Capítulo 27¿Cómo podía envidiar a Max? Abigaíl entró detrás de Zacarías y espero que la condujeran a la salita con el bebé en brazos, la puerta de entrada al despacho seguía abierta y Santiago estaba allí esperando instrucciones. Zacarías la condujo a una especie de anexo bien equipado con cocina, baño, una gran sala y una espaciosa habitación. Ella se detuvo en la puerta y observo todo eso. La puerta de la habitación estaba abierta y desde allí se observó una gran cama que dominaba el centro de la estancia. Las ventanas estaban cubiertas con grandiosas cortinas de seda con cenefas del mismo tono que las paredes. El efecto era deslumbrante y habría sido abrumador de no ser por una colcha azul marino y varias almohadas alineadas contra el cabecero Abigaíl enseguida pensó en que este era el lugar donde él traía a sus mujeres y sintió una gran repugnancia y mucho asco. Él pareció leerle el pensamiento porque de inmediato le dijo—Este es mi lugar de descanso, cuando trabajo hasta
Capítulo 28 ¡Mi cama es tuya cuando así lo desees! Con el corazón desbocado, Abigaíl se preguntó quién hacía tanto ruido en el despacho, siempre que estaba con Zacarías comenzaban los problemas, especialmente con las mujeres a su alrededor. No obstante, antes de que pudiera analizar la situación, escuchó que se abría la puerta del anexo. Recordó que hacía muy poco que se había comenzado a sentir cómoda como madre de Max. En la casa de la abuela Perla se le consideraba la madre de Max y se le trataba de esa manera. Allí se le preguntaba todo lo referente al bebe y ella decidía todas sus cosas. Todos estos días habían sido idílicos, en verdad se sintió como una madre responsable del bienestar de su hijo Antes de seguir recordando, se levantó de la cama para revisar al bebe, temiendo que el ruido lo despertara. No pudo evitar emitir un bostezo, vino a su mente un sueño extraño que tuvo cuando estaba dormida en esa imponente cama. En realidad sintió…que alguien tocaba sus labios, fue
Capítulo 29 ¡Te tengo una gran sorpresa! A Abigaíl esa última frase que dijo Zacarías la desequilibrio, quizás no fue lo que dijo sino el modo en que lo dijo, de hecho parecía que estaba coqueteándole. Lo miro nerviosa, y él al darse cuenta de lo que parecía que le dijo, solo agrego—estaba esperándote para almorzar —No podemos salir, el niño se inquieta ante los lugares extraños —–al decir esto se puso de pie —No saldremos, sé que estás en el modo madrecita de Max, así que tengo la comida aquí mismo en la salita, dejaremos la puerta abierta para estar pendiente de él, vamos debes comer algo, si tú estás bien alimentada podrás tener bien alimentado al chiquillo, además tengo la impresión que te está dejando en los huesos, estás muy delgada–eso se lo dijo acariciándole la mejilla con la palma de la mano, mientras su pulgar recorrió su boca. Ella observo que tenía los ojos brillantes. Claramente, estaba disfrutando con aquello. Vamos te daré de comer. Estoy orgulloso de ti realmente
Capítulo 30¡Necesito ayuda!—No estoy hablando contigo ¿Mencione tu nombre acaso? —Alexander fastidiado de Zacarías tomo por el brazo a Abigail y se la llevo hacia la sala. Santiago que venía siguiendo a la pareja sintió un escalofrío, y sospechando que habría pelea se quedo fuera no quiso entrar a la casa. Los dos hermanos eran muy competitivos y muy parecidos, no solo físicamente también en sus gustos…Abigail en este momento aceptaba cualquier cosa con tal de alejarse de la situación incómoda en que se encontraba con el padre de su hijo después de su beso, así se dejó llevar sintiendo que Zacarías venía detrás de ellos. Ella sentía su furia aunque no la comprendía, no estaba haciendo nada malo en realidad este hombre era el tío de Max.Ya en el salón la esperaba la abuela Perla que la miro muy feliz también un hombre joven rubio bastante atractivo, pero desconocido.—Liam, quiero que conozcas a Abigail Montiel, es el prodigio de cuál te he estado hablando—al decir esto tomo al be
