Charlotte se sonroja, es una mujer pura y virgen, jamás se había dejado ver una parte de su cuerpo, y ahora, James Brown, es el primer hombre en mirar lo que ella tanto oculta.
—señor... No, no vaya a gritar, el bebé duerme y le suplico que deje de mirarme—¿Yo?— pregunta cerrando la puerta y luego apoya su espalda en ella, cruzando sus brazos teniendo una postura muy varonil —esta es mi casa, mi habitación, hago lo que me plazca ¿Entendido?— profundiza más su miradaElla está sintiendo mucha vergüenza, al saber que ese hombre cruel seguirá mirándola siendo descarado, por lo que con mucho cuidado le da la espalda y acuesta al bebé que está profundamente dormido.Rápidamente estando así de espalda, dónde James puede contemplar su fina cintura, ella se coloca la camisa y luego traga grueso para poder mirarlo, se coloca de pie y se acerca a él. —le suplico que no alce la voz, el bebé necesita calma—¿Quién te crees para darme órdenes?— se acerca más y ella retrocede pero, James la toma por sorpresa al agarrarla del brazo y luego acorrarlar contra la pared más cercana—no soy nadie... Pero usted no puede intervenir en mi privacidadJames la presiona un poco con su cuerpo. —no soporto mirarte a los ojos, jamás puedes mirarme—señor...— susurra ella, se está sintiendo extraña, como un cosquilleo en su entrepierna, por lo que se tensa—¡Silencio...! Desde que te tomaste el puto atrevimiento de venir a mi propiedad, ahora eres de mi propiedad, Samuel me informó que aceptas ser la madre del ese bebé—de tu hijo.— recalca Charlotte provocando enojo en James, porque ella no puede cerrar la bocaBrown está muy disgustado, así que coloca su mano derecha en la boca de ella. —el que manda soy yo, no vuelvas a decir que es mi hijo— James se acerca lo suficiente para que ella pueda sentir su respiración y eso erizó su piel completamente endureciendo sus pechosJames sonríe levemente, pues está pasado de tragos, y sabe lo que está causando en la pobre de Charlotte. —voy a dejar que el hospital continúe prestando servicio, pero te recuerdo que solo eres una madre de reemplazo, aquí debes quedarte, te pagaré muy bien por tu servicio— acerca su rostro hacia el oído de ella y le susurra —desde este momento me perteneces, estás para servirme, tú obligación es que todo esté bien con ese bebé y no darme dolores de cabeza, yo decido cuando serás libre— Charlotte cierra los ojos —señorita Hill's...— se retira para quedar frente a frente a escasos centímetros, y ella pasa saliva, ya que James Brown, la está debilitando —la regla principal, es que soy un hombre libre que hace lo que se le antoja, no tomes derechos que no son de tu incumbencia, porque de lo contrario sufrirás las consecuencias, en escasas palabras no te enamores nunca de mí— se aleja dejándola perplejaElla empieza a respirar profundamente. —estoy dispuesta a ser la madre que el niño necesita, pero no soy su pertenencia señor BrownCharlotte lo observa sonreír —no lo vuelvo a repetir, entre menos te vea en la mansión, y escuché a ese niño llorar, se vivirá en paz— James sale de la habitación, por poco y pierde los estribos, siente un furor en su interior porque Charlotte Hill's, no se queda callada y porque su inocencia y belleza lo inquieta.Mientras que Charlotte continúa asustada, James está rompiendo sus barreras, como el verla prácticamente desnuda y luego acercarse lo suficiente para hacerla perder la cordura.Pero luego sacude sus pensamientos, no puede desear al hombre de la mujer que le suplico cuidar a su bebé. <—¡Responde!— gruñó James y los ojos de Charlotte se tornan llorosos—lo...lo lamento señor— baja su mirada—¿Por qué tenías el sobre?— lo muestra y ella niega con la cabeza —fue un error señor...—¿Un error? ¿Acaso estás tomando mis cosas? ¡Samuel, ella me está investigando para sacarme dinero— la señala James —lo puedo explicar...