—no he dejado de amarte James, eres mi primer amor— Charlotte deja fluir sus sentimientos al estar en los brazos del hombre, sin embargo, él no habla de sus sentimientos, sino que toca cada parte del cuerpo que siempre recalcaba que le pertenece.

Quizás ella se está lastimando más, porque es una mujer con un corazón humilde, pero debía decir lo que siente, siente que era necesario hacerlo.

James ingresa lentamente en Charlotte, y la chica está apretada porque pasó mucho tiempo desde la última vez, y James al sentirla, jadea, y le queda muy claro, que ella no ha estado con otro hombre.

Bronw, la doma, la penetra con fuerza, y también besa cada parte de su cuerpo, se deleita. Pero también puede ver ciertos morados en varias partes de su cuerpo.

Charlotte siempre quiso más que sexo, que besos y caricias, quería era sentir que James le decía que la ama, haciéndole el amor. Pero Brown es frío, y no resulta ser lo que Charlotte tenía en mente.

—James...— gimió su nombre y se aferró a él.