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Capitulo 4: La odio

N/O

Juan Pablo está muy preocupado debido a que Maia no le responde el celular por ello decidio buscarla en su casa.

El camino unas cuantas cuadras alrededor del parque y le pregunto a algunos vecinos.Ellos reconocieron el apellido Montero y le indicaron en donde se encuentra la mansión.

Desde que la conoció y Maia intento acabar con su vida el pensó en hablar con su tía, pero no se había dado la oportunidad.

Él tocó el timbre de la enorme mansión más de tres veces hasta que un sirviente le abrió la puerta.

—Buenos días necesito hablar con Maia.—Le dice a la sirvienta y ella no responde nada.

No es por ser grosera pero no logra quitar la mirada del bello hombre a su lado. Su cabello oscuro, el tono de su piel cremosa y sus ojos color cielo son hermosos.

Ella no comprende que hace un hombre tan hermoso buscando a la gorda de Maia. Nuria se ha engañado de pedirle a los sirvientes que traten mal a Maia y por eso ellas son muy groseras con ella, no la toleran y la consideran una gorda inservible.

—¿Quién es?— Pregunta Norma mientras baja las escaleras

Ella no comprende el rostro de su criada hasta que ve a Juan Pablo. No sólo tiene un bello rostro también su cuerpo es hermoso, se pueden ver sus fuertes brazos a traves de su playera.

Norma no suele impresionarse por los muchachos debido a que hombres muy lindos la pretenden, pero debe reconocer que ningún es tan guapo como él que tiene en frente.

—Tú debes ser Norma quiero hablar con Maia.

—¿Maia?— Ella pregunta confusa— Está en su habitación pero pasa ¿Cómo te llamas?

—Juan Pablo Smetana.

En realidad Juan Pablo se apellida Santibañes pero el no desea llevar nada de su padre por eso utiliza el apellido de su madre Smetana. Además gracias a ese apellido siempre lo han tratado diferente cuando vivía en España, pero ahora desea tener otro apellido y otra vida.

Tal vez en otro momento de su vida el nunca se hubiera acercado a Maia, pero desea cambiar y ser mejor persona.

—No sabía que mi prima tenía amigos.Ella es muy solitaria.—Le dice Norma mientras toma asiento en el sofá

—Yo sé perfectamente como es Maia.Pareciera que la conozco de años.

Norma ríe —La quiero pero ya le he dicho que debe salir y divertirse.Tal vez podríamos convencerla juntos Juan Pi ¿Te puedo decir así?

—Claro, Norma —El asiente

Maia no tardo en bajar las escaleras con un pote de helado en sus manos el cual está devorando. Al ver a Juan Pablo sus ojos se abrieron como platos, ella nunca le dio su dirección.

El no puede evitar reír al ver que su nariz está manchada con chocolate.

—¿Que haces acá Juan Pablo?— Ella pregunta mientras limpia su rostro con una servilleta.

—Los dejaré solos un gusto juan Pablo.—Norma deja un beso en su mejilla antes de alejarse.

—Mai no quiero que te alejes de mi por una tontería. Quiero seguir viendote.—Le dice directo

—No tenemos nada que ver.

—Tienes razón sé que no tengo tanto dinero cómo tú.

Ella ríe fuerte —Eso no me importa me refiero a que tú eres súper guapo incluso podrías ser modelo o actor y yo, soy yo... No quiero confundirme.

—Seré muy claro contigo Maia no me interesa una relación ni contigo ni con nadie.Yo no creo en las relaciones.

Cuándo el formuló esas palabras ella no pudo evitar sentir curiosidad porque el es muy joven para pensar de esa forma.

—Lo único que quiero es que seamos amigos y ofrecerte mi apoyo.

—¿Por qué? ¿Por lastima?

—Porque me recuerdas a alguien que quise mucho.—Responde con tristeza.

—Está bien —Ella se acerca a él y le da un abrazo debido a que se percata de la tristeza en su mirada.

—Maia soy tú amigo y no seré esa clase de amigo que te dice que estas haciendo las formas correctamente cuando te estás destruyendo. Necesitas ayuda.

Ella niega con la cabeza y contiene las lágrimas —Yo estoy bien, soy así y ya me resigne a que nunca nadie me mirara.

—No hablo sólo del físico sino de la salud.— El lleva sus manos hacia sus mejillas deteniendo sus lágrimas—Yo quiero que tú estés sana y bien. Puedo ayudarte pero necesito que tú me ayudes. Sólo piensalo.

Ella estaba a punto de responder cuando se percató de que alguien bajo las escaleras.Se trata de Braulio.

—¡Quién es este tipo y porqué lo dejas entrar a mi casa!— Le grita el molesto.

—El es mi amigo y está también es mi casa.—Le responde ella molesta.

Braulio no deja de reír —Por supuesto la viste fea, gorda y desesperada por sexo y por ello te pareció fácil, muerto de hambre.

Juan Pablo no logró controlarse y le pegó un puñetazo rompiendo su nariz lo cual sorprendio a Maia.

—No se quien seas pero a Maia no la ofendes en mi presencia.

—¡Estúpido!—Debí interponerme cuando Braulio se levantó e intento golpear a Juan Pablo.

