Evangeline, o como suelen llamarla, Eva, conocida también como la hija heredera de los gran Volturi. Es estudiosa, inteligente, calculadora y muy simpática. Ante los ojos del mundo, ella tiene la vida perfecta, un prometido, una empresa funcional, una familia muy unida y claro, tanto dinero como le era posible.
Sin embargo, Eva sufría en silencio, pues hace algunos años asistió a una consulta obstétrica y le advirtieron de su condición, no podría tener hijos, o no al menos por mérito propio. Así que recordándose que nada le es imposible, viaja desde Paris, hasta la histórica ciudad de Londres. Donde queda una reconocida y muy famosa clínica y banco de espermas, decidida a continuar con sus planes, a pesar de que su ex novio, Robert Roux los haya arruinado.
Eva arriba a la ciudad de los mejores paisajes según fotógrafos locales, claro. Sumergida en su profunda tristeza, evitaría a toda costa volver a Paris antes de lo planeado, aunque eso implicase abandonar su trabajo por unas semanas, ella necesitaba un respiro.
Su familia tenía un hermoso departamento en el centro de la ciudad, con la mejor vista a la Big ben. Las personas del servicio la recibieron, acomodaron sus pertenencias y le brindaron un exquisito manjar para su paladar, después de comer, Eva parte a la clínica, hoy en su primer día, tendría que realizarse algunas pruebas para saber si era compatible con el tratamiento a seguir para la concepción de su bebé.
El chofer le abre la puerta y ella sube suspirando con emoción, a pesar de sentir un profundo temor y nervios, aprieta sus manos haciéndolas puños, respira profundo y cuando el chofer se detuvo frente a la clínica, Eva baja del auto y entra al recinto sintiendo desfallecer sus piernas.
Nada la detendría, este era su momento, su lugar, estaba a un paso de lograr su proyecto más importante, ser madre.
—Buenos días señorita, ¿en qué le puedo ayudar? —inquiere la joven de la recepción, cuando Eva se acerca con un poco de timidez.
—Buendía, tengo una consulta, mi nombre es Evangeline Volturi. —responde recobrando su seguridad, la joven le da una amplia sonrisa y le pide que la siga a través de la clínica, se detienen frente a una puerta blanca.
—Aquí es, la doctora Silvia le espera. —responde con amabilidad la joven, Eva le agradece y procede a entrar.
—Buenos días, siga por favor. —le pide la especialista, Eva obedece y comienza la consulta médica.
Durante el proceso Eva recibe toda la atención médica y es asistida en cada proceso que debe someterse, espera los resultados y para su ilusión, todo está en orden y ella es compatible con el tratamiento de inseminación artificial.
En los próximos días durante la estadía de Eva en Londres, continua con su tratamiento, cada día es una prueba diferente y le envían muchos medicamentos que necesitaría tomarse. Todo parece estar como viento en popa.
Mientras Eva espera por la doctora para recibir finalmente el ultimo procedimiento, la inseminación, recuerda que días atrás, había conocido en un bar cercano a un hombre muy guapo.
Su piel era tan dorada como el sol, mientras que sus cabellos eran extremadamente claros, además de tener unos ojos que jamás podría olvidar, amarillentos. Su complexión musculosa y su exquisito gusto por la moda, habían logrado despertar un interés particular en Eva.
Claro que ella jamás lo admitiría en voz alta, pues es muy orgullosa y sabe que su valor es alto, por ende, jamás se acercaría primero a un hombre, no sin que antes lo hicieran ellos. También piensa en como su ex, fue capaz de serle infiel.
Una mueca triste se posiciona sobre los labios de Eva, al recordar que por primera vez había tenido la intención de celebrar su aniversario y le había organizado una sorpresa a su prometido, sin esperar claro, que lo encontraría con su prima…
Por otra parte, Liam Evans, un poderoso alfa, empresario y próximo dueño de la gran herencia de su abuelo. estaba emocionado porque finalmente después de tanto esperar, su prometida recibiría una inseminación artificial para poder darle un heredero.
Ya que su abuelo había sido especifico en su testamento, si Liam no tenía un heredero varón, no podría recibir su herencia. Es por ello que Liam se ve obligado a buscar una esposa por conveniencia, ya que él no se veía criando a un pequeño lobezno solo.
