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Capitulo 3: El rechazo

Durante los últimos días me he sentido muy mal y debo admitir que Juan Pablo me ha ayudado mucho

Con el puedo hablar sin sentirme juzgada, sin embargo, no le he dicho a nadie que lo conozco.

No quiero que nadie arruine nuestra amistad porque todo lo bueno en mi vida se arruina.

En este momento me encuentro en el parque con él. Esta acariciando a Luna quien ya está mucho mejor de su patita.

—Le gustas

Reí al ver que Luna no deja de lamer su rostro.

—Me encanta verte reír, Maia, eres verdaderamente hermosa.

—Quiero llevarte a un lugar.

—¿A donde?— Pregunte intrigada.

—Ya verás.

Tome la correa de Lunita y las dos seguimos a Juan Pablo caminando entre las calles de la ciudad.

Luego de unos diez minutos llegamos a una casa grande, creo que es una pensión o un hotel.

—¿Vives en un hotel?.

—Adelante—Ríe mientras abre la puerta y me guía por el hermoso jardín delantero.

Me percate de que hay varios muchachos en el lugar. La mayoría son hombres también hay algunas mujeres y también está una señora que se ve mayor.

Parece una fraternidad de universitarios o algo por el estilo.

—Abuelita ella es Maia—Me presenta

La mujer está con el cabello canoso recogido en un Chongo, los ojos color miel y vestida con un delantal de cocina.

—Mucho gusto, Maia— Ella me saluda con un beso en la mejilla —Soy Ruth

—Mucho gusto, señora.

Juan Pablo poco a poco comenzó a presentarme a las personas en el lugar. Los muchachos se ven muy alegres y les agradó Lunita. Una chica fue muy amable y otras dos me miran mal.

Continúo enseñándome la propiedad la cual es muy espaciosa. Posee varios cuartos en la parte de arriba y de abajo y el jardín trasero es mucho más lindo que el delantero.

Finalmente nos sentamos en un banco que se ubica en frente de un árbol.

—El jardín es hermoso—Le comento mientras me siento con Luna encima de mí.

—A mi abuelita le fascina, Mai, quise que conozcas mi hogar porqué yo quiero conocer el tuyo.

Negué con la cabeza—No es por ser grosera, pero no me gusta ni a mi, mi propia casa.

Juan Pablo me agrada de verdad, es evidente que es un hombre humilde, debido a que a pesar de que este lugar es hermoso se ve humilde.

A pesar de que mi familia tiene dinero nunca he sido feliz en esa mansión. Mi principal motivo para no llevarlo a casa es mi familia, mi tía es muy clasista y mi hermano también, tal vez pueda presentarle a Norma, pero aún no quiero porque ella es demasiado hermosa y no quiero que el se fije en ella y deje de prestarme atención.

—Como puedes verlo no soy millonario. No tienes nada de que avergonzarte.

—Me avergüenza mi familia, Juan Pi, dime ¿de donde salió es esta propiedad?

—Ha estado en la familia Smetana hace años los dueños eran mis bisabuelos y se lo heredaron a mis abuelos, mi abuelito murió, pero mi abuela se hizo cargo de él, a ella le fascina estar rodeada de jóvenes, la alegran.

—Es evidente que la adoras.

—Es toda la familia que me queda de mi mamá. Viví muchos años alejada de ella, pero cuando murió mamá quise reencontrarme con ella y hace más de un año regrese a vivir acá.

—Me encantaría tener abuelitos, más primos o tíos, siempre quise una familia muy grande. Mi madre sólo tenía una hermana y mi papá casi no tenía familia.

—Puedes tener una familia grande si lo desean.

Reí —Mi única opción para tener hijos sería inseminación artificial. Nadie me tocaría sin vomitar.

—No me gusta que hables de esa forma.—leva sus manos hacia mis mejillas levantando mi rostro.

Al tenerlo tan cerca no logré contenerme e intente unir mis labios a los de él, pero este se alejo.

—Perdón que pena.— Me disculpe toda roja—Pensé que te gustaba ¿Qué estupidez? ¿Verdad?.

—No es ninguna estupidez. Eres hermosa, pero eres prácticamente una niña, soy mucho mayor que tú.Sólo quiero ayudarte.

