Madre soltera y prostituta.
Madre soltera y prostituta.
Por: LetrasGaby
Cumpliendo con el deber.

Como cada noche hoy también debo salir a ganarme la vida, para mantener a mis dos hijos, él pequeño Scott ha tenido fiebre todo el día así que con más razón tengo que ir a buscar dinero.

-Grace, hija escúchame con atención lo único que debes hacer es mantener calmado a tu hermanito ¿Si? En cuanto notes que su frente se caliente le pones unos pañitos de agua fría, te aseguro que volveré en cuanto pueda hacerlo- Mi hija solo tiene diez años y es la mayor, Scott apenas tiene unos meses de haber nacido.

A Grace no le gusta que la deje sola con su hermanito, porque difícilmente sabe cómo atenderlo y lo comprendo perfectamente ya que ella también es una niña, pero ahora mismo las circunstancias me han llevado a este punto.

-¡Mami! Pero no me quiero quedar sola con él, ya sabes que llora mucho y me pone nerviosa, por favor esta noche no, no salgas hoy-

Doble mis rodillas hasta ponerme a su nivel y con mis manos tome sus mejillas.

-Tengo que hacerlo mi amor, ya no nos queda dinero y debo comprar algún medicamente para la fiebre de Scott, pagar tu colegio y todos los gastos de la casa-

Grace inclino su cabeza al suelo y sus hombros cayeron, pero aun así cargo a su hermanito en brazos.

-Esta bien mamá me haré cargo- Le di un tierno beso en la frente a los dos y salí de casa.

Scott y Grace son mi más grande motivación para salir adelante, haría cualquier cosa por ellos, no me siento orgullosa de mi profesión, pero es lo que hasta el día de hoy me ha permitido pagar cuentas y tener una vida medianamente digna desde que el padre el niño nos abandonó.

Sali hasta la entrada del vecindario para tomar un taxi, al cual le indique la esquina en la que debía dejarme, mientras yo estaba maquillando mis labios con un pequeño espejo frente al cual me miraba, él conductor no paraba de ver mis piernas a través del retrovisor y eso me hacía sentir incomoda.

Él comenzó a morder sus labios, de una manera perversa, lo único que yo deseaba era llegar lo antes posible a mi destino y salir de ahí. Ser una prostituta no es tan fácil como quizás algunas personas piensan ya que constantemente estoy expuesta a comentarios inapropiados y los atuendos son demasiado sugerentes.

Finalmente, el taxista me dejo en la esquina que le pedí, pague por sus servicios y él giro a ver a través de la ventana al resto de las chicas.

-Ya me lo imaginaba- Dijo aquel hombre -Ninguna señorita decente se encuentra a estás horas en la calle y menos con esa ropa, sabia que no era más que una put… -

-¡No se atreva a decirlo! ¡Mejor lárguese de aquí! – Baje de su auto furiosa y arroje la puerta.

Acomode un poco mi cabello, mi vestido y mi escote, ya estaba lista para esperar a los clientes de esa noche.

-¡Noelle! Te notó preocupada, con esa cara no vas a atraer ni a un solo cliente- Se acercó a mi Cassandra una de las chicas que también trabajaba como prostituta.

-Es que si estoy muy preocupada deje en casa a Scott con una fiebre muy alta y sabes que aun Grace es pequeña para hacerse cargo-

Ella me ve con una mirada comprensiva y toma mi mano.

-Yo lo sé amiga, pero ya sabes como es la leona y si no nos mostramos simpáticas con los clientes nos va a ir muy mal, ella todo se lo dice a Joaquin y recuerda que te tiene entre ceja y ceja-

Agacho mi cabeza al suelo y dejo caer mis hombros.

-Si Cass, lo sé, jamás imagine que cuando llegue a trabajar en este lugar sería tan complicado- De pronto se acercó un auto tocando la bocina cerca de nosotras y ella subió.

Yo me quede ahí parada caminando de una esquina a otra, tratando de mostrarme muy sexy para que cualquier baboso quiera acostarse conmigo esta noche, dependo de ello para comprarle su medicina a mi Scott.

Casi llegaba la media noche y aun no tenia un solo cliente, entonces comienza aproximarse a mi la leona, pero yo trato de fingir que no la veo.

-¡¿Y a ti que te pasa?! ¿No pretendes trabajar esta noche? –

La veo de arriba abajo y suspiro.

-Si claro que vine a trabajar, solo es que mi hijo está enfermo y lo dejé en casa con mi hij…. – Me interrumpió de manera abrupta.

-¿Crees que eso me interesa? Aquí viniste fue a trabajar, no a contar tus problemas ¡Todos tenemos problemas! Ya todas las chicas se han ido y solo quedas tú –

-Esta bien- Gruñí entre los labios.

¡Rayos!

Ya esta muy tarde y no he conseguido ni un solo maldito centavo, a unos cuantos metros puedo ver como se acerca un auto haciendo cambio de luces.

-¡Sube preciosa! ¡Nos vamos a divertir! -  Un hombre completamente ebrio, además parece mi abuelo.

Pero no tengo otras opciones así que mostré muy amable y seductora.

-¡Claro que si mi amor! – Subí a su auto - ¿Ahora dime a donde iremos a pasarla bien? –

Me ve y se ríe, mientras con una de sus manos toma mi pierna y aprieta.

-¿A dónde se puede llevar a una zorra como tú? Creo que ni siquiera el motel más barato pagaría para estar contigo-

Lo veo frunciendo mi ceño, pero sé que debo mantenerme amable, así que trato de ignorar sus palabras.

-¿Entonces que quieres que hagamos mi amor? – Estaba tan aterrada viendo lo ebrio que estaba y además me causaba profundo asco ver su asquerosa mano tocarme.

Comenzó a estacionarse en un lugar muy oscuro y solitario, me dio desconfianza trate de bajar del auto, pero tenia el seguro, en mis labios había una sonrisa bastante nerviosa, mi corazón latía muy rápido.

Soltó la correa de su pantalón y lo bajo un poco, dejo su pene expuesto.

-¡Vamos! ¡Ya sabes lo que tienes que hacer! – Me dijo con una sonrisa en los labios y bajando sus pantalones.

Me sentí tan humillada y baja, pero sé que lo hago por mis hijos, está es la única manera que tengo de ganarme la vida al menos por ahora o hasta que encuentre una manera de librarme de Joaquin, pues amenazo con matar a mis hijos si salgo del negocio.

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