AMANDA POVLa tormenta seguía, pero dentro del barco me sentía protegida. Sigo preguntándome cómo es que Luke dio tan rápido conmigo.Ginger estaba platicando con Trent; ese chico fue de gran ayuda. Qué bueno que aún existan los buenos hombres, y a él lo veo como un buen candidato para mi amiga, a ella que tan mal le va en los amores.Luke se acercó y se sentó a mi lado.—¿Estás bien? —me preguntó, frotando mi espalda. Asentí, y agradecía que hubiera bajado sus armas. Su rostro era dulce y sus atenciones eran muy evidentes. Donna, por su parte, junto con sus amigas quisquillosas, solo están viéndome con Luke. Se lo estaban devorando con los ojos.—Muchas gracias —reposé mi cabeza en su hombro. En este pequeño lapso también bajaría mi guardia. Después de todo, si no hubiese sido por Luke, estaríamos acompañando al Titanic.— Pero dime una cosa —no aguanté la curiosidad—. ¿Cómo es que apareces en el momento justo? Es como si supieras todo lo que va a pasar—. Luke sonrió, pellizcándome la
AMANDA POV—Es cierto que tengo un concepto de ti por calenturienta, pero esto va más allá de lo que pienso—. A Luke parecía no importarle que le acabo de agarrar el pene—. Para que sepas, no está así por deseos, está así porque nosotros, los hombres, nos despertamos así. Solo vamos al baño y después regresa a su estado natural.No dije nada, ni siquiera tenía algún argumento para defenderme. Era la primera vez que se lo tocaba. Era enorme, muy sólido; incluso pude sentir el relieve de una vena alrededor.—Es obvio que lo hice sin querer—. Luke sonríe, atrayéndome hacia él.— ¿A quién se le ocurre dormir desnudo?— Estoy presa bajo sus fuertes brazos.—A mí, querida, porque al final de todo me estorbaba la ropa, pero acepta que te encantó sentirla. Vamos, si quieres, mete la mano, eres libre de hacerlo—. Intenté liberarme, pero con Luke siempre es inútil.— No te hagas la difícil, que como mujer te encantó conocerla— dijo, refiriéndose a su miembro. Incluso me lo rozó solo para corromper
AMANDA POV—Kev, por favor, no es lo que parece —le digo, separándome de Luke. Qué estúpida fui al dejarme llevar.—No hace falta que digas mentiras, Amanda, mis ojos no pueden engañarme. Lo que acabo de ver tiene nombre y apellido, me estás engañando con este imbécil —me acerco a Kev para convencerlo de que no es así, pero me tira las manos de un manotazo—. No me toques, Amanda, no con esas manos que acabas de usar para tocarlo a él.—Oye, no la trates así —espeta Luke, acercándose con los puños apretados. No quiero una discusión tan temprano.—Por favor —les digo a los dos antes de que pase lo peor—. Tengan un poco de respeto, al menos. —Luke se detiene, también Kev.—Es hora de irnos —dice Luke, más en tono de demanda que de sugerencia.—No creo que se vaya contigo, imbécil. Cariño, por favor... —Kev extiende su mano.Me siento acorralada entre ellos dos. ¡¿Pero qué se han creído?!—¡No me iré con ninguno de ustedes dos! ¿Qué rayos se han creído? No soy un trofeo y mucho menos un o
—¿Feliz día de los inocentes? Miro a Luke totalmente perpleja y de inmediato todas las cosas que estuve sintiendo recién se esfumaron. ¿Que acaba de decir? ¿Acaso había sido todo un engaño? ¿Quien se cree que es para jugarme una broma así? Me dolió el pecho y me sentí estupida. —Vamos, Amanda, no pongas esa cara. No estás enamorada de mi o algo así, ¿verdad? Así como tú me juegas bromitas quise desquitarme. —dijo relajado, viendo el panorama. Traté de procesar lo que estaba pasando. En efecto, Luke se había burlado de mi. —Entonces todo lo que dijiste fue mentira —susurré, apenas y podía hablar. —Una broma —me miró serio—Ya deja de hacerte la dolida, sabemos que no es así. Traté de respirar profundo pero el aire no me llegaba a los pulmones. Luke me había engañado con algo tan serio. Y yo que me lo estaba creyendo y peor aún: ilusionando. —Eres un… imbecil —espeté, lo tomé de los hombros—Escúchame bien, Luke, no vuelvas a acercarte a mi a menos que no sea de nuestro acuerdo, no
