Él señor Brown sonríe malicioso, busco a la mujer más hermosa, para que su hijo no se negara.—con ella puedes hacer lo que quieras— recalca —¿Cierto Antonela?— pregunta —sí mi señor —hijo no entremos en un guerra, eres mi único heredero, tienes a una mujer frente a tí que está a tu altura, y lo mejor de todo es que es vírgenJames tensa su mandíbula, no cree en que Antonela sea virgen por la forma en que está vestida y aquella mirada de prevención. —¡Llévate a esa mujer! No me pienso casar por obligación, estoy bien grandecito para tomar mis propias decisiones, además, la empresa está surgiendo muy bien como para que me estés acosando, y si es por un heredero, ya lo tengo, así que no me jodas, tengo una gran empresa que espera por mí— James está dispuesto a marcharse, pero su padre muy enojado coloca su mano derecha en el hombro izquierdo de James —¿Con quién crees que estás tratando James?— pregunta ejerciendo fuerza —¿Sé te olvida que puedo dejarte en la ruina?—sí así lo quier
—lo siento jefe, intente detenerla pero la mujer hizo caso omiso a mis palabras— da una breve explicación la secretaria con su voz temblorosa y sintiendo como su pobre corazón late tan fuerte como si se le fuera salir —déjame a solas con ella— ordena James y mira a Antonela, la cual sonríe ampliamente—sí señor— se retiró dejándolos solos —dame una razón para no sacarte, a las patadas de mi oficina— su voz es demandante, tanto que aquella sonrisa se desvaneció —necesitas una esposa con urgencia, y yo un hombre que vele por mí, que me dé todo lo que yo necesito, y mientras así sea, le juro señor Brown, que conmigo lo tendrá todo— propone ella siendo sutil—¿Qué te hace pensar que yo aceptaría esa propuesta?—soy el mejor partido para un hombre, acaso no ves, soy hermosa y tengo glamour, te sentirás orgulloso de llevarme a eventos importantes porque siempre estaré reluciente, además, quieras o no, tu padre te hará casar conmigo y para no hacerlo a las malas, vengo a proponerte con
—no soy su propiedad señor Brown, mi error fue haber sido imprudente y amable para que tuviéramos una buena amistad, así sea por él niño— dijo ella esas palabras con dificultades, porque el llanto no le permite hablar claramente —no es justo que me trate así, cuando yo le estoy ayudando, soy la madre de su hijo—¡No lo eres! Me alegra que no seas su sangre, además, recibirás dinero a cambio por cuidar al bebé, así que no vengas a dar lastima, lo único que quieres es que yo me apiade de tí y luego haga lo que tú digas, dejarme sin dinero, que yo me rinda a tus pies, ¡Pues no soy tan imbécil como para volver a confiar en una mujer!—¡No tengo la culpa de que le hayan sido infiel!— soltó esas palabras a gritos, dejando a James perplejo, momento que ella aprovecha para salir corriendo—¡Charlotte Hill's!— la menciona en voz alta pero ella corre para escapar de ese hombre Los empleados miran a su jefe, el cual luego los mira con desdén. —¡A trabajar!— ordena con el ceño fruncido y todos
Charlotte está atenta, aunque su pobre corazón late a velocidad, trata de respirar con tranquilidad, pero se incómoda porque James no habla y ella puede presentir que la está mirando.Parece una conejita asustada, porque el hombre se acerca más y ella escucha sus pasos, queda cerca de su cama y James bebió un trago de la botella sin dejarla de mirar, para luego decir en un leve susurró. —siempre serás mía— cuando ella escucha aquello, sentía que el corazón se le iba a salir, no se podía controlar, incluso sus manos empezaron a sudar.Pero es inquietante saber que te miran y sin saber sus pensamientos. Ella traga grueso y luego escucha nuevamente sus pasos, como cada vez se alejan, dándole atender que sea marchado, por lo que abre sus ojos lentamente y mira hacia la puerta, respira profundamente y seguido porque sintió mucho miedo. Pero necesita algo, necesita tener al niño en sus brazos, ya se ha vuelto importante para ella y siente que está seguro entre sus brazos.Ella se viste ráp
