- Daniel, tu me has dicho que no me harías más daño del que tu primo le hizo a Marcela. Y no creo que Leonardo haya sido capaz de matar a alguien, porque eso es lo que tu me estás dando a entender que me vas a matar-. Habla Aixa entre sollozos.
- No, no la mató. Pero si yo quiero lo hago contigo y nadie se dará cuenta de que fui yo quien lo hizo.
- No lo hagas por favor, yo no te he hecho ningún daño.
- Te voy a proponer algo.
- Me imagino que algo descabellado. Pero da igual, dime lo que quieres proponer.
- Bien, así me gusta.
Te propongo dos opciones.
La primera es que yo cumpla con lo que le prometí a Marcela de hacerte pasar por lo mismo que Leonardo la hizo pasar a ella.
La segunda opción es que yo no te toco ni un pelo y tu te vas a vivir conmigo a mi país, con otra identidad, es decir que ya no te llamarás Aixa, sino que el nombre que yo quiera ponerte. ¿Que dices?.
- Dame unos minutos para pensarlo por f
Leonardo le quitó la cinta adhesiva que ella tenía en sus manos y pies y la sacó en brazos hasta el auto en donde estaba su hijo. Estaba preocupado porque según él sus captores han abusado sexualmente de ella.Cuando llegaron al auto, el niño ya estaba dormido y Aixa agradeció que fuera así para que no le viera su cara con golpes. Ella abrazó muy fuerte a su pequeño y lo llenó de besos, estaba muy contenta de verlo. Quería preguntarle a Leonardo cómo es que dieron con su paradero, pero mejor esperará porque se siente sucia y hambrienta y lo que más desea es llegar a su casa y respirar el aire familiar.- Leonardo ordenó a uno de sus hombres que se adelantara y le comprara algo de comer para su esposa y que lo estuviera esperando a orilla de la carretera con el producto en mano para que ella no se bajara y la vieran otras personas.- Estaba muy preocupa
- Daniel, dime que le diste su merecido a esa asquerosa pueblerina de quinta.- No Marcela no se pudo porque cuando estaba en la espera del hijo de ellos, se escucharon varios disparos afuera de la casa entonces yo me fui corriendo y la dejé a ella atada.- ¿Abusaron sexualmente tus hombres como te lo pedí?- Tampoco pasó, yo estaba a punto de hacerlo pero esa perra se resistía demasiado a pesar de que tenía atadas sus manos y sus pies pero aún así ella tenía mucha fuerza, y cuando estaba a punto de lograrlo fue que pasó lo de los disparos.- ¿No entiendo qué es lo que te está pasando Daniel, quieres eliminar del mapa al idiota de Leonardo pero nunca pegas una, todas las fallas y así como vas pronto te van a descubrir.- Cometí el error de contarle a la perra de Aixa que soy yo el que le ha hecho los atentados a mi primo-. Dijo el joven Da
En los siguientes tres días, Leonardo ha tratado de comunicarse con Aixa pero ella no le quiere responder las llamadas ni los mensajes de texto. Incluso ha optado por apagar su celular porque Leonardo a cada rato le está llamando, y por una parte también lo hace porque el pequeño Didier Leonardo solo se la pasa llorando que quiere hablar con su papá, entonces ella le ha dicho que el celular se le arruinó y ahora no enciende.El señor Lozano siempre está yendo con normalidad a trabajar a la universidad, mientras que a Aixa como le dieron una semana para que se recupere del susto debido a su secuestro, entonces se la pasa en la casa y está aprovechando el tiempo disponible para remodelar el jardín.Aixa ahora ha quedado tan miedosa, que no permite que el niño se separe de ella. Donde ella esté alli tiene que estar su pequeño, aunque en ocasiones él se aburre y llora a gritos