— Charlotte no pudo evitar llorar, por lo que Samuel se agacha para ayudarla a levantar—¡No la toques! Deja que ella se solucione solita por tomar lo que es ajeno— ordena fulminante —¡Pero sé lastimó el tobillo!— Insiste Samuel —¡Vete Samuel! No te necesito— Señala James la salida Samuel muy indignado mira a Charlotte y luego sin más se marcha muy molesto, porque James Brown cada vez está más irritable.—creo que lo mejor es que me vaya— las lágrimas se deslizan por sus mejillas y sosteniéndose de la pared, se coloca de pie —de aquí no te vas hasta que yo lo diga, y que sea la última vez que te atrevas a agarrar mis cosas porque de lo contrario, no te
Él señor Brown sonríe malicioso, busco a la mujer más hermosa, para que su hijo no se negara.—con ella puedes hacer lo que quieras— recalca —¿Cierto Antonela?— pregunta —sí mi señor —hijo no entremos en un guerra, eres mi único heredero, tienes a una mujer frente a tí que está a tu altura, y lo mejor de todo es que es vírgenJames tensa su mandíbula, no cree en que Antonela sea virgen por la forma en que está vestida y aquella mirada de prevención. —¡Llévate a esa mujer! No me pienso casar por obligación, estoy bien grandecito para tomar mis propias decisiones, además, la empresa está surgiendo muy bien como para que me estés acosando, y si es por un heredero, ya lo tengo, así que no me jodas, tengo una gran empresa que espera por mí— James está dispuesto a marcharse, pero su padre muy enojado coloca su mano derecha en el hombro izquierdo de James —¿Con quién crees que estás tratando James?— pregunta ejerciendo fuerza —¿Sé te olvida que puedo dejarte en la ruina?—sí así lo quier
—lo siento jefe, intente detenerla pero la mujer hizo caso omiso a mis palabras— da una breve explicación la secretaria con su voz temblorosa y sintiendo como su pobre corazón late tan fuerte como si se le fuera salir —déjame a solas con ella— ordena James y mira a Antonela, la cual sonríe ampliamente—sí señor— se retiró dejándolos solos —dame una razón para no sacarte, a las patadas de mi oficina— su voz es demandante, tanto que aquella sonrisa se desvaneció —necesitas una esposa con urgencia, y yo un hombre que vele por mí, que me dé todo lo que yo necesito, y mientras así sea, le juro señor Brown, que conmigo lo tendrá todo— propone ella siendo sutil—¿Qué te hace pensar que yo aceptaría esa propuesta?—soy el mejor partido para un hombre, acaso no ves, soy hermosa y tengo glamour, te sentirás orgulloso de llevarme a eventos importantes porque siempre estaré reluciente, además, quieras o no, tu padre te hará casar conmigo y para no hacerlo a las malas, vengo a proponerte con
—no soy su propiedad señor Brown, mi error fue haber sido imprudente y amable para que tuviéramos una buena amistad, así sea por él niño— dijo ella esas palabras con dificultades, porque el llanto no le permite hablar claramente —no es justo que me trate así, cuando yo le estoy ayudando, soy la madre de su hijo—¡No lo eres! Me alegra que no seas su sangre, además, recibirás dinero a cambio por cuidar al bebé, así que no vengas a dar lastima, lo único que quieres es que yo me apiade de tí y luego haga lo que tú digas, dejarme sin dinero, que yo me rinda a tus pies, ¡Pues no soy tan imbécil como para volver a confiar en una mujer!—¡No tengo la culpa de que le hayan sido infiel!— soltó esas palabras a gritos, dejando a James perplejo, momento que ella aprovecha para salir corriendo—¡Charlotte Hill's!— la menciona en voz alta pero ella corre para escapar de ese hombre Los empleados miran a su jefe, el cual luego los mira con desdén. —¡A trabajar!— ordena con el ceño fruncido y todos
