—Buenos días, señora. ¿Durmió bien?—cuestiono Dorothy esta vez sin el carrito de servicio, pero con los tres conjuntos a elegir para ese día. Emily estiró los brazos e instintivamente miro hacia el ventanal, el sol brillaba por su ausencia y en vez de eso se escuchaban truenos qué provenían de la nubes cargadas de agua y estática. —Qué hermoso clima ¿No?—musito Emily quejándose del mal tiempo, cosa que le pareció muy apropiado decir ahora que conocía un poco más a Mila. —Un grandioso día si pretende no salir—respondió Dorothy levantando el primer conjunto, esta vez se trataba de un pantalón azul y una blusa de manga larga de color negra semitransparente, además de un suéter del mismo color qué hacía juego, pero Emily no lo sintió del todo cómodo para ponérselo en un día de lluvia como ese. Negó con la cabeza rechazando la opción mientras se levantaba de la cama para tomar la bata fina de Mila y taparse un poco la espalda. —Necesito algo más abrigador, la casa es demasiado frí
Cuando se alejaron uno del otro, Emily sonrió extasiada al ver la expresión enfadada del padre de John, era como ver a un adolescente enfadado por ver a su ex en manos de otro hombre. Era lo que se merecía, no solo por romper el corazón de Mila, sino también por lo que le había hecho a ella la noche anterior. Como si un estúpido beso fuese a solucionarlo todo y Mila fuese a cambiar de opinión ¿Quién diablos se creía? John se sentó a su lado, mientras qué su padre se sentó frente a la mujer que él pensaba que era Mila. En su mente, John Lennox pensaba que Mila estaba muy enfadada con él y por esa razón permitía qué su hijo la besara, para castigarlo y darle un poco de su propia medicina porque ella estaba enamorada de él hasta el punto de abandonar a su propio hijo por él. En su mente enferma, él esperaba que fuese la misma Mila quien fuese detrás de él, tras lo que le había hecho la noche anterior. —Buenos días, querida Mila—la saludo aquel hombre despreciable mientras colocaba una
El padre de John era abogado igual que él, pero a diferencia de su hijo, él no supo en qué invertir lo que llegaba a ganar en el bufete para abogados en el que había trabajado por años hasta su jubilación, pero sí había invertido en las remodelaciones de la modesta mansión que era propiedad de su ahora fallecida esposa, propiedad que había pasado a sus manos una vez que esta había fallecido. De alguna forma siempre se había salido con la suya, incluso con la esposa de su hijo y ahora quería un poco de lo que su muchacho se había ganado con un poco de suerte, según su opinión. —Creo tener los socios necesarios en Escocia, papá. Ellos sabrán encargarse de los negocios sin que yo tenga que intervenir— expresó, esta vez un poco más molesto. —No entiendo tu negativa— esta vez protesto su padre soltando a propósito la pequeña cuchara con la que había estado jugando encima de su postre— solo quiero ayudarte, tener algo en común juntos como cuando aún vivías en casa con nosotros, cuando ér
—Lo encontré en el pasillo y me vi obligado a invitarlo, aunque no pensé que querría quedarse todo este tiempo— justifico John algo que Emily no paso por alto al comprender que él realmente quería desayunar a solas con ella. —Es un hombre realmente persistente—dijo Emily con las mejillas enrojecidas—¿Qué son esos negocios de los que hablaba? John esbozó una sonrisa inconscientemente recordando como es que había terminado siendo accionista mayoritario de una empresa pesquera en la que nadie quiso invertir excepto él. —Invertí en un negocio poco rentable cuando era universitario, dos amigos y yo lo hicimos creyendo que tal vez podíamos duplicar nuestras ganancias, para el final de nuestra carrera— dijo con cierta melancolía recordando el ayer. —¿Y qué paso? ¿Las recuperaste? —Sí, pero no en el tiempo que estimamos. La empresa era muy pequeña en comparación con las grandes corporaciones con las que competía. Tuve que conseguir un empleo de medio tiempo porque el dinero que inver
