Ahora mismo nos encontramos en el funeral de mi pequeño bebé, ver su cuerpecito dentro de esa m*****a caja, todo fue mi culpa, pero no sé qué más pude haber hecho, no teníamos dinero para comer, no puedo dejar que mis hijos pasaran hambre.
Puedo escuchar el llanto de Grace, es tan escalofriante.
-¡Mamá! ¡Perdóname! Por favor, perdóname, mi hermano murió por mi culpa… Yo no quería- Volteo a verlo y sus mejillas esta enrojecidas, de tanto llorar, mi pequeña princesa valiente, de lo único que es realmente culpable es de tener una madre como yo.
-Mi amor, no digas eso, no quiero que nunca más repitas eso en la vida, si hay algún culpable aquí, fui yo, no debí dejarte sola con Scott- Secó sus lágrimas amorosamente-Tú también eres una niña, no tenías por qué haber estado cuidando de él-
-Mami, él no dejaba de llor….. – No la dejo terminar de hablar y beso su frente.
-No es tu culpa mi amor, no lo es, deja de pensar eso- Grace se abraza a mi fuertemente, como nunca antes lo había hecho.
Mientras trataba de consolar a Grace, veía como algunas de mis vecinas extremadamente “decentes” y chismosas, no dejaban de observarme de una manera sumamente despectiva, ellas en verdad no imaginan lo duro que es todo esto para mí, solo señalan desde afuera.
Lorena se acerca a nosotras para abrazarnos, ella me ha brindado una amistad muy sincera a pesar de que solo tenemos meses viviendo aquí exactamente siete, la cantidad de tiempo de vida que tenía Scott.
-Mi niña, despierta es hora de ir a clases – Despierto a Grace de manera muy amorosa, un par de días después de la muerte de Scott, definitivamente aún me quedaba un motivo para continuar con vida y era mi hija.
Ella abre sus ojos y los restriega, mientras me ve sonriente.
-Mami, unos minutos más por favor, tengo mucho sueño- Se vuelve a tapar con las cobijas.
-Me encantaría complacerte mi niña, pero no quiero que llegues tarde, pasaste semanas enteras sin asistir al colegio y ahora que irás no vas a llegar tarde- Quite la cobija y le di un beso en la frente, pero en ese momento tocaron a la puerta.
Toc, toc, toc.
La veo aún con mucha pereza, así que me dispongo abrir la puerta, para darle unos cuantos minutos más de sueño, camino a la sala y abro, son un par de señores vestidos muy elegantemente y una mujer de cabello rubio igual de elegante.
-¡Buenos días! ¿Se encuentra la señora Steele? – Los veo con el entrecejo en V.
-¿Quién las busca? Pregunto.
-Somos del departamento de protección al menor… ¿Es usted Noelle? -
-Si- Mis ojos se cristalizan -Soy yo ¿En qué les podría ayudar?- Le digo, sin abrir la puerta de todo, ellos ven hacia dentro como si buscaran algo.
-Hemos recibido denuncias acerca de algunas irregularidades que han sucedido ¿Podemos pasar? – Mis manos tiemblan como gelatina.
-No – Cierro un poco más la puerta – ¿Qué clase de denuncias? –
-Como por ejemplo que usted sale en medio de la noche dejando a su pequeña hija sola, además hace unos días su hijo menor murió por una irresponsabilidad de su parte – Me dijo la mujer rubia, parece una persona buena, pero sus palabras me afectan notoriamente.
-Ustedes no saben lo que dicen, ni imaginan lo que he tenido que pasar, solo han venido aquí para juzgar y señalarme – Siento que alguien se pone detrás de mí, obviamente era Grace, volteo a verla, sin soltar la puerta.
-¿Qué haces aquí? Vuelve a tu cuarto – Le ordenó con un tono de voz muy fuerte y ella se va corriendo.
-Señora Noelle, nadie ha venido aquí a juzgarla – La mujer rubia trata de abrir la puerta, pero no la dejo -Solo estamos aquí para ayudarla –
Me río de manera irónica y los veo con desprecio, frunciendo mi ceño.