Ella es consciente de que su amigo es más grande y fuerte que su hermano. Podría quebrarlo si así lo deseara.

—Juan Pi por favor, luego hablamos.

—Está bien —Es todo lo que dice antes de alejarse.

—¡No quiero a ese tipo en mi casa, Maia! ¡La próxima vez le rompere la cara!.

Maia ríe fuerte —Por supuesto, lo podrías matar al pobre.

Braulio estaba a punto de responderle cuando comenzó a vibrar su celular y el respondió la llamada.

—Buenos días, entrenador, ¿Cómo está?.

Maia procuro quedarse cerca para escuchar la conservación sin llamar la atención.

—No eso no puede ser, yo le juro que...— Ella debe contener la risa mientras lo escucha—No se quien le mintió, pero.—Braulio no logró contener la risa cuando el entrenador

Maia se encargó de hablar personalmente con él entrenador y le aseguró que su hermano le había colocado las drogas en el casillero a Juan Miguel.

El no le creyó de inmediato pero entro en la duda y reviso las cámaras de seguridad de la facultad y termino por ver el vídeo.

***

Juan Pablo ya no soportaba el mal carácter de su primo pero hoy extrañamente se ve muy feliz.

El creció con Juan Miguel prácticamente, pero luego el se fue a vivir con sus papás a España y hace menos de un año se reencuentraron y retomaron su amistad.

Su primo no ha tenido una vida para nada fácil y por eso tiene un carácter muy complicado.

—¡Que bueno que no desarme mis maletas!— Exclama Juan Miguel

—Estoy muy orgulloso de ti primo, si necesitas dinero para el pasaje o lo que sea puedes contar conmigo.

El niega con la cabeza—Nunca necesite nada de nadie.

Juan Pablo rodea los ojos porque el no puede creer que su primo siga odiando a las personas adineradas pero no puede culparlo debido a su pasado.

—¡Somos familia Juan Miguel! ¡No tengo hermanos y tú eres como mi hermano!.

El solamente asiente

Juan Miguel le tiene un poco de aprecio a Juan Pablo pero no deja de verlo como un niño rico quien no sabe nada de la vida. A pesar de que el es menor lo ve como un ingenuo.

—¡Quiero pedirte que supervises el gimnasio cuando no esté!.

Juan Pablo asiente—Por supuesto, yo me encargaré de tú negocio y la abuela no te preocupes. De hecho he estado pensado en llevar a Maia.

Juan Miguel ríe fuerte— Esa gorda romperia mis aparatos y dudo que pueda bajar un sólo kilo.

A Juan Pablo le sorprende la actitud de su primo hacía Maia porque en el gimnasio el trabaja con personas con sobre peso y suele ser amable y ayudarlas en su régimen.

—No hables así de ella

—Te aconsejo no meterte con esa vaquita.Su hermano es insufrible como todos los ricos, ya me vengare de lo que me hizo ese imbécil.

—Ya te regresaron la beca y se la quitaron a él.

—Si porque el entrenador me conoce, pero si fuera por el estúpido de Braulio me quedaría afuera de la facultad. Esos dos hermanitos son tal para cual unos niños de papis acostumbrados a tener lo que quieren, les daré una lección que no olvidarán antes de irme.

—¡No me importa lo que hagas contra Braulio, pero con Maia no!.— Le advierte Juan Pablo y Juan Mi rodea los ojos.

Por supuesto él también se vengara de esa bola de grasa quien debe ser tan insufrible como su hermanito.Con sólo verla siente que la rabia lo invade, no comprende porque le produce tanto repudio.

Antes de marcharse se encargará de vengarse de ellos dos y darles una lección que nunca olvidarán.

Él tomo el celular y marco el número de la casa, en menos de cinco minutos respondío esa voz chillona que odia.

—¿Juan Pablo eres tú?— Pregunta encendiendo la rabia del hombre.

—Soy yo vaquita fea.

—¿Que es lo que quieres?

—No tienes una idea como me reí cuando me contaron que intentaste besar a mi primo. Mis familiares no tienen tan mal gusto, gordita.

—¿Que quieres? Para burlarte me llamaste.

—Quiero hablar con él imbécil de tú hermano.

—Él no está y mejor no te busques problemas.

Él no puede evitar reír es increíble que esa niña con su carita de mosquita muerta finge que es buena. Debe ser igual que su hermano y seguramente ella planeo junto con su novio y Braulio el asunto de la droga para vengarse por el asunto del perro pulgoso.

Ya verá la forma de desquitarse de ella.

—Tú no me dices que hacer.

—No te soporto y no vuelvas a llamar, imbécil—Es todo lo que dice antes de cortar la llamada

—¿Me dijo imbécil?— Exclama aún más molesto.

El salió de sus pensamientos cuando Anabel entro a su habitación con su usual pequeño pijama.

La mujer es rubia y sus ojos son verdes, tiene un cuerpo perfecto que el conoce a la perfección.

—Quiero darte la despedida que tú mereces.—Le dice mientras se despoja de su pijama quedando desnuda

El no dudo en ningún momento y se acercó a ella. No hay nada que le guste más que la perfección del cuerpo de esa sexy mujer, es todo lo contrario a aquella gorda.

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