MI VENGANZA EN ROMA
MI VENGANZA EN ROMA
Por: Al Vergara
Inicia la venganza

Me encontraba en la puerta del hospital con un bebé en brazos, no sabía que hacer, ni adonde dirigirme, no tenía dinero suficiente en mi cuenta de banco y en mi cartera apenas tenía treinta euros en mi bolso; mis primeros pensamientos, << ¿Cómo hare para mantener a mi sobrino?>>; su madre mi hermana, acababa de fallecer, es más su cuerpo la funeraria se lo estaba llevando, yo tenía que ver como pagar todo el servicio, y todo, nos encontrábamos las dos solas contra el mundo, nuestros padres se habían ido cuando éramos niñas, mis abuelos que se hicieron cargo de nosotras ya no se encontraban en este mundo, de nuestros padres no hablare; yo cargaba al pequeño bebé y lo miraba, era el hijo de mi hermana, miraba su pequeño rostro, y sentía unas enormes ganas de llorar, todo por culpa de ese maldito italiano, de ese maldito hombre que la había enamorado, usado y abandonado.

—¡no te preocupes, Enzo! — hablo la mujer de aspecto completamente francés— tú tía Céline se hará cargo de ti — la mujer abrazaba y protegía al pequeño.

Flash back.

— ¿Cuándo me presentaras a tu novio? — le pregunto a una mujer que se encontraba en la cocina, Céline acababa de entrar en la casa, se encontraba quitándose los zapatos —

— ya tendremos tiempo, a los abuelos les hubiera gustado, es italiano y muy guapo, se llama Enzo, tiene treinta años — la joven Marie se había quedado callada, ella solo tenía veintidós —

—¿Cómo que tiene treinta, Marie? — pregunto Céline a su joven hermana, mientras se servía un vaso de leche — 

— sí, es buena persona y nos amamos — la joven Marie miro a su hermana, el pequeño departamento había sido una herencia de sus abuelos para ambas hermanas, mientras que tanto Céline trabajaba en el museo, era una guía, había estudiado arte en la universidad, y comenzaba a trabajar en el Louvre, su hermana menor trabajaba en un restaurante llamado Bistrot Victories, era chef, o mejor dicho sous chef.

— me interesa conocerlo, no veo el motivo por el cual no venga a presentarse, no quiero actuar como tu madre, ya que no lo soy, pero si soy tú familia, además me interesa saber quién es tu novio — Céline miro a su hermana mientras se servía un vaso de agua

— te prometo que la próxima vez que venga te lo presentare — le dijo Marie antes de salir del departamento —

Fin del flash back

Céline Dumont, entro en el departamento, ahora se encontraba tan solo, vacío y triste, solo veinticuatro horas su hermana había estado ahí, entro en la habitación de Marie y miro la cuna a un lado de la cama, puso al bebé en ella, tenía que pensar, tenía ropa, pañales, en eso se habían ido la mayor parte de sus ahorros, su hermana durante el embarazo fue diagnosticada con presión arterial alta, así que el embarazo era de alto riesgo, fue por el motivo que dejo de trabajar, al sentarse en la cama puso su mano en  su rostro y comenzó a llorar.

Los suaves sonidos del bebé la hicieron regresar a la realidad, sentía que tenía que hacer muchas cosas, el funeral de Marie, hablar con su jefe, pedir un préstamo para sobrellevar los primeros meses del bebé, su hermana meses antes del nacimiento arreglo unas cosas para que fuera ella la tutora legal del niño.

—vamos Enzo no llores, vamos corazón — lo meció en sus brazos, el niño era hermoso — creo que tienes hambre, mira hermoso, la tía Céline te va a preparar el biberón, y te pondrá un nuevo pañal, luego dormirás, y yo haré unas llamadas — su voz se escuchaba afectada, el dolor de perder a Marie era muy fuerte; sentía que su corazón estaba destrozado.

 —Pierre, Marie murió, necesito un par de días más, el entierro será mañana, y necesito buscar quien me ayudará con el pequeño Enzo — Céline se sentía desdichada, la voz de su jefe directo era compresiva, así que cuando termino la llamada, el pequeño Enzo se encontraba dormido.

Céline miro a su sobrino dormido en la cuna, se miraba tan pequeño, abrió su laptop y comenzó a buscar un nombre, el nombre de ese maldito que se burló de su hermana, si se encontraba buscando información acerca de Enzo Rosselini.

El buscador abrió la página donde se encontraba la información de ese maldito; comenzó a leer de manera mecánica, sin dejar de estar al tanto del pequeño.

Enzo Rossellini, es un joven empresario, heredero principal de la famosa marca de autos Rossellini, el hombre de treinta y un año, se acaba de comprometer con la heredera de una marca importante de cosméticos, la joven pareja lleva cinco años de novios, así que esta noticia no es para sorprendernos.

Leía las otras noticias, el muy bastardo cerrando negocios o abriendo nuevas plantas, construyendo su auto de formula 1, el hombre se miraba feliz.

— me la pagaras, te lo juro, destruiste la vida de mi hermana, la dejaste y eso la llevo a su muerte — Céline tomo una libreta, tenía que hacer un plan, el hombre al parecer era amante del arte, se las ingeniaría como llegar, el hombre al parecer se encontraría en Francia en los próximos días.

Flashback

—¡Céline! — grito una joven — 

La joven mujer salió de la habitación con cara de susto — ¿Qué sucede, Marie? — la mujer miro a su hermana quien llevaba el rostro lleno de lágrimas.

—me dejo, me dejo, dijo que ya no quería saber nada de mí — la joven se abrazó a su hermana — me envió un mensaje, me dijo que solo había sido un juego — la chica lloraba — y ahora, ahora me encuentro embarazada — Marie sollozo aún más fuerte.

-tiempo actual-

Su hermana le había dicho el nombre de aquel hombre, pero nunca una foto, le había dicho que era alguien de dinero, pero nunca un heredero, no había muchos Rossellini en Italia.

La mujer anoto los datos donde se encontraría la nueva planta de ese hombre en su país, al parecer abriría una tienda de lujo en Campos Elíseos, utilizaría sus conocimientos en arte, al parecer al desgraciado ese era aficionado al arte.

— Me vengare de ti, Enzo Rossellini — la mujer miro fijamente la fotografía que se encontraba en el monitor de su laptop.

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