—¿Estás bien?—cuestiono Emily, una vez que perdió a su suegro de vista. John no había reaccionado de la mejor manera, pero en vez de reclamarla su mala actuación, comprendió, a la perfección, el porqué John no había podido contenerse. Su padre había herido donde más le dolía a su hijo, su orgullo. —Perdóname, yo no suelo ser así—expreso, temiendo que aquella escena le diera una mala impresión a Emily, quien parecía un poco asombrada y también desconcertada. Lo cierto era que esos besos que había compartido con ella, habían sido auténticos y de verdad, por un instante medito la opción de llevar a Emily de ese sitio lúgubre y continuar con lo que hacía en un sitio más cómodo y romántico, pero no esperaba que su padre apareciera como un maldito animal carroñero, esperando carne para comer. —No te preocupes por nada—expreso Emily suponiendo que el padre de John había matado toda la pasión y por consiguiente, ya no podrían seguir en lo suyo, pero a pesar de que ese hombre era un odioso ac
John no se atrevió a decir nada, debido a que tenía sentimientos encontrados sobre lo que Emily le había dicho, además de la presencia de su empleada, quien se había quedado pasmada frente a ellos, así que en ese momento lo único que hizo fue tomar su mano, inclinarse levemente y besarla.—Te veré mañana, querida—expreso mientras soltaba su mano con cierta delicadeza y al mismo tiempo decepción, por no poder responderle a Emily como se lo merecía una mujer como ella.Al día siguiente, luego de una noche bastante tranquila, Emily despertó con un extraño sentimiento en el pecho, ya que, había soñado con John Lennox, aunque lo que había soñado seguramente había sido por causa de la abstinencia a la que el padre de John los había sometido a los dos, por su supuesta falta de decoro frente a los muertos o al menos eso era lo que había dado a entender.Emily no sabía a ciencia cierta lo que sentía por él, aunque después de permitir que la besara como lo había hecho la noche anterior, seguro
—Espero que te guste—dijo John recordando qué Emily tenia gustos más dulces, así como era su temperamento y su trato hacia los demás. Emily notó qué John tenia cierto interés en averiguar su opinión, así que sin perder más tiempo. Tomo un cubierto y comenzó a probar el primer platillo qué estaba más cerca de ella. Se trataba de una tarta de moras y frutos rojos qué tenía un sabor especialmente dulce, pero sin llegar a lo hostigarle el paladar, por lo que ese primer platillo había pasado sus estándares; sin embargo, antes de poder expresar su opinión, John tomo la palabra: —Finalmente estoy cerrando los negocios de Mila —declaró con cierta pena, es decir, luego de tener que meter a Emily en todo ese problema, era normal sentirse así. Emily levanto el rostro del desayuno hacia John y desde su lugar lo miro entre alegre de que pudiera terminar con los problemas en los que Mila lo había dejado mal parado y también un poco aliviada de que hasta ese momento no hubiera mencionado lo que
—¡Mierda, John!—bramó Gina exasperada—¿Esa bruja te volvió a seducir? ¿Qué acaso no puedes pensar con la cabeza en vez de lo que tienes entre las piernas?—¡Basta, Gina!—alzó la voz John cansado de sus insultos—¿Quieres callarte de una vez para que pueda explicarte? ¡Por Dios!—¿Y que me vas a decir que no hayas dicho ya?—protesto ella ya sin esperanzas de que John entendiera de razones.John se quedo en silencio mientras encontraba la fuerza para hablar, porque el hecho de que Mila fuera una desgraciada, no significaba qué él no tuviera corazón para guardar un poco de luto.—Mila, ella murió, Gina—declaro con cierta tristeza, quizás por el recuerdo de aquella Mila con la que se había casado.Gina soltó una carcajada porque intuyo qué estaba hablando en sentido figurado, es decir, que tal vez estaba hablando sobre su comportamiento o su personalidad.—No digas estupideces, John. Sabes que esa bruja nunca va a cambiar, por mucho que te lo haga creer—declaró Gina cruzándose de brazos mie