-¿Ayudarme? No me haga reír ¿Cómo podría ayudarme usted? ¿A caso me dará dinero? Esa es la única manera en la que puede ayudar ahora mismo – Ella saca un papel de la carpeta que tiene en sus manos.
-No exactamente de esa manera- Extiende su mano y me entrega el documento -El estado quiere asumir la custodia de la niña, ya que no la considera apta para hacerse cargo de la menor – Dice de forma cortante.
-¿Quiénes son ustedes para decidir eso? ¡Ella es mi hija! Haría cualquier cosa para que jamás le falte nada- Eleve mi tono de voz, para defender a Grace haría todo.
-Eso no lo ponemos en duda señora y ese es el verdadero problema, la razón por la que estamos aquí, sabemos muy bien a que se dedica y creemos que no es el mejor ejemplo para la crianza de una niña- Intervino uno de los hombres de traje elegante.
La verdad es que ninguno de los tres parece malas personas, pero Grace es todo lo que tengo, no quiero que me la quiten.
-No puedo dejar que se la lleven, ella es todo lo que me queda en esta vida- Dije viendo aquel documento con lágrimas en los ojos.
-Noelle, ellos tienen razón, será lo mejor para Grace, tienes que pensar en su bienestar- Dijo Lorena quien llego de un momento a otro y se paró justo tras ellos, pero camino unos pasos más hasta sobrepasarlos e hizo que abriera la puerta.
Lorena abrió paso para que los señores entraran y yo me quedé parada a un lado de la puerta, llorando, sin saber que hacer, quizás todos tengan razón y no seré una buena madre para Grace ¿Qué futuro le puede esperar a mi lado?
-Lore ¿Cómo puedes decirme algo así? No quiero perder a mi hija-
-Noelle no la vas a perder, todo esto será mientras consigas un trabajo digno y presentes los papeles que hagan constar ya tienes un empleo decente- Me dijo la mujer rubia, notó que su mirada es muy comprensiva.
Respiró hondo, veo a Lorena y ella afirma con su cabeza, en señal de aprobación a lo que dice la mujer rubia, yo agacho mi mirada al suelo.
-Si- Dije en tono de voz muy bajo -Creo que todos tienen razón Grace no merece vivir con una madre como yo – Un nudo enorme en mi garganta, casi me impedía respirar.
-Nadie aquí cree eso Noelle, eres una mujer joven y muy bonita, en cuanto consigas un buen empleo Grace volverá a casa- La mujer rubia es muy empática, sequé mis lágrimas y cuando me dispuse a ir hasta la habitación de la niña la vi parada en el corredor.
-¡Mi amor! ¿Desde cuando estás ahí? ¿Qué escuchaste? – Su mirada era temerosa.
-Mami ¿Ya no me quieres? ¿Es por la muerte de Scott? Pero ya te pedí perdón muchas veces – Comenzó a llorar sin parar y mis ojos se cristalizaron, podía notar como todos los demás que estaban en mi casa también se conmovieron con la escena.
-No preciosa, no digas eso, sabes que te amo con mi corazón y.. – Ella me interrumpió.
-¿Entonces porque vas a dejarlos que me lleven? Yo no quiero estar lejos de ti – Se aferra a mi en un abrazo muy fuerte, no sé ni que decirle, mi pequeña valiente ha pasado por muchas situaciones duras y ahora también esto.
La mujer rubia, doblo sus rodillas para estar a su nivel, paso la mano sobre su cabello y sonrió de manera cariñosa.
-¡Hola Grace! Soy tu amiga mi amor, yo no quiero hacerte daño ni alejarte de mami – Grace centra toda su atención en la mujer, mientras seca sus lágrimas.
-¿Y por qué quiere que vaya con ustedes? – Dijo en tono de voz muy bajo.
-Será por corto tiempo, mientras que mami encuentra un empleo y entonces ya podrás volver a casa. Habrán muchas niños más con quienes hacer amistad, durante estos días ¿Si?- A Grace parece agradarle un poco más esa amable explicación y aunque en el fondo sé que no es lo que quiere termina por aceptarlo.