Aixa ya volvió a presentarse nuevamente a trabajar en la clínica, sus compañeros de trabajo se han solidarizado con ella por el suceso que tuvo, demostrandole empatía y buen compañerismo.- Doctora Lozano por qué no me quiere dirigir la palabra, ya le he pedido perdón en varias veces.- ¿Por qué lo hiciste Licha?¿Por qué actuar a mis espaldas?- El señor Leonardo me pidió que lo hiciera doctora, y yo como no sabía que él era su esposo y que estaban peleados pues acepté ayudarle, yo pensé que él se habia enamorado de usted así de la nada cuando estuvo internado aquí y que por eso la quería invitar a comer.-Mintió la enfermera, quien ahora está pagando las consecuencias de haberle ayudado a Leonardo a reconquistar a su esposa.- Aún siendo así, eso no te da el derecho a
- Doctora Lozano, aquí está la chica que anda acompañando a la paciente que usted acaba de operar-. - Está bien Licha. Gracias, puedes retirarte. - ¿Doctora usted se encuentra bien? Preguntó la enfermera al ver que Aixa estaba pálida y sudorosa. - Estoy bien, puedes retirarte ya. - Ahora si, cuéntame que es de tu persona la paciente.- Preguntó Aixa con curiosidad. - Es mi mamá doctora. - ¿Y tu padre también vino con ustedes? - No doctora, mi padre no vive con nosotros. - Entiendo-. Respondió Aixa sintiendose aún más nerviosa, ya que le parece curioso que la paciente tenga el mismo nombre y el mismo apellido que su mamá ya fallecida. Y el otro dato curioso que la jóven ha mencionado es que ellos no viven con su padre. - Digame cómo está mi mamá doctora. - Ella ya está bien gracias a Dios, y gracias a ti también que tuviste el alcance de traerla rápido porque si se hubiesen tardado
Leonardo llegó a la otra empresa y de inmediato solicitó una reunión de emergencia con el gerente de Recursos Humanos para que este lo pusiera al tanto sobre la supuesta despedida que él le hiso al gerente de finanzas.Solicitó ver los libros contables y efectivamente, como él lo sospechó desde un inicio, ese hombre le ha robado una fuerte cantidad de dinero a su empresa y por eso fingió un despido forzoso por parte del gerente general que es el mismo Leonardo.- Considerate desde ya un hombre muerto, porque a la hora que mis hombres te encuentren a esa hora será el final de tu vida.- Dijo Leonardo en voz alta cuando iba manejando de regreso a la otra empresa.En otro lado de la ciudad, el señor Lozano está atendiendo a unos estudiantes que se han peleado y les está haciendo conciencia de que están en un centro de estudio y no en la calle para que estén con peleas a
Aixa colgó la llamada dejando a Leonardo con la intriga de no saber con quien es que ella y el pequeño Didier Leonardo saldrán de paseo el día de mañana. Ella sonrió y retomó el camino hasta la habitación de la señora, su supuesta madre.- ¿Cómo está tu mamá, ya no le ha seguido doliendo la herida?Preguntó Aixa a la joven Margaret, quien según sus sospechas debe de ser su hermana.- No doctora, el dolor se le calmó y ahora está tranquilita dormida.¿Usted sabe cuando nos dejarán ir a casa doctora?- Sí, ya mañana se le dará de alta y podrán irse.- Está bien doctora, gracias por estar pendiente de ella. Y créame que se ha ganado el cariño de mi mamá por su amabilidad.- Es parte de mi trabajo Margaret, con todos los pacientes soy así.<
- ¿Desde cuando dejaste de sentir el amor que decías tener por mí Aixa?Preguntó Leonardo con su rostro cabizbajo.- Desde el momento en que decidiste abandonarme junto a mi hijo en el vientre.- Amor yo no quise hacerlo.- Basta por favor, no necesito tus explicaciones absurdas.- ¿No me vas a perdonar entonces?- No Leonardo, eso que me pides es imposible.- Está bien, lo acepto. ¿Pero siempre me prestarás a mi niño verdad?-.Preguntó Leonardo haciendo como si ya se ha resignado a perderla a ella, pero no, él es astuto y siempre tiene un haz bajo la manga.- Puedes venir a verlo pero no llevartelo.- En ese caso voy a invitar a mi suegro para que vayamos a cenar.¿Así si me puedo llevar al niño verdad?- Bueno dile a mi papá y con suerte decida acompañarte.Aixa muere por las