—Verá sr. Gómez, este sujeto no me deja hacer mi trabajo, le explique que ese rollo de tela no puede ir con las de tela suave, aun sabiendo que su material es duro para las demás. —Explico, al tener sus manos en su cintura. De inmediato se le quedo viendo al otro, buscando que se defienda y eso fue lo que hizo; al darle la palabra.—Lo que dice no tiene lógica Señor, he trabajado por años y conozco como las telas deben estar ubicadas, pero este hombre pretende decir lo contrario. —Añadió en su defensa, causando que todo quede en silencio. De inmediato el moreno se puso en medio de ambos con su rostro serio, decidió solventar antes de perder más tiempo, cosa que no le agradaba en absoluto, por lo que hablo fuerte y claro.—Les diré algo importante, que me ha hecho solucionar mi trabajo y sé que ambos acataran este consejo; sino lastimosamente los tendré que sacar de la empresa suspendidos un mes completo y sin pago. —Pauso, eso los puso alerta. —Así que las diferencias que tenga
Se mantuvo ahí analizando lo sucedido y nada podía sacarla de ese problema que se ganó, sin buscarlo algo dentro de su corazón; la hacía pensar muchas cosas y más por lo que dejo de abrigarse, colocándose de pie e ir a la cocina por una fruta en este caso tomo su favorito el durazno, al comer fruta su mente podía idear una forma de que ese hombre no vuelva acercarse a ella, pero en todas las llevaba de perder, al reconocer que el hombre tenía dinero lo supo por su vestimenta elegante y perfume caro; que todavía lo podía sentir en su ropa. Soltó un suspiro cansado, terminando de comer su fruta.— ¡Rayos! No tengo como salir de ese problema, además seguramente ese hombre se equivocó de persona y tal vez la mujer que busca, tiene tal vez un parecido, pero eso es… ¡Muy extraño! —Hablo por lo bajo, estando muy confundida. A medida que, pensaba no previo que un ruido en la puerta la alerto en sobremanera, dando un respingo al tocar su pecho a la vez; pero decidió negar el rumbo d
*** Cuando hubo arribado a la delegación, el castaño estaciono el auto un Aston Martin DBX año 2020 en color negro, detrás de él una camioneta del mismo color blindada con dos guardaespaldas que custodian sus pasos, se quedaron aguardando a su jefe mientras iba por su hermano menor. A su vez; de haber entrado se encontró con muchas personas trabajando en sus puestos y otros en recepción recibiendo a las personas por distintos casos, pero obvio lo que veía y siguió su camino hacia una de las oficinas en donde un viejo amigo, mantenía en custodia a sus pariente. Apenas llego al pasillo, dos mujeres oficiales se le quedaron mirando; enseguida el castaño le dio asentimiento de respeto, logrando que ambas curven una sonrisa como seguir su camino, a medida que sus pasos llegaban a la oficina se topó con la puerta de madera por debajo y por arriba, había un vidrio acromado que no dejaba ver nada del otro lado o eso pudo darse cuenta Darío que rápidamente comenzó a dar leves toques en la
… Por otro lado un castaño logro llevar a su hermano menor a la mansión de sus Padres que seguro estaban preocupados, en este caso su la Sra. Cataleya una mujer que da lo mejor por sus hijos y eso lo sabía muy bien Darío que aceleró llegando a las grandes rejas dobles en color marrón, se detuvo para mirar a la caseta de seguridad al vigilante que al darle la señal reconoció que era el primogénito de la familia, no duro mucho dándoles el paso. Mientras tanto, el joven Jhony miraba seriamente todo, hasta que fue estacionado el auto pudo salir y encontrarse con su hermano mayor que le dio un leve abrazo que lo hizo curvar una sonrisa. —¡Ya! quita esa cara. — dijo Darío, dejando que el menor niegue por su juego. —Como sí fuera fácil, sabiendo que recibiré la reprimenda de Papá. —respondió bufando por lo bajo. —Bueno tienes quince años, debes asumir tus problemas y no dejar que nadie los haga por ti y lo sabes muy bien Jhony. —añadió, golpeando su hombro, quejándose por su dureza. —
