Cuatro años atrás...
Narra Leonardo
Marcela y mi mamá me han contado que Aixa las trata mal y que hasta la pone a cocinar a ella dice Marcela. Y a mi eso no me ha gustado porque ella no tiene porque aprovecharse de la que está mal de salud.
Estoy muy molesto con Aixa por lo que mi primo Daniel me comentó, y ahora hasta tengo dudas de que el bebé sea mío y por eso como castigo hasta la he puesto a que trabaje porque me siento como un idiota al estar manteniendo y dándole dinero a una cualquiera que no valora el sacrificio que yo he hecho por ella que hasta he dejado de ir a las fiestas a buscar mujeres por estar con ella en la casa y serle fiel.
Sin quererlo me he enamorado, me enamoré perdidamente de esa chica que me demostraba ser muy humilde y respetuosa, y no, no estoy dispuesto a dejarla ir tan fácil, primero tiene que pagar por haberse metido con otros hombres.
En cierta ocasión yo me fui a trabajar por la mañana, me despedí de Marcela qu
Estuve por una semana más en el hospital para medio recuperarme y luego me enviaron a casa. Me siento de lo peor, hubiese preferido morir en ese accidente, no soporto la idea de no saber que pasó con Aixa, mi pequeña Aixa, el amor de mi vida.Mi padre vino a buscarla a qui a la casa cuando yo le dije que la había dejado encerrada pero no la encontró, Aixa ya no estaba, solo habían pedazos de vidrios esparcidos en el suelo debido a una ventana que ella quebró para salir, deseo que haya sido ese mismo día que lo hiso para que no haya tenido que sufrir. Durante una semana he enviado a mis hombres a vigilar en la universidad para ver si ella aún está asistiendo, pero no, a ella no le han visto pero ni el cabello.Pobre de mi pequeña, me da tanta lástima porque ella no tiene a nadie más en esta ciudad, solo cuenta con su hermano pero él está en los Estados Unidos y ella
Actualidad...- Respondeme Aixa, ¿el niño que está aquí es el nuestro verdad?- No, es decir, sí es el mío. Es mi hijo y sólo mío-. Respondió Aixa con firmeza.- Tenemos que hablar Aixa.- Sí tenemos que hablar, pero como paciente y médico. ¿Ahora cuentame como te sientes?Preguntó Aixa haciendo como si no le importara que él se haya despertado por fin.- Me siento bien porque los he encontrado a ustedes mi pequeña.- Yo me refiero a como te sientes ahorita. ¿te duele algo o te sientes mareado?- Estoy bien Aixa.- Para todo paciente incluyendote a ti soy la doctora Lozano.Dijo Aixa haciendose la dura, y es que en estos años como madre soltera ha desarrollado un caracter fuerte y sobre protector para el pequeño Didier Leonardo.El pequeño que estaba sentado en el sofa, al esc
- Mamá yo no quiero que mi papá se quede aqui solito-. Dijo el pequeño sin querer bajarse de la camilla. - Cariño no le llames así al señor, él no es tu padre y se va a molestar contigo. - Pero es que yo quiero que él sea mi papá-. Dijo el niño y comenzó a llorar. - El médico vendrá a verte cuando sea el tiempo necesario y te dirá si ya te puedes ir o seguir internado para realizarte nuevos examenes-. Dijo Aixa dirigiendose a Leonardo. - Está bien. ¿Vendrás a turno mañana? - No, mañana tengo libre. - Necesito hablar contigo Aixa, me urge aclarar muchas cosas del pasado. Por favor dame la oportunidad de que hable. - Del pasado no hay nada que aclarar, ya está en el olvido y ahora cada quien vive su vida como mejor le parece-. Respondió Aixa y tomó al niño en sus brazos y aunque él iba haciendo un berrinche no se detuvo, fue a su consultorio a sacar sus cosas y se fue para la casa. En el camino el niño no dejaba de llorar c