James deseaba que en ese momento fuera otra persona que lo hubiera golpeado, para responderle de la misma manera, e incluso peor, pero es su padre y no puede faltarle el respeto aunque quisiera.Charlotte está impresionada con la situación tan caliente, además de aquella mirada fulminante que el señor Brown le dió a ella antes de marcharse junto a Antonela.—¿Estás bien?— pregunta ella con su voz temblorosa pero, James la ignora, se marcha a su despacho dejándola sola mientras que el niño deja de llorar, pero como toda madre, se preocupa más por su hijo, así que tomó la decisión de irse a su habitación para calmar al bebé.A los minutos, el bebé se ha dormido, aunque le costó pero la técnica de ella acostarse boca arriba y poner al bebé en su pecho para que sienta su calor le ha funcionado.—¿Puedo pasar?— es la señora Mandy—sí, adelante— Charlotte abriga al bebé con mucho cuidado, y luego fija su mirada en la puerta, dónde Mandy ingresa con una bandeja en sus manos —te traje e
—es eso, o irte y no volver a ver a Justin jamás en tu vida Charlotte traga grueso, el acercamiento de James la envuelve y torna su cuerpo más débil, aunque sabe que la está manipulando, pero es real al decir que ella siente como si el bebé, fuera realmente suyo.—no se acerque, señor—préstame atención a lo que te diré señorita Hill's— ella asienta aunque su rostro está sonrojado —sé una buena esposa, si te portas bien tendrás todo lo que quieras, menos amor ¿Comprendes?— ella asienta con la cabeza James se aleja, su mirada está tan llena de lujuria que no quiere en este mismo instante echar sus planes a perder por no poder controlarse.Charlotte con su mano temblorosa, firma aquel papel sin leer las condiciones, pues su mente está nublada y sus nervios a flor de piel con querer salir de ese lugar, ella suspira profundamente, aliviada porque pudo firmar sin ser torpe.Brown sonríe en su interior al ver lo fácil que puede manipular a Charlotte, aunque en realidad no era la manera,
—¿Nos vamos?— pregunta Chirly, ya que no dejan de mirarse—se nos hace tarde— James mira su mano derecha donde tiene su reloj de lujo y se voltea dándole la espalda a CharlotteLa cual baja su mirada, no logra entender a James, aunque ella sabe que se ve hermosa, pero piensa que quizás para él no es suficiente.—con todo respeto Charlotte, estás hermosa, vamos a cenar— pide Samuel—un placer, soy Chirly, la novia de Samuel, que linda eres.—gracias...— las mejillas de Charlotte están sonrojadas—¡Ya es tarde y ustedes todavía hablan!— James sale de mansion —¡Que gruñón!— bufo Chirly por el mal genio de James —sabes como es cariño, vamos Charlotte, no le presten atención a James, recuerda que ya eres la señora Brown— la anima Samuel —pobre chica, tan buena alma que se ve y ser la esposa del cruel hombre— Chirly suspira —no la asustes, mejor vamos antes que James se arrepienta de salir— Samuel agarra a su novia de la mano y sale de la mansión mientras que Charlotte respira profunda
Charlotte llega a la mesa, dónde Samuel y Chirly se besan demostrando su amor, ella toma asiento silenciosamente.Pero cuando James llega a tomar asiento, hace ruido al correr la silla, por lo que Samuel deja de besar a su novia. —¿Me puedes explicar qué diablos te pasa?— pregunta susurrando, no quiere llamar la atención del paparazzi—no me pasa nada señor Brown— Charlotte bebió un poco de vino, sinceramente lo que hizo James la enojo demasiado—la cena se termino— James se coloca de pie y agarra a Charlotte del brazo—James, cálmate, sabes porque hemos venido aquí, estás llamando la atención ¿Qué sucedió?—me quiero ir...— Charlotte intenta soltarse de James, pero el ejerce fuerza y ella tuvo que disimular sus ganas de llorar—esta bien— Samuel se coloca de pie y luego Chirly, la cual está molesta por la actitud de James Al salir del restaurante, Charlotte sube al auto, Samuel se iba a subir, pero James le dice. —¡Vete en el otro auto!— su mirada está tan fría que preocupa a Samuel