En menos de quince minutos, el evento dio su curso y la beneficencia estar a la altura; tanto que los invitados disfrutaron de cada especial que hicieron, dejando casi al final la subasta de animales impecables que debían ser adoptados, hubo la venta y todo se logró con éxito, hasta que lograron ganar lo necesario, para ayudar al centro de cuidado canino; que muy poco era conocido por los habitantes de Londres, o eso pudo ver Darío que se mantuvo en su mesa bebiendo de su alcohol favorito Coñac con un toque de limón, para darle la uniformidad adecuada, llevaba más de cinco copas o eso intuyó su guardaespaldas Gómez que tendría que lidiar con su jefe después. … Del otro lado en un edificio pequeño, se encontraba una pelirroja mirando el techo sin hallarle una lógica; recordando como su amiga Olivia se fue a un evento o eso creé recordar desde la habitación, el reflejo de la luna se mezclaba con la habitación, aún estando apagada la luz siguió por un momento más en ese punto; hast
… El miedo no era lo único que sentía Alba, menos cuando fue atacada y ser secuestrada, por unos hombres uniformados con trajes, eso la hizo tensar cómo a la vez su respiración ser cada vez más fuerte y no conforme con eso estar vendada en sus ojos, como también tener unas esposas en sus muñecas, pensando que la llevarían a la cárcel o algo peor; esperaba que lo que dijo ese hombre llamado Darío no se cumpliera, debía buscar como fuera posible la evidencia que avale que no es Vega Hill. Pensó, sin dejar de tragar en seco. Por momentos trataba de forcejar, pero los hombres que tenía a sus costado la mantenían quieta sin decirle nada; entonces la pelirroja decidió no gastar sus energías, que se verían reducidas toda su mente era un revuelo de tantas cosas una de ellas, era no conocer ¿Dónde la llevarían? o que le harían y otra no menos importante la angustia de Olivia por no verla en casa, soltó un suspiro cargado de rabia e impotencia nunca imagino que ir en busca de trabajo pa
Al ver el timbre del lado derecho, pulso el botón obteniendo un sonido de campana que a más de uno le agradaría seguir oyendo; pero Izan descarto la idea cuando fue abierta la puerta por el personal de servicio en este caso una sirvienta que al verlo le dio una sonrisa picará, que el caballero ignoro pasándole por un lado como oír el bufar de la chica. Comenzó su recorrido por la casa, hasta llegar al despacho de su Padre, solo que no vio a nadie allí; eso lo hizo pensar en donde podrían estar, hasta que la ama de llaves le pasa por un lado con una cesta de ropa, enseguida Izan la detiene.— ¿Sabes dónde están mis Padres?— Pidió saber. La mujer de cabello castaño y ojos grises, de una edad adulta le respondió.—En la habitación del bebé, hoy fue su primera vacuna. —Explico, dejando que el rubio asintiera, dejándola seguir en sus labores. Al momento se tocó la nuca, para aligerar el estrés de los últimos días, sin contar con la aparición de esa mujer en su país, pero la grat
—Sánchez, sácala y la llevas al comedor; no sin antes buscar que se asee su cuerpo. —Ordeno, dándole una última mirada a ella que estaba en su lugar sin emitir nada en sus ojos, que cada vez ponían inquieto al hombre.—Enseguida señor. —gesticulo, pidiéndole con la mirada a la pelirroja que se pusiera de pie, cosa que así lo hizo. Por lo tanto Alba camino con algo de nervios; por los pasillos que poco vio el día anterior estando cubierto sus ojos, era imposible de conocer en donde se encontraba hasta que giraron a otro pasillo con puerta bien pulidas y cuadros de pintores increíbles, cosa que ignoro para después de cinco minutos encontrarse afuera de una puerta, que al abrirla descubrió; que era un baño con una ducha al fondo y todo lo que pudiera necesitar para ella asearse.—Úselo con prudencia y solo tendrá una hora no más, además el ama de llaves llegara, para entregarle las prendas que usara. —Informo, donde Alba asintió a cada palabra. En el instante que Sánchez se da med