Es entonces cuando la familia Bonard, decide firmar un contrato con Liam, ya que, al deberle una alta suma de dinero, no tenían mayor cosa que ofrecerle a su única hija, Verónica.
Esté convenio beneficiaria a ambas partes, pues la familia Bonard pagaría su deuda con el alfa y él conseguiría un heredero, todos ganaban o eso creían.
Sin embargo, Liam guardaba la ligera esperanza de encontrar a su otra mitad, su alma gemela o su mate como se conocía en el mundo licántropo.
Una noche no hace mucho se reunió en el bar de uno de sus grandes amigos, sintió el olor de ella en el lugar, pero no logró distinguirla por la cantidad exuberante de personas en el lugar.
Aun con la esperanza intacta, debía seguir con sus planes, cuanto antes pudiese recibir su herencia, podría invertir en negocios y mantener estable a su manada.
Aunque no le agradaba Verónica en lo absoluto, tenía un particular interés en tener un heredero, además de tener compañía. Ella hacia todo por complacerlo, pero no lograba seducirlo, así que por más intentos que tuvieron manteniendo relaciones sexuales, Liam no lograba terminar, ella no le inspiraba ni un mal pensamiento.
Es por ello que optaron por el método convencional de la inseminación artificial. Verónica tenía miedo, sentía que en cuanto Liam consiguiera lo que deseaba, la botaría como un objeto. Aunque no lo demostrase, ella si lo amaba perdidamente…
La doctora aparece en el cubículo donde se llevaría a cabo el procedimiento, las maquinas se encienden.
Eva ya había elegido al donante de espermas, era un hombre de su mismo tono de piel. Según su historial médico estaba perfecto, entonces era el indicado.
Eva se encontraba acostada en la camilla, el procedimiento no ameritaba anestesia, pues solo serian pasados los espermas hacia sus óvulos por medio de una cánula. Todo fue más rápido de lo que ella imaginaba, no sintió dolor alguno, solo un poco de molestia.
Mientras que, en la otra ala de la clínica Verónica también estaba recibiendo el mismo tratamiento y procedimiento que Eva.
Lo que ninguna imaginaba o tan siquiera pensarían es que la joven enfermera encargada de asistir a ambas doctoras especialistas había confundido las muestras de espermas. Por eso, Eva había recibido el líquido de Liam y Verónica había recibido del donante desconocido de Eva.
Los siguientes días, Eva continúa yendo a la clínica a realizarse más procesos que ayudarían a que fuese efectivo el tratamiento.
Al igual que verónica, la doctora les da la noticia, que ambas se encuentran embarazadas. Eva da un grito de felicidad y no puede contenerse por lo que abraza a la doctora y le asegura que recibirá un bono económico en su pago por agradecimiento, pues le había dado una nueva oportunidad para finalmente ser feliz y comenzar de cero.
Eva decide quedarse unas semanas más en Londres, mientras asiste a un médico particular para que le siga checando su embarazo.