Momentos atrás, Emily había recibido una llamada del detective qué llevaba su caso:—¿Diga?—murmuro Emily mirando su entorno para ver si no había ojos o quizás oídos atentos a lo que ella hacía.—Buenos días, señorita Johnson. Espero no interrumpir su desayuno—expreso el hombre algo apenado por la hora y aunque tal vez no era excesivamente temprano, no era usual llamar a sus clientes por la mañana; sin embargo, tenía algo importante que comunicarle.—No, por supuesto que no, por favor, dígame. ¿Sucedió algo?—cuestiono Emily algo extrañada por su llamada.—Sí, de hecho, llamo para comunicarle el avance de mi investigación y según los exámenes que se realizaron a las muestras que me envió, son compatibles un 99% por lo que no hay duda que la mujer que encontró era su hermana gemela, además también hice otro examen a las muestras que pude obtener de la tumba a la que me dio acceso y desgraciadamente descubrí que se trata del cuerpo de un pequeño que fue secuestrado al nacer...De pronto y
—N-no, claro que no, querida. Es solo que me sorprendiste, hace meses que no te veo—expreso su padre con cierto nerviosismo, temiendo que finalmente su hija menor le quitara la máscara del rostro frente a John y finalmente le revelara la verdad, pero cuando Gina le sonrió con cierto descaro, supo que tal vez se lo reservaría para otro momento, cuando quizás ambos estuvieran a solas y así pudiera convencerlo, porque Mila también estaba ahí y seguro que ella no permitiría que Gina hablara sobre su relación. Lo que él no sabía es que Mila estaba muerta y Emily en realidad estaba pensando en lo que él le había revelado y como poder comunicárselo a John.—Estuve ocupada, pero quise tomarme un tiempo para venir a saludar a mi hermano y también a mí... sobrino—expresó Gina con cierto resentimiento, puesto que sospechaba que el hijo de Mila no era precisamente de su hermano, pero claro como siempre no tenía ninguna prueba, todo lo que tenía eran conjeturas e indicios, porque las pruebas que ha
—Por favor, discúlpenme—manifestó Emily luego de terminar su comida y al ver que ambos hermanos estaban demasiado ocupados en su conversación como para necesitar de su presencia—pero debo ir a ver al pequeño Jacob, seguro que la niñera debe tener problemas con él.—Por favor, espera—dijo Gina en cierto momento levantándose de su lugar—déjame acompañarte, no he visto a mi sobrino y me gustaría que me lo presentaras.Emily miró a John un tanto desconcertada porque no supo qué hacer o que decir, así que solo sonrió con cierta incomodidad y asintió.—En ese caso déjenme acompañarlas—manifestó John dejando a un lado la servilleta de sus piernas para levantarse e irse con Gina y Emily, quien parecía no sentirse bien en compañía de su hermana y después de la tremenda bofetada que Gina le había dado no era para menos, solo esperaba que ella no le tuviera rencor por lo que en realidad Mila se merecía.—Espera John—dijo su padre en cierto momento y entonces todos se volvieron hacia la silla que
—Y-yo...—Emily se quedó en silencio, recriminándose a sí misma interiormente que se había confiado demasiado cuando se suponía que la gente conocía a Mila por ser, técnicamente, una desgraciada bruja, pero no estaba en su naturaleza ser así, a pesar de que hasta el momento, nadie le había cuestionado específicamente el cambio de actitud, era cuestión de tiempo para que alguien se diera cuenta de que Mila había cambiado tanto como para ser otra persona, literalmente.—¿Y bien?—insistió Gina mientras veía el rostro del pequeño en sus brazos, reía, pero su risa le recordaba mucho a la de su padre y por un momento sintió rencor hacia el niño, porque su madre había asesinado a la suya y deseaba pagarle con la misma moneda, pero ¿De qué servía si Mila estaba muerta?—Ella era mi hermana gemela—admitió Emily con cierto aire de vergüenza porque sabía todas esas cosas malas que Mila había hecho en contra de muchas personas, por esa razón no le tenía ningún rencor a Gina por la bofetada. —¿Y co