- ¿Mamá por qué estás gritandole a mi papá?-. Preguntó el pequeño Leonardo acercandose a ellos, y es que ni siquiera se percataron de que él ya habia bajado.- No es nada mi amor. Este señor ya se iba y yo me estaba despidiendo de él-. Respondió Aixa y de reojo vio como Leonardo se limpiaba una lágrima.- Volveré en otro momento campeón, cuida de tu mamá y portate bien con ella-. Dijo Leonardo con un nudo en la garganta y un dolor inmenso en su pecho.- Mamá dile a mi papá que nos acompañe al parque , por favor, yo quiero ir con él para que los demás niños vean que ahora yo si tengo un papá y que es mucho mejor que ellos.-Hijo por favor ve a traer tu cuaderno para que me enseñes lo que has hecho en el kínder-. Pidió Leonardo para que los dejara a solas, y el niño se baj&oacut
Leonardo llamó a la misma enfermera que le hizo el favor de darle la dirección de la casa de Aixa y esta vez le pidió que investigara si a ella le toca presentarse a trabajar mañana.- Efectivamente señor, la doctora Lozano comienza su turno desde las seis de la mañana y lo finaliza hasta las tres de la tarde.- ´¿Ella puede salir a comer a la hora del almuerzo?- Claro que sí puede señor, de doce del mediodía a una de la tarde, ella tiene libre para hacerlo. Claro, siempre y cuando no esté operando a algún paciente.- Respondió amablemente la enfermera.- Será que me puedes ayudar a invitarla a salir mañana sin que ella se de cuenta que es conmigo que estará. Ya sabes, puedes pedir lo que desees y lo tendrás.- Veré si se puede porque ella es muy audaz, aunque no creo que sospeche porque en ocasiones vamos en grupo a c
- Creo que te falta mucho por conocer más información acerca de las leyes en este país Leonardo. Por si no lo sabes, yo hasta te puedo poner una demanda por todo el daño que me hiciste y al final el que saldrá perdiendo eres tú. La ley es clara y me avala a mi como única tutora del niño porque yo tengo pruebas de que tu nunca me has dado ni un tan solo Lempira para su manutención. - No pienso quitarte a nuestro hijo Aixa. Yo solo quería que te sintieras acorralada y sedieras a lo que yo te pidiera, pero ya he comprobado que tu ya no eres la misma sumisa de antes. Y aunque no me lo creas, me siento muy orgulloso de ti porque a pesar de los obstáculos que la vida te ha puesto, tu has logrado salir adelante y además te graduaste de lo que un día me dijiste que querías ser. - Por mi hijo salí adelante Leonardo, solo él me daba la fuerza para no rendirme en el camino. - ¿Me odias Aixa?-. Preguntó Leonardo aunque ya sabía cual iba a ser la respuesta que ella le dar
Leonardo fue a recoger al niño a la clínica, y como ni siquiera sabe quien es el papá de Aixa pues no lo ha podido contactar para preguntarle si sabe algo sobre ella o para decirle que no se preocupe por el niño ya que está en buenas manos.Sus hombres andan buscando por toda la ciudad el paradero de Aixa, pero no la encuentran. Son tan ineficientes según él porque hace unos años también los puso a que la buscaran y nunca dieron con su paradero y teniendola aqui en la misma ciudad.Pero en aquella ocasión Leonardo no sabía que alguien les ordenó a quienes la buscaban que dejaran de hacerlo pero que no le contaran a su jefe. El señor Miguel Bustamante fue quien les dio esa orden de que no la buscaran, él sabía en donde estaba Aixa porque su detective privado la encontró, pero cuando él vio que ella estaba bien entonces decidió no entrometerse en
- ¿Qué pasa pequeña princesa, por qué te has quedado quieta?¿Acaso me tienes miedo?Si es así no debería de haber una razón.. ¿O tú crees que si la hay?Preguntó el hombre con una sonrisa macabra dibujada en su rostro y comenzó a desatar el pañuelo que ella tenía amarrado tapando sus ojos.- Aixa no deja de llorar por el miedo que esa voz le causa, las lágrimas se escurren por sus mejillas pero a este hombre no le importa.- Sabes, tuve que irme y dejarte aqui solita toda la noche porque tenía que ir a hacer unos pendientes, y además de que aqui no corres peligro porque nadie jamás te encontrará porque estamos en un lugar deshabitado y lejos de la civilización.- ¿Sabes por qué te he traido aqui?¿No lo sabes verdad? Bueno, te contaré que hace unos años atr&aacu