Mientras que, Verónica se siente muy feliz pues Liam es especialmente cariñoso y protector con ella, lo que ella ignora es que las intenciones de Liam es cuidarla solo porque lleva a su hijo en el vientre, no porque la quiere realmente. Sin imaginarse que su bebé se está gestando en otro vientre totalmente ajeno a su vida…
Los días continúan su curso, volviéndose semanas. Eva recupera su particular brillo y alegría, ya no siente tristeza ni el más mínimo atisbo de melancolía por su ex pareja.Acepta que fue lo mejor que pudo sucederle, pues muy en el fondo ella tampoco lo amaba, simplemente le gustaba lo que él hacía por ella y su particular romance, además de estar a la altura de su clase, sus familias eran amigas de hace años, entonces siempre fue el candidato perfecto para esposo de Eva.Ahora ella sentía que era libre, que no viviría por nadie más que no fuese su pequeño bebé. Se encuentra lista para volver a su vida en París, le pide a su guardaespaldas que preparen el jet, mientras ella toma un largo baño, para llevar poco tiempo de embarazo notaba algo anormal y era que bebé estaba creciendo mucho más rápido de lo que le había dicho su médico.¿Acaso eso era normal? Se preguntaba la pobre con angustia, apenas llegase a Paris se reuniría con la doctora encargada de traer al mundo a todos los Voltu
El día estaba gris, con esos matices en escala, que mostraban unas nubes en lo mas alto cargadas de lluvia. Eva se había quedado un poco más tranquila con lo dicho por la doctora, estaba ansiosa por su llegada. Aunque ella presentía que había algo extraño en su caso. Ignorando esos pensamientos negativos, continuo su proceso, cada día más enamorada de su enorme barriga, sentir las patadas de su bebé llenaban el vacío corazón de Eva. En cada control prenatal, sentía un poco roto su corazón, al no tener un padre que ofrecerle a su hijo.Eva estaba segura de que seria una excelente madre, para que su hijo nunca le preguntase por su padre. El tiempo había pasado tan rápido como una ráfaga de aire, como un rayo en una tormenta. Eva contaba los días restantes para finalmente recibir a su bebé y cargarlo en brazos. Pensaba una y otra vez en que nombre seria digno de él. Eva estaba en una reunión por zoom con sus socios, cuando sintió como algo le corría por sus piernas, se sentía mojada y un
Verónica acariciaba su abultado vientre, mientras lagrimas saladas corrían por sus mejillas. Liam estaba desesperado buscando a su heredero, mientras ella aceptaba que su hijo no sería un lobo, sino un humano. ¿Cómo era posible que la diosa luna la maldijera de aquella forma? Sus padres se habían enterado de la noticia y estaban más que decepcionados. Era una desgracia andante, pero ella seguía firme, continuaría con su embarazo.Simón sonreía grande, pues sus omegas habían encontrado finalmente al hijo de su Alpha. Con orgullo entra al despacho de Liam, quien se encontraba bebiendo una copa de whisky, mientras pensaba que hacer con verónica, era claro que ya no le servía y no pensaba casarse con ella, rompería el compromiso y dejaría libre a esa familia de cualquier deuda pendiente con tal de deshacerse por completo de Verónica y sus interesados padres. —Lo hemos encontrado, señor. —anuncia Simón, mientras se posiciona delante de Liam, quien no puede contener su emoción y aúlla, le
Eva se encontraba totalmente abatida, pues ella creía que el hombre que reconocía a la perfección de aquel bar en Londres, no era el padre de su hijo, pero ahora con la prueba en sus manos, no podría negarlo más. Liam por su parte estaba más que contento, su pequeño lobezno era increíble, tenía tanta energía como cualquier lobo de su edad, no tenía dudas, nunca las tuvo en realidad, apenas lo vio, lo supo, él era su hijo, un Evans de verdad. Lo que también le sorprende es la belleza de Eva, para él no existe otra mujer que pueda igualarla.Mientras que Eva, se siente totalmente atacada, esa repentina aparición del padre de su hijo la tiene inquieta y asustada. Ella sabe que él esconde muchos secretos y sus verdaderas intenciones. ¿Qué es lo que realmente quiere de Lucca? Es la pregunta que más resuena en su cabeza.Eva es un tanto desconfiada, por lo que llama a su hombre de confianza y le pide que investigue todo sobre Liam Evans, el hombre asiente y se retira del despacho de Eva, qu
La vida había enseñado a Liam desde muy niño a ser paciente y tener perseverancia, por eso no le importaba pasar toda su vida intentando enamorar a la madre de su heredero, agradecía eternamente a la gran diosa luna por haber hecho que su hijo lo trajera al mundo su mate, durante años la buscó, esperó y esperó durante décadas, siempre se convencía de que ella quizá no había nacido aun. Pero ahora que por un error humano, la había encontrado, se encontraba profundamente feliz y agradecido, Liam estuvo a punto de perder los estribos en contra de la clínica o banco de espermas, pero ahora se sentía en deuda con ellos.Por otro lado, Eva, se encontraba ansiosa, su mejor hombre aun no le daba respuestas. ¿Quién era Liam Evans? Era la pregunta que más se posaba en su mente, por más atracción que sentía hacia ese hombre, sentía que había algo oculto, algo grande y peligroso, su intuición jamás fallaba, estaba segura de eso, pues así descubrió a su ex infiel. ¿Entonces que podía esconder el p