En realidad no nos llevamos más de cinco años. Seguramente él me está mintiendo como alguien como el podría fijarse en alguien tan fea y gorda como yo.

—Mejor me voy.

—Mai no quiero que te sientas mal.

—No te preocupes, entiendo que no podría gustarte y te doy lastima.

—No es lasti...

No le permití terminar la frase y simplemente me aleje prácticamente corriendo. Me percate de que una de las chicas que me miro mal nos estaba espiando.

¡Qué vergüenza si me vio intentar besar a Juan Pablo!

Salí de la propiedad y al salir me detuve al liberar todo el aire contenido.

—¿Por qué soy tan torpe, Luna?

En ese instante como si mi suerte no fuera mala una persona se acerco al lugar con su ropa deportiva y una pelota en sus manos.

—¡Vaya que tengo mala suerte! ¡Otra vez la gorda y su perro pulgoso gordo!

—Luna no es gorda sólo peluda.

Quisiera decirle que es un Idiota pero insultar no es mi estilo. A veces lo intento con mi hermano cuando me ofende, pero me acobardo.

—¡Luna no!— La reprendí cuando ella orino los zapatos de Juan Miguel.

—¡Llévate a ese perro pulgoso antes de que la golpee!.

—Inténtalo—Lo rete —No entiendo porque siempre eres tan grosero con todo el mundo.

—¿Yo?— El ríe fuerte.

No es ninguna novedad que el siempre ofende a la persona que se le crucé en frente tanto muchachos como muchachas. No tiene ningún amigo porque es un amargado.

—Lárgate y si vienes de parte de tu hermanito o tu noviecito diles que me pagarán lo que me hicieron. No se como pero me vengare de ellos.

—¡No se de que estas hablando y yo no soy mensajera de nadie!

—Además de curvas de más tienes carácter.—El ríe fuerte.

En ese instante debí contenerme para no lanzarle un puñetazo. Nunca entenderé porque siempre me molesta.

De Gorda, fea e inútil no me baja cuando yo nunca lo he ofendido por ser becado como lo hacen mi hermano y sus amigos.

No entiendo que es eso tan malo que le hice para que siempre me ofenda cuando tiene la oportunidad. Los demás hablan a mis espaldas, pero el me ofende en mi cara.

—¡Ya déjame en paz, Juan Miguel!

—Del inútil de tu novio toleras todo, Maia, te gusta que te maltraten. Además de gorda y fea eres masoquista. Todos los ricos son tal para cual.

Contuve mis lágrimas porque no dejaré que el se percaté que me está lastimado.

—Perdón yo...

Me solté de su agarre cuando el intento sostener mi brazo y simplemente me aleje con Lunita.

***

Llegué a mi casa y para complicar mi día me percaté de que mi tía tiene invitados para cenar.

Ella siempre invita a los tipos más asquerosos con quienes realiza negocios importantes.

Ni yo sé de que tratan sus negocios sólo se que obtiene mucho dinero y esos viejos violan a Norma con la mirada por eso me gusta acompañarla para que no intenten nada contra ella.

—¿Cómo te sientes, Mai?— Me pregunta mi prima mientras me acompaña en la cocina cuando preparo un almuerzo

—Mejor, lo que no te mata te hace más fuerte, es lo que decía mamá.

—¿Te enteraste que encontraron droga en el casillero de Juan Miguel?

—¿Que?

—Si lo descalificaron y perdió la beca. Nadie entiende que pasó porque el suele ser muy sano.

—Yo si sé que pasó—Centre mi mirada en mi hermano quién está hablando por teléfono y sonriendo.

—No sé que haré pero ese arrogante recuperará su beca y mi hermano la perderá.

—No estabas feliz por deshacerte de Braulio tres años.

—Si—Reí —Pero no se me antoja que se salga con la suya

—¿Y con Jerry?

Lo mejor que me puede pasar es que el se marche por ello no haré nada en su contra, pero algún día me pagará todo el daño que me ha causado.

Salí de mis pensamientos cuando me percaté de que Juan Pi comenzó a llamarme. No quiero responder porque me siento muy mal por el malentendido.

Fui una tonta al querer darle un beso pero nunca un hombre tan lindo, dulce y amoroso me había tratado tan bien y me confundí, no estoy acostumbrada al buen trato y a tener amigos sobre todo hombres.

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