Charlotte contempla las calles de Londres, el país donde ella tuvo que huir para renacer.

Mientras que sus pequeños hijos están contentos, y más justin. Pero Rulli sabe que Charlotte está pensativa, y aunque demuestre ser fuerte, durante estos tres años ha aprendido a conocerla.

Al llegar al penthouse, ella se sorprendió al ver que dos mujeres profesionales en el área de la belleza esperaban por ella. —quiero que la dejen más hermosa de lo que es— ordena Rulli y ustedes mis campeones, nos vamos para que se den un baño y ayudarlos a ponerse su traje— sonríe Rulli

—tío ¿Vamos a jugar con la espuma de la bañera?— pregunta Stiven

—claro que sí, vamos hacer muchas burbujas— Rulli parece un niño con sus sobrinos

—por favor, no tanto jabón, luego van a estar estornudando— sugiere Charlotte

—sí madre— Justin corre junto a su hermano persiguiendo a Rulli

—¿Qué desea la señorita?— pregunta la estilista

—señora, porque soy una mujer casada— sonríe Charlotte y luego dice —quiero verme mortal,