Estos días sin Grace en casa, han sido una completa pesadilla, ya que no he podio conseguir un empleo “decente” Joaquin aún me tiene amenazada a pesar de que ya le dije que no quería trabajar más para él, salir de ese maldito lugar seguramente será más difícil de lo que pueda imaginarme.Por suerte Lorena no deja de animarme y cada mañana salgo a buscar empleo, aunque ha sido en vano, en las noches regreso a trabajar con las otras chicas mientras que consigo algo, aunque lo hago de manera muy cautelosa ya que Rose la amable rubia me dejó claro que si continuaba siendo prostituta podría perder a la niña para siempre, pero de alguna manera debo pagar el alquiler.Ahora mismo voy en camino a una entrevista que vi por internet, las especificaciones pedían a una mujer con buena presencia, buena dicción y deseos de superación, así que definitivamente soy esa chica.-Buenos días- Digo de manera sonriente en la recepción de aquel lugar.-¿En que puedo ayudarla? – Contesta la secretaria mascan
Está noche ha sido terrible, en general el día, no logré conseguir el empleo que tanto necesito y además para colmo solo he atendido a dos clientes, lo cual no es tan malo pero tampoco es lo suficiente.Verme aquí otro día más de mi vida solo me hace sentir sumamente fracasada, estoy tan cerca de cumplir treinta años y todo es un desastre.-¡Hey¡ Noelle, cambia esa maldita cara, estamos aquí para trabajar - Me dijo Joaquín, cómo siempre con el arma en su cintura.Los últimos días se ha mostrado tan violento que debo admitir que le tengo terror, aún así sonrió pues no quiero darle más poder del que ya tiene sobre mi.-Disculpa, tienes razón - No digo más y continuo caminando en la esquina, paseandome con esa minifalda que me deja todo el trasero fuera.La verdad es que no dejo de pensar en mi niña ¿Cómo se supone que la voy a sacar de esa casa hogar si nadie me da trabajo? Además me preocupa que alguien se enteré que sigo trabajando aquí podría perderla para siempre.A lo lejos puedo v
Las palabras de Lorena me hicieron dar cuenta que debía tomar mucho más en serio todo lo que estaba pasando, en cualquier momento podria perder a Grace.Mi autoestima está por el suelo ahora mismo, sigo con el dolor de haber perdido a Scott pero ahora tengo que aferrarme a la única esperanza que me queda de recuperar a mi hija.Luego de que Lorena salió de casa, entró a la ducha para tomar un pequeño baño, podía sentir como cada gota de agua recorría todo mi cuerpo, al mismo tiempo unas cuántas lágrimas se confundían con el agua.Me siento como una inútil despreciable, pero ya es momento de tomar las riendas de mi vida, frote jabón por mi cuerpo y salí hacia la habitación, me puse un jeans con una blusa blanca y tennis del mismo color. Tomé un taxi y me fui directo al prostíbulo en el que Joaquín pasa el día entero, tenía tanto miedo, mis manos sudaban, estaba temblorosa, sé que es un hombre peligroso y capaz de hacer lo que sea.El señor del auto me indica que hemos llegado y veo a
A pesar de que le respondí siendo tajante, él sonrió, me miró directo a los ojos.-Señorita Noelle, no se preocupe, solo quiero tener ser amable con usted- No le dije nada y lo mire con mi ceño fruncido.Salimos del lugar y subimos a su automóvil, el cual era bastante ostentoso, trate de disimular mi asombro. Él también subió e inicio movimiento, me sentía tan incómoda a su lado, yo diría que más bien nerviosa su presencia me intimida.Trato de mirar por la ventana y solo deseo llegar rápidamente a casa, Elliot en repetidas ocasiones gira su cabeza intentando que nuestras miradas se crucen, yo veo de reojo pero finjo que no está sucediendo nada.-¿Usted siempre es así de callada señorita?--No me gusta hablar con extraños- Respondí cortante, sin voltear a verlos, pero escuche su risa.-¿Un extraño? He pasado dos días de mi vida cuidando de su estado de salud ¿Y solo me ve como un extraño? ¡Gracias por lo que me toca!- Él parecía tan especial y diferente a la gran cantidad de tontos q