Llamé a mi doctor personal y le expliqué la situación. No importaba si estaba lloviendo, para eso le pagaba para que viniera cuando se le necesitaba. Luke seguía acostado en mi cama, pensé en irme a la otra habitación porque mi palabra seguía en pie. —No te vayas —me toma de la mano—no quiero estar solo. Siento que tu calor me hace bien. Luke, con todo eso que me dices no me ayudas en nada. —Luke… —suspiré. —Ya se, estaba tratando de devolverte todas las bromas que me has hecho pero creo que me pase de la raya. Perdóname. No se por que te afecta tanto si tú no estás enamorada de mi —murmuró, seguido de una tos. Si supieras, Luke. —Trata de dormir, el doctor está en camino. —me senté a su lado nada más y me puse a ver redes sociales. —Tengo sed —me dice. —Ire por agua. —me iba a poner de pie pero tánico me dejó. —Mejor dile a Lupe, no quiero que me dejes solo. —Es tarde y Lupe está durmiendo, de noche no se le molesta. Ella también tiene derecho a descansar —le dije, rodando
POV AMANDAEstaba bajo su hechizo nuevamente. Es una guerra en mi interior de la cual, por más que intente escapar, al final me alcanza, reafirmando que Luke me gusta mucho.Su tacto…Su romanticismo a la hora de besarme…Sus manos se dirigieron a mis mejillas, tratándolas como pétalos de rosas. Suspiré cuando su cuerpo se pegó al mío. Mi corazón palpitaba, casi saliéndose de mi caja torácica. Sus labios carnosos eran devorados por los míos.Su respirar me abanica el rostro, haciéndome cosquillas.—Luke… —apenas susurro, pero no se detiene, es como si este momento se hubiera hecho solo para nosotros.— Luke… —insisto, pero todo es en vano. Levanto mi cabeza hacia el techo mientras desliza su lengua por mi cuello. Las descargas eléctricas se hacen presentes en cada rincón de mi errante organismo.—Solo siente y no digas una sola palabra —me toma de la cintura, atrayéndome a su cuerpo cada vez más. Me sostiene con una seguridad que me hace creer que soy suya.Eso es lo que me gusta de él
POV AMANDADespués de haber esperado por horas, llena de angustia e incertidumbre, el doctor salió de la habitación.Corrí hacia él para obtener noticias, esperando que fueran buenas.—Doctor, doctor —el hombre con la bata blanca me miró—. ¿Cómo está el paciente?—¿Y usted es…? —Rayos, a estas alturas no había determinado qué relación tenía con Luke.—Soy familiar de él —confesé. Después de todo, creo que no estaba diciendo una mentira.—Entiendo. El señor Luke acaba de atravesar un cuadro muy severo de neumonía. De no haberse traído a tiempo, lo más probable es que hubiera muerto. Afortunadamente, después del tratamiento que usamos, ha dado buenos resultados; no obstante, debe cuidarse rigurosamente. Ahora, si me permite, señorita… —asentí, pero antes de que se fuera, tomé su brazo y le pregunté:—¿Lo puedo ver? —Crucé los dedos para que me dijera que sí.—Sí —asintió—, pero está dormido. Seguro que podrá despertar en unas horas. —Solté el aire que había retenido todo este tiempo. A
—Ew, yo no usaría un vestido tan corriente —dije, dejando el vestido en el suelo—Le diré a Lupe que lo queme. ¿Quien sería la de la bromita? Estoy pensando en Donna… esa chica nunca me dejará en paz. Luke se había quedado un poco callado y pensativo, viendo el vestido. —¿Que te pasa? Me tengo que bañar para irme a la oficina, supongo que te quedas a descansar —le dije. —No… iré contigo. No quiero pasar todo el día haciendo nada, no es mi estilo. —Pero estás enfermo. —Me siendo bien, Amanda, además llevaré mis medicinas. Allá solo estaré en la oficina… contigo. No me pasara nada —medio sonrió. —Bueno, si quieres —subí las escaleras hasta llegar a mi habitación. Dios, había sido una noche larga. Al menos el sol había salido hoy. Me fije por la ventana que daba al jardín de la piscina. Estaba hecho un desastre. Al jardinero le tocará muy duro hoy. Miré a Gloria dispuesta a sacar la basura de la piscina. Me duché rápido y me puse mi traje empresarial. Solo espero que los reporteros