Charlotte está atenta, aunque su pobre corazón late a velocidad, trata de respirar con tranquilidad, pero se incómoda porque James no habla y ella puede presentir que la está mirando.Parece una conejita asustada, porque el hombre se acerca más y ella escucha sus pasos, queda cerca de su cama y James bebió un trago de la botella sin dejarla de mirar, para luego decir en un leve susurró. —siempre serás mía— cuando ella escucha aquello, sentía que el corazón se le iba a salir, no se podía controlar, incluso sus manos empezaron a sudar.Pero es inquietante saber que te miran y sin saber sus pensamientos. Ella traga grueso y luego escucha nuevamente sus pasos, como cada vez se alejan, dándole atender que sea marchado, por lo que abre sus ojos lentamente y mira hacia la puerta, respira profundamente y seguido porque sintió mucho miedo. Pero necesita algo, necesita tener al niño en sus brazos, ya se ha vuelto importante para ella y siente que está seguro entre sus brazos.Ella se viste ráp
James deseaba que en ese momento fuera otra persona que lo hubiera golpeado, para responderle de la misma manera, e incluso peor, pero es su padre y no puede faltarle el respeto aunque quisiera.Charlotte está impresionada con la situación tan caliente, además de aquella mirada fulminante que el señor Brown le dió a ella antes de marcharse junto a Antonela.—¿Estás bien?— pregunta ella con su voz temblorosa pero, James la ignora, se marcha a su despacho dejándola sola mientras que el niño deja de llorar, pero como toda madre, se preocupa más por su hijo, así que tomó la decisión de irse a su habitación para calmar al bebé.A los minutos, el bebé se ha dormido, aunque le costó pero la técnica de ella acostarse boca arriba y poner al bebé en su pecho para que sienta su calor le ha funcionado.—¿Puedo pasar?— es la señora Mandy—sí, adelante— Charlotte abriga al bebé con mucho cuidado, y luego fija su mirada en la puerta, dónde Mandy ingresa con una bandeja en sus manos —te traje e
—es eso, o irte y no volver a ver a Justin jamás en tu vida Charlotte traga grueso, el acercamiento de James la envuelve y torna su cuerpo más débil, aunque sabe que la está manipulando, pero es real al decir que ella siente como si el bebé, fuera realmente suyo.—no se acerque, señor—préstame atención a lo que te diré señorita Hill's— ella asienta aunque su rostro está sonrojado —sé una buena esposa, si te portas bien tendrás todo lo que quieras, menos amor ¿Comprendes?— ella asienta con la cabeza James se aleja, su mirada está tan llena de lujuria que no quiere en este mismo instante echar sus planes a perder por no poder controlarse.Charlotte con su mano temblorosa, firma aquel papel sin leer las condiciones, pues su mente está nublada y sus nervios a flor de piel con querer salir de ese lugar, ella suspira profundamente, aliviada porque pudo firmar sin ser torpe.Brown sonríe en su interior al ver lo fácil que puede manipular a Charlotte, aunque en realidad no era la manera,
—¿Nos vamos?— pregunta Chirly, ya que no dejan de mirarse—se nos hace tarde— James mira su mano derecha donde tiene su reloj de lujo y se voltea dándole la espalda a CharlotteLa cual baja su mirada, no logra entender a James, aunque ella sabe que se ve hermosa, pero piensa que quizás para él no es suficiente.—con todo respeto Charlotte, estás hermosa, vamos a cenar— pide Samuel—un placer, soy Chirly, la novia de Samuel, que linda eres.—gracias...— las mejillas de Charlotte están sonrojadas—¡Ya es tarde y ustedes todavía hablan!— James sale de mansion —¡Que gruñón!— bufo Chirly por el mal genio de James —sabes como es cariño, vamos Charlotte, no le presten atención a James, recuerda que ya eres la señora Brown— la anima Samuel —pobre chica, tan buena alma que se ve y ser la esposa del cruel hombre— Chirly suspira —no la asustes, mejor vamos antes que James se arrepienta de salir— Samuel agarra a su novia de la mano y sale de la mansión mientras que Charlotte respira profunda