He intentado de todo, incluso más de lo que podría haber hecho pero nada es suficiente, no logro obtener un maldito empleo y finalmente comienzo a creer que lo mejor para Grace es estar lejos de mi, yo no tengo nada que ofrecerle.Tal vez en manos del estado mi pequeña estará mejor, probablemente con cualquiera podría estar mejor que a mí lado, solo soy una prostituta que no tiene nada que ofrecer, la sociedad tiene razón.Fui hasta mi habitación, me metí debajo de las cobijas y no podía parar de llorar, no tengo ni treinta años y me siento como el ser humano más fracasado en toda la tierra, mi vida en un desastre y además cargo sobre mis hombros la muerte de Scott.¡No sirves para nada Noelle! Esa era la frase que mi cerebro gritaba una y otra vez.Ni siquiera mi padre me aceptó jamás y por eso es que mi primer nombre es Noelle, ya que su sueño era tener un hijo varón, en cuanto supo que yo era una niña no tuvo ni siquiera la amabilidad de asignarme un nombre más femenino, pero a est
Como cada noche hoy también debo salir a ganarme la vida, para mantener a mis dos hijos, él pequeño Scott ha tenido fiebre todo el día así que con más razón tengo que ir a buscar dinero.-Grace, hija escúchame con atención lo único que debes hacer es mantener calmado a tu hermanito ¿Si? En cuanto notes que su frente se caliente le pones unos pañitos de agua fría, te aseguro que volveré en cuanto pueda hacerlo- Mi hija solo tiene diez años y es la mayor, Scott apenas tiene unos meses de haber nacido.A Grace no le gusta que la deje sola con su hermanito, porque difícilmente sabe cómo atenderlo y lo comprendo perfectamente ya que ella también es una niña, pero ahora mismo las circunstancias me han llevado a este punto.-¡Mami! Pero no me quiero quedar sola con él, ya sabes que llora mucho y me pone nerviosa, por favor esta noche no, no salgas hoy-Doble mis rodillas hasta ponerme a su nivel y con mis manos tome sus mejillas.-Tengo que hacerlo mi amor, ya no nos queda dinero y debo comp
Accedí ante la petición de ese cerdo, mientras sentía unas enormes ganas de vomitar, él movía mi cabeza tratando de controlar el ritmo y halaba mi cabello.Un par de lágrimas corrieron por mis mejillas, aquel hombre no dejaba de gemir y decir una cantidad de obscenidades que me hacían sentir tan ofendida ¡Si tan solo tuviera idea que hago todo esto por mis hijos!Finalmente, se acabó aquella pesadilla y el volvió a ajustar su pantalón, encendió el auto de nuevo comenzó a manejar yo no dije ni una sola palabra, se adentro a un bosque y ahí sacó un arma de la guantera me apunto obligándome a bajar, mis manos temblaban.-¡Pero mi amor! ¡Por favor! ¿A caso no te gusto lo que te hice? ¿No te divertiste? – Sabia que me estaba arriesgando, pero la salud de mi hijo lo valía todo. -¡Baja! ¡Baja ya de aquí perra! Ensucias mi auto-Sentí un gran nudo en mi garganta.-Pero ¿No pagarás? ¡Por favor! Necesito el dinero, es para mi hijo-Soltó una gran carcajada mientras me veía, sin bajar el arma.
Cuando llegué al vecindario, vi como un gran alboroto de gente aglomerada, pero no quise prestarle gran atención ya era suficiente con todo lo que venía cargando.-¡Vaya! ¡Vaya! Hasta que por fin llega la madre irresponsable y para colmo borracha- Era una de las viejas del vecindario, para quien su deporte favorito consistía en meterse en la vida de todos.La mire frunciendo mi ceño, estaba tan enojada, limpie un poco mi cara.-¿De qué habla señora? Yo ni siquiera tomó alcohol –Ella me ve de arriba debajo de una forma despectiva.-¿Sabías que tu hijo se lo llevaron de emergencia al hospital? No, seguramente no tenias ni la menor idea ¿Pero que se puede esperar de ti? –Mis manos comenzaron a temblar y sentí un enorme vacío en el estómago, una gran desesperación recorrió todo mi cuerpo.-¿De qué me está hablando ¿Cómo que se llevaron a mi hijo de emergencia? ¿Dónde lo tienen? – Con voz temblorosa le dije.Pero ella era una mujer completamente indiferente, solo disfrutaba del mal ajeno