas estupideces.—Bien—manifestó John desviando la mirada hacia un punto fijo en la habitación y ahí encontrar un poco de calma mientras trataba de controlar sus respiración y la ira que corría por sus venas— son estupideces papa, pero si vas a difamar a mi esposa, más vale que tengas pruebas en mano o de lo contrario no me tocaré el corazón para echarte de aquí. ¿Entendiste?—Debes estar bromeando ¿Verdad?—manifestó su padre desconcertado porque hasta ese momento ni él ni Mila se habían descuidado para que John tuviera al menos una ligera sospecha de su amorío, pero había pronunciado ciertas palabras que daban a entender que en realidad lo sabía.—Jamás bromeo, papa—expreso John, recalcando aquella palabra con la que siempre, desde que tenía uso de raz