Capítulo 31 ¡Demuéstrame que tu sí me amas!Zacarías inició su recorrido en el vehículo para ir a encontrase con Juliana, su atractiva cara tenía una expresión de molestia. Santiago conducía en silencio, no estaba de humor para escuchar problemas ajenos, o insultos si la cosa era grave. En realidad su único deseo era irse a su casa, darse una ducha y ver una buena película. Hace días tenía algo en rondando en su mente, pero le faltaba valentía para decidirse. Pensó en la enfermera Robín, hoy quiso hablar con Abigaíl pero no pudo, fue imposible, el realmente necesitaba saber si su amiga estaba saliendo con alguien y si no era así, prepararía un plan de cortejo. — ¡Santiago! —escucho que Zacarías lo llamaba y eso lo molesto, tendría que cumplir alguna misión para él o peor aún escuchar sus lamentaciones y quizás solo quizás tendría que pensar en un buen consejo ¡Que fastidio! —Sí, jefe diga—le respondió haciendo una mueca, prestando atención al volante, ya que hoy le toco su papel de
Capítulo 32 ¡Estarás presente en la vida de Max!,—¡¡¡No sigas disimulando Juliana, sé que no estás borracha!!!—Juliana se sorprendió, ¿Cómo es posible?— ¿Lo sabías? —le pregunto sorprendida—Siempre lo he sabido, sé que mientes descaradamente y nos manipulas, pero ya escuchaste a Zacarías todo tiene un final y él se cansó, has estirado mucho la cuerda hija— para Reinaldo todo este juego de Juliana se tenía que acabar—¡Papa yo lo amo desde adolescente, tú lo sabes! ¡Él es el amor de mi vida!—Lo que estás haciendo está mal, ya escuchaste lo que él dijo, debes dejarlo en paz, él no siente nada por ti te ve como su hermana—Es que no lo has presionado, si me quisieras lo suficiente lo presionarías, tú lo ayudaste cuando más lo necesitaba—Y me ha retribuido cuatro veces ese capital, eso fue un negocio, confié en su capacidad y no me defraudo, en este momento no estoy convencido de que no necesites ayuda psicológica, estás aferrada a ese hombre, ten un poco de dignidad—Lo que debería
Capítulo 33 El mejor regalo para Abigail es…Al día siguiente Zacarías estaba en su oficina, era un día atareado y Santiago interrumpía por tercera vez— ¿Ahora qué quieres? —le dijo molesto — ¡Tenemos otra situación que requiere su intervención! ¡No sé si le interesara! — ¿Qué sucede?, y déjate de tonterías! ¡No tengo humor para adivinanzas! —Hoy en el cumpleaños de la señorita Abigaíl — ¿El cumpleaños? —Si — ¿Cómo lo sabes? —La cosa es así, le iba a transferir el salario que me ordeno depositarle mensualmente, y me tope con su documento de identidad—Santiago vio como Zacarías se quedaba pensativo, parecía interesado en la información qe le proporciono y espero su respuesta—Llama a la abuela y se lo dices—le ordeno—se vería mal que yo celebre algo tan íntimo — ¿Usted cree? ¡Yo no lo creo así! —hoy Santiago se sentía de buen humor y su romanticismo salió a flote — ¿Por qué lo crees? —Ustedes tienen un hijo en común, a usted le interesa que la señorita esté lo más feliz posib
Capítulo 34 ¿Cuál sería su papel en la vida de Max? Abigaíl sintió que las palabras que salían de la boca del hombre que tenía al frente eran muy duras, pero su tono se escuchaba lastimoso, era como si se disculpara por decir esas palabras tan duras. Algo que estaba suficientemente claro es que el la quería lejos ¿Por qué? ¿En qué le ofendió? Quizás estaba aquí en nombre de su hija, acaso su hija la consideraba una amenaza, ¿A ella? ¿Cómo era posible? —Señor, disculpe no entiendo de lo que habla, podría explicarse mejor—en verdad quería entenderlo Reinaldo observó su cara confundida, si hubiese tenido que elegir, no se hubiera presentado aquí, la joven tenía una expresión tierna y al mismo tiempo confusa, en tanto su rostro le parecía angelical —Yo…en realidad no quiero hacer esto, pero debo velar por el bien de mi hija, ella…y Zacarías tienen una relación que está sobrentendida, aunque no están comprometidos, todo el mundo piensa que si lo están, y que en algún momento se casara