John soltó una carcajada, nadie le había dicho nada parecido, quizás porque no solía contar sus historias a quien fuera, podía ser que Emily tuviera razón, pero lo quisiera o no, la mayoría de las posesiones que tenía, habían sido adquiridas gracias a sus negocios. —¿Por qué te dedicaste a lo legal en vez de seguir haciendo ese "Hobby" que tan bien se te da?—insistió Emily, aunque ya le había dado una razón poderosa, sus padres. Entendía que había padres muy estrictos y que por ello muchas personas en el mundo eran infelices porque se les imponía una carrera que no era precisamente lo suyo y eso supuso de John que en realidad lo suyo eran el mundo empresarial, por muy pequeños que fuesen sus negocios. —Porque soy muy bueno en lo que hago— dijo John esta vez un poco más serio— puede que no lo parezca con todo lo que te he contado, pero desde pequeño admire el trabajo de mi padre, aunque él no siempre defendía a personas buenas. —¿Y tú lo haces?— cuestiono Emily —En realidad soy i
—Definitivamente, me gusta más esa parte de ti a la cual le gusta hacer negocios—respondió Emily para no sentirse incómoda con él y aunque eso le habría causado una carcajada a John esta vez se la reservo para otro momento. —Debo irme, tengo muchas cosas que hacer el día de hoy, pero me gustaría que siguiéramos discutiendo lo que hablamos ayer ¿Cuento contigo para eso? —Por supuesto— respondió John mientras se levantaba de su lugar y se abrochaba el botón de la chaqueta. —¿A las seis esta bien? —Perfecto— respondió Emily con una sonrisa más que fingida, aunque ya había tomado una clara decisión respecto a lo que le diría. Iba a aceptarlo, por el bien de su sobrino y también por la memoria de su hermana. Había actuado mal, pero aún había forma de redimirse. Esta vez, John ya no pudo acompañarla más tiempo mientras se terminaba lo que le quedaba de su postre, tenía cosas que arreglar antes de su reunión con ella, pero solo entonces cuando se quedó sola Emily pudo respirar. Cu
Dorothy levanto enseguida la mirada y observo que la Mila que estaba frente a ella no había reaccionado a tiempo cuando ella abrió el cajón, así que dejo la fotografía en el interior y lo cerró antes de que su señora reaccionara. Trago saliva, se dio media vuelta y tomo la basura para poder llevársela de la habitación. Estaba sumamente confundida sobre lo que acababa de ver. ¿En qué clase de negocio se había metido en esta ocasión? Pensó, mientras caminaba hacia la planta baja. Era seguro que se trataba de Mila, pero ¿Por qué estaba vestida así? ¿Acaso había estado fingiendo su embarazo y se había metido a algún hospital para robarse a un recién nacido? ¿Por eso había desaparecido de la noche a la mañana sin que nadie la acompañara? No. Dorothy conocía bien las respuestas a esas preguntas absurdas, muchas veces ella había desvestido a Mila para ayudarla a entrar al jacuzzi, había visto un vientre abultado y a su hijo moverse mientras ella sonreía. ¿Cómo iba a poder fingir eso?
Se cubrió el rostro fingiendo estar sumamente entristecida por lo que había visto, aunque en realidad esas lágrimas eran únicamente por el miedo que tenía que la gente comenzara a sospechar que ella había tenido algo que ver con aquel "Accidente" Se arrepintió de haber salido de la escena de forma tan brusca antes de dar una explicación de lo que había sucedido, pero ya que no podía regresar el tiempo lo único que podía hacer era llevar a la señora Lennox delante de ella para que solucionara ese pequeño inconveniente. —¿Qué paso?—cuestiono Emily algo desconcertada. Dorothy no parecía ser el tipo de mujer que se dejara llevar por los sentimientos, sino que desde el primer momento le había dado la impresión de que ella era igual de reservada que Mila. —La nana del pequeño...—explico mientras sacaba un pañuelo de su bolsillo para limpiarse las lágrimas y también el goteo de su nariz congestionada— cayó por las escaleras... Dorothy no termino de explicar cuando